DIARIO PLAZA DE MERCADO
Enviado por Sara • 24 de Junio de 2018 • 2.129 Palabras (9 Páginas) • 390 Visitas
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Todos notaron, como esta señora se pone de pie y empieza a decir: ¡Lleven la papa, sabanera, pastusa, criolla!, en fin nombra todas las clases de papas que hay. La señora Jacinta en ese momento retomó sus ventas como si esos minutos de sueño, compensarán las horas que debe estar despierta para recibir su producto en las madrugadas y claro empezar a vender, largas jornadas, donde tanto hombres como mujeres trabajan a la par, cargado, descargando, surtiendo sus puestos de mercado y como si no fuera suficiente esperar al cliente.[pic 3][pic 4]
Al dejar el puesto de papas y despedirse de la señora, Juan el compañero más tímido y reservado se le ocurre una brillante idea. Un poco sonrojado y con tono más bajo dice: Porque no nos damos a la tarea de dar un recorrido por toda la plaza de mercado para comprar los ingredientes que nos hacen falta para nuestro ajiaco santafereño, pero además para dar un vistazo al lugar, descubrir y conocer un poco más de esas personas que como la señora Jacinta a diario con su trabajo llegan a cada hogar y se vuelven invisibles a nuestros ojos.
Todos estaban de acuerdo excepto Nata, ya que para ella ese lugar no era de su agrado porque había mucha gente y no podía caminar.
Sami el más chistoso del grupo entre chiste y chiste la convenció.
Nata, agarrada de gancho nuevamente de Juan decide acompañarlos; mientras caminaban, observaban cada espacio y persona de la plaza de mercado, el resto del grupo iban paseando y admirando cada cosa que vendían ahí, ya que se encontraron con gente muy cálida, amable, jocosa y servicial en cada uno de los puestos.
Estaba el señor de las frutas, el señor de los aguacates, la señora de las aromáticas, el señor de las verduras, el señor que iba puesto por puesto ofreciendo tinto y maicena, la señora de los jugos y las ensaladas de frutas, lugar donde paró Pepe y se compró su ensalada de frutas porque ya eran las 12:00 del día y él estaba acostumbrado a comer a sus horas.
Mientras Pepe se comía una deliciosa ensalada, Nata se tomó una rica y espesa crema de Guanábana, Juan compró un pedazo de queso con bocadillo, Samy pidió un pedazo de patilla de mil pesos, Cata se dio cuenta que en otro puesto vendían unas deliciosas y grandes manzanas verdes, se acercó y se compró una para ella y otra para Andrea.
Sofí la más perezosa del grupo, le pareció bien sentarse a esperar, y observar a un señor que mientras le oraba a una imagen de la virgen ubicada en la entrada de la plaza, la decoraba con muchas rosas , Sofí, se dio cuenta de la distribución de cada uno de los puestos y el orden que mantenían cada uno de los dueños, estaba sorprendida de cada persona cómo se expresaba de una manera muy particular, usando un lenguaje diferente al que estaba acostumbrada a escuchar; mientras ella estaba esperando a sus compañeros otro señor se sentó a su lado con ánimo de descansar, ella lo vio muy agotado y se atrevió a preguntarle:
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¿Señor se encuentra bien, lo noto algo pálido?.. El señor le respondió: ¡sí señorita solo estoy algo agotado, por fin terminamos el turno y ya nos vamos a descansar! A lo que Sofía responde, “Señor que envidia apenas es mediodía y ya se van a descansar”. El señor le escucha y suelta una sonrisa muy irónica…” Señorita lo que pasa es que nosotros iniciamos labores tipo 2 de la madrugada, cuando llegan los camiones llenos de producto desde las diferentes ciudades del país, es cuando debemos descargar y distribuir la mercancía para las distintas plazas, almacenes y tiendas de barrio. Ahora nos vamos a descansar toda la tarde para mañana en la madrugada volver a iniciar el mismo procedimiento, ya que las verduras y frutas deben estar muy frescas para su consumo pero también, hay algo que nos tiene preocupados, y es que, el gobierno nos está cambiando la forma de cultivar, porque según es así, que este precio que nosotros reducimos con la reutilización de semillas, y al tener que comprarlas, termina afectando el bolsillo de los consumidores”.
Luego que les contaron cómo se trabaja en la plaza, se levantaron algo asombrados del porque los precios del mercado se ven afectados por el precio del dólar. Aun así, se dirigieron a comprar los ingredientes que hacían falta para preparar el delicioso almuerzo. Terminaron de comprar los ingrediente mientras observaban los demás puestos de mercado, en realidad nunca habían tenido esa experiencia de estar observando todo lo que pasaba con tanto detenimiento e interés. Por lo general cada vez que van a la plaza de mercado se tiene en mente la lista de lo que se va a comprar o se llega directo a comprar en un solo lugar, y no se detalla el lugar negándose la oportunidad de saber lo majestuoso que es observar cada proceso que se desarrolla en el interior de la plaza y cada persona que cumple su rol. Mientras todos caminaban observaban como los dueños de los puestos organizaban detenidamente cada fruta, cada legumbre, y con qué gusto mantenían limpio el lugar que daba gusto entrar y estar allí.
Buscaron el puesto donde mayor atención les brindaron y compraron las mazorcas, las arvejas, las zanahorias, las guascas y todo lo que faltaba para el ajiaco; Luego de tener todos los ingredientes que pidió la tía de Cata, se dirigieron todos apresurados a la casa, mirando el reloj ya que era tarde y habían pasado mucho más tiempo de lo esperado.
Juan exclamó. “se nos pasó volando el tiempo en la plaza, fue muy interesante esta visita, aprendí bastante porque no sabía que en este lugar el movimiento fuerte de trabajo es en las horas de la madrugada”.
Cata y sus compañeros llegan a la casa, le entregan los alimentos a la tía y ella preparó el delicioso ajiaco, mientras se sentaron a almorzar los chicos muy entusiasmados por aquella visita que realizaron en la plaza, le comentan a la tía de Cata la experiencia que vivieron en este lugar, y lo diferente que ellos creían cómo trabajaban las personas de una plaza de mercado y lo importante de valorar y dar a conocer su arduo trabajo.
Son personas de admirar y respetar por su labor. !!!!!! Dijo la tía al escuchar todas y cada una de la experiencia que tuvieron los chicos.
Muy contentos de haber aprendido y haber vivido un momento diferente, se pusieron a trabajar en sus tareas hasta terminarlas.
REFERENCIAS
Tomado de: Base de datos J. STOR y Science Direct
- Forero L. & Urrea D. (2013). Colombia y TLC: entre la movilización
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