Desarrollo vs ambiente: ¿Qué es lo más importante?

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realmente preocupantes, así se puede ver en el artículo de la revista online de la Universidad de Yale, “Un claro ejemplo es la contaminación del aire. En el norte de China, la presencia de partículas de menos de 2.5 micrones o PM2.5 (el tipo de esmog más dañino) ha alcanzado un nivel 40 veces mayor que el nivel máximo permitido por la Organización Mundial de la Salud. Dicha situación aporta graves consecuencias en materia de salud: en 2010, un estudio llevado a cabo por la OMS y un grupo de universidades reveló que la contaminación del aire en exteriores contribuyó a 1.2 millones de muertes prematuras en China, las cuales representan el 40 por ciento del total global. Según un reporte reciente del Deutsche Bank, la calidad del aire en China empeorará en un 70 por ciento para 2025 debido al aumento en el uso de carbón, así como de las emisiones industriales y vehiculares. Combinadas, éstas emisiones contribuyen al 85 por ciento de la contaminación PM2.5 en China en 2013. La contaminación del agua es otro precio que China ha tenido que pagar en su rápido ascenso económico. Debido a la industrialización acelerada, así como a la falta de regulaciones adecuadas sobre el manejo de desechos químicos, más del 70 por ciento de los lagos y ríos de China están contaminados. Además, cerca del 40 por ciento están clasificados como “gravemente contaminados”. Aproximadamente un cuarto de la población china vive sin acceso a fuentes de agua potable. La OMS estima que cerca de 100,000 personas mueren anualmente debido a enfermedades relacionadas con la contaminación del agua en China.” (Huang, 2013). Esto nos trae un nuevo problema ¿Cuál es la solución entonces?, porque según ambas fuentes, en un comienzo no hay problemas, las economías crecen, el desarrollo humano aumenta, la gente tiene más dinero y un sinfín de beneficios que tiene un país que comienza a desarrollarse. Pero después todo ese crecimiento se hace nada en comparación al gran daño que tiene su ambiente que en algunos casos son extremos, como el ejemplo de China. Un país que comenzó su desarrollo y no se preocupó inmediatamente de sus políticas ambientales, es muy difícil que lo revierta, pero en cambio uno que apenas comienza debería tomar los errores cometidos por otros gobiernos y no volver a caer en el círculo en el que están insertos. Finalmente en nuestro país, que se encuentra en vías de desarrollo, el tema del ambiente es algo que está en la palestra pública, en donde todos tienen una opinión que es perfectamente válida, sin importar cuál sea. En Chile durante el último tiempo se han visto grandes desastres, producidos por las faltas de algunos pocos, siendo la mayoría de las personas quienes sufren las consecuencias, por ejemplo, el incendio del vertedero Santa Marta, donde el hedor y la contaminación al aire de Santiago nos afectó a todos, y los desbordes de los relaves mineros, los cuales contaminaron gran parte de la zona norte, dejando sin suministro a una gran parte de la población. Estos ejemplos nos hablan de la poca fiscalización que hubo con las empresas responsables, siendo las sanciones la peor parte de todo, ya que son una pequeña porción de las grandes ganancias, producto de sus malas prácticas con sus desechos industriales. Lo que esto nos dice es que Chile al encontrarse en desarrollo, aún está a tiempo de revertir la situación y crear leyes que protejan el ambiente, para finalmente no ser un ejemplo de desarrollo, que fracasa en la baja calidad de vida de sus habitantes, por las malas prácticas ambientales de las industrias.

Bibliografía

Cousteau, P. (1 de Noviembre de 2013). ¿Vale la pena sacrificar los recursos por riqueza?

Huang, Y. (3 de Junio de 2013). yaleglobal.yale.edu. Obtenido de http://yaleglobal.yale.edu/adnode/8648