TPNº10 HISTORIA ECONOMICA

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En el plano externo, no consigue una descompresión de las presiones. La necesidad de un superávit comercial de gran magnitud, para hacer frente a los servicios de la deuda, induce a una reducción de importaciones de tal envergadura que desfavorece la reestructuración productiva, el requerimiento de superávit presupuestario exige incrementar los impuestos o reducir los gastos públicos, creándose así una imagen de déficit que acrecienta las expectativas inflacionarias de los agentes económicos.

El conjunto de la administración no acompaña claramente al equipo económico; ni las provincias ni las empresas públicas controlan debidamente sus gastos. Ni siquiera el Banco Central está exento del otorgamiento de créditos especiales a empresas, sectores, regiones y provincias. Así, se alimenta la hipótesis de una cadena déficit-emisión-inflación, que impulsa a los empresarios a subir los precios de modo preventivo. La inflación vuelve a aparecer en la segunda mitad de 1986, la paritaria “testigo” de la UOM logra quebrar el frente patronal-gubernamental. Se generaliza entonces los aumentos salariales acompañados de incrementos en los precios.

A pesar de su heterodoxia el plan Austral coincide con algunas demandas históricas de las asociaciones empresarias: apertura económica, fomento de las exportaciones, reducción del déficit fiscal y del gasto público, y compromiso de no emisión. En cambio, los trabajadores ingresan al mismo con una merma en su salario real. El plan privilegia la relación con los industriales. La devaluación que acompaña a su inicio es compensada con un aumento de los derechos de exportación, el precio de exportación de 1985 termina reduciéndose 30 por ciento en comparación con el año anterior. Se pone en evidencia la elevada elasticidad del precio de la oferta agropecuaria argentina, y disminuye el área sembrada, especialmente en las cosechas posteriores a 1986/1987.

Un segundo problema que el sector agropecuario presenta al plan Austral es el comportamiento de los mercados de los productos frescos. Con el incremento de la inflación, las tasas de interés de los depósitos indisponibles con las cuales se financian los déficit del sector público se tornan una pesada carga para el Banco Central. EL intento de re congelar todas las variables en febrero de 1987 no tienen resultados positivos, las necesidad fiscales llevan a una creciente colocación de títulos púbicos. En octubre se vuelven a congelar precios, salarios, tarifas, y se implementa un nuevo paquete impositivo, una nueva ley de promoción industrial y de coparticipación federal.

El Plan Austral no logra consolidar la adhesión de suficientes sectores políticos y sociales. La oposición más fuerte proviene del peronismo y del sindicalismo, que realiza 13 paros generales durante el gobierno de Alfonsín. A medida que el plan Austral va perdiendo su efectividad, Alfonsín se inclina a favor de las reformas estructurales e intenta comenzar una política de privatizaciones, desregulación en el transporte y en las comunicaciones, reestructuración de YPF y de la banca oficial, y apertura a las inversiones extranjeras.

- En el gobierno de Menem, las privatizaciones seleccionadas en 1989 están ya efectivizadas para fines de 1990. Las políticas de estabilización y las reformas estructurales se realizan al mismo tiempo, las segundas tienden a organizarse en función de las primeras. Para las privatizaciones iniciales (Entel y Aerolíneas Argentinas) convierte en principales dueños de las mismas a los bancos acreedores, a través del mecanismo de capitalización de la deuda, el Citibank el mayor acreedor externo individual y participa en las privatizaciones de teléfonos, electricidad, gas, acería, hoteles, y acciones de YPF, acumulado activos valuados en 1994 en 2.300 millones de dólares. Tanto antes como después de cada privatización se reducen drásticamente los puestos de trabajo en las empresas de servicios públicos,, a través de despedidos o retiros voluntarios que afectan a 103 mil agentes. La administración central disminuye significativamente su planta de personal, quedan afuera 684 mil empleados públicos en el primer año de mandato de Menem. Se implementa una reforma tributaria e incrementa dos gravámenes , el impuesto al valor agregado, regresivo y de fácil recaudación, y el impuesto a las ganancias; la eliminación parcial o total de los regímenes especiales de promoción industrial y regional; una más severa Ley Penal Tributaria y el fortalecimiento de la agencia de recaudación impositiva logra pasar del 18,2 por ciento del PBI en 1990 al 28,9 por ciento en 1992 con lo cual se reconstruye el pacto fiscal y se superan inclusos los niveles históricos de ingresos públicos. El plan BB logra un abrupta caída de la inflación y las tasas de interés, una reamortización de la económica y la estabilidad del tipo de cambio. La devaluación encarecía el precio que debía pagar el BCRA por las divisas, durante 1990, la atracción de capitales externos, permite, con una moneda sobrevaluada, un bajo costa de las divisas para el gobierno. En este año se consiguen 5000 millones de dólares a bajo precio que resultaran claves para la implementación del nuevo plan económica, iniciado en marzo de 1991.

El Plan de la convertibilidad se puso en marcha a fines de marzo en 1991 por el nuevo ministro de Economía, Domingo Cavallo, el punto fijo del plan es la eliminación de toda discrecionalidad gubernamental sobre las políticas cambiarias y monetarias, la estrategia consiste en que el estado logre disciplinar a los actores económicos a fin de que incrementen la productividad y la calidad, con el objetivo de achicar la enorme brecha que las separa de los niveles competitivos internacionales que intenta corregir definitivamente el desequilibro crónico de la estructura productiva eliminando todos los emprendimientos individuales y colectivos que no puedan ajustarse al nuevo patrón de productividad relativa señalado por el sector agroexportador y por la competencia interna de las manufacturas internacionales. Se logra la fijación por ley del tipo de cambio, se establece que el principal objetivo es mantener el valor del peso, independizándola del gobierno y de sus requerimientos fiscales, se busca incorporar dentro del sistema financiero la alta dolarización existente. Los depósitos bancarios se elevan considerablemente y la capacidad prestable del sistema financiero se recupera, aunque continua orientándose al corto plazo. A fin de eliminar la presión inflacionaria, se prohíbe e la indexación y la apertura comercial opera como un techo para cualquier incremento de precios. Se dispone que las mejoras salariales solamente se puedan obtener a cambio de aumentos en la productividad y se promueve una mayor flexibilización