Atención a la diversidad

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Además es importante generar en el aula un ambiente sano y pacífico, esto involucrando a todos los actores escolares con el fin de evitar acoso, discriminación o rechazo que puedan crear una barrera a Miguel en sus estudios.

Y como menciona Gerardo Echeita en “Educación sin exclusiones” Las prácticas y proyectos orientados a conseguir que la educación escolar contribuya firmemente a la reducción de los procesos de exclusión social en los que se ven envueltos amplios colectivos de alumnos en situación de desventaja y, con ello, a equiparar sus oportunidades para favorecer su bienestar personal y social.

Por lo anterior es necesario implementar estrategias basadas para apoyar su lenguaje y con apoyo de USAER que se encuentre en el plantel, buscar enseñarle a relacionarse con sus demás compañeros, manteniendo una estrecha relación con él, de armonía y confianza para que logre socializar y llevar a cabo actividades que se adapten y funcionen con él, pero también con los demás alumnos, además valorar su trabajo de acuerdo a la complejidad que él puede resolver.

Con los padres de Miguel se trabajaría en conjunto para recibir su apoyo en casa, con ejercicios para su lenguaje como lo son el mejoramiento del lenguaje, manipulación de un lápiz con la lengua, soplar a través de un popote manteniendo el equilibrio de una pequeña esponja, hacer gesticulaciones frente a un espejo con el fin de que mire los movimientos que se hacen al articular una palabra, etc. y también como reforzamiento de lo que se vea en clase para que tenga un seguimiento paralelo al grupo.

Buscar el apoyo de profesionales de otras áreas que sean extra curriculares, como lo son natación, equitación, música, danza, teatro, algún deporte de la preferencia de Migue, dibujo, ajedrez, todo esto con el objetivo de facilitarle su integración al aula, y a la sociedad, además de que contara con múltiples experiencias y desarrollará su potencial de una manera saludable.

En la organización de la escuela considero conveniente incluirlo por igual, en todas las actividades a nivel plantel que se realicen, festivales, fechas a conmemorar, ferias de matemáticas, bailables, salidas escolares a lugares de la comunidad, etc.

Llevar un seguimiento personalizado con todos los docentes de la escuela, y agentes que forman parte de la comunidad escolar, y para que los futuros maestros que le esperan a lleven una secuencia en su desarrollo cognitivo, social, escolar, etc.

Tratar de aprovechar al máximo los materiales, apoyos y recursos que la escuela, comunidad y familia ofrecen que puedan ser útil a Miguel y a otros alumnos pues de una u otra manera todos tenemos necesidades individuales para aprender, púes como menciona el libro “Del lenguaje de la deficiencia a la escuela inclusiva” del autor Álvaro Marchesi: La valoración de los problemas de los alumnos no debe centrarse solamente en ellos mismos, sino que debe tener en cuenta el contexto en el que el aprendizaje se produce: el funcionamiento de la escuela, los recursos disponibles, la flexibilidad de las enseñanza, la metodología empleada y los criterios de evaluación utilizados.

Para saber si realmente estas estrategias están funcionando de manera significativa en Miguel, en la escuela, en la familia, en el aula, en la comunidad escolar, se realizará una evaluación en cada uno de estos aspectos, por medio de registros, evidencias, fotografías, observaciones, planeaciones, autoevaluación del docente, con el fin de medir avances del desarrollo de Miguel, y en todo su proceso pedagógico en el cual se diera la intervención de todos los actores escolares que forman parte de su vida.

De acuerdo con el “Índice de inclusión: Un enfoque inclusivo para el desarrollo de las escuelas”

Desarrollar prácticas inclusivas: Tiene que ver con asegurar que las actividades en el aula y las actividades extraescolares promuevan la participación de todo el alumnado y tengan en cuenta el conocimiento y la experiencia adquiridos por los estudiantes fuera de la escuela.

Para hacer esto realidad es necesario que los docentes aprendamos a dar a cada alumno lo que necesita haciendo énfasis en las semejanzas más que en las diferencias (todos somos capaces de aprender, todos tenemos nuestras dificultades para aprender).

La inclusión supone un enriquecimiento para todos los alumnos, porque sus bases son de una pedagogía para el aprendizaje significativo, atendiendo a la diversidad de ritmos y capacidades de aprendizaje. Y sobre todo la supone una nueva ética social, porque su modelo no puede quedar restringido al ámbito de la educación sino que ha de ser un anhelo transversal a todos los ámbitos de la sociedad.

La pregunta es ¿Realmente existe esta nueva ética social? Desafortunadamente no la hay, sin embargo es trabajo del docente apropiarse de ella si no la tiene y fomentarla desde un grado preescolar en las aulas, para formar ciudadanos éticos, prudentes e incluyentes.