EL MUNDO QUE QUEREMOS ES UNO DONDE QUEPAN MUCHOS MUNDOS...

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olmecas. En este último sitio como en otros de la región, destacan diferentes expresiones artísticas desde las reproducciones de figuras humanas en miniatura con alfarería hasta la arquitectura en la construcción de pirámides como en Cuicuilco. Entre los años 500 y 200 a. c. la población se retira de la zona por una intensa actividad telúrica y las emanaciones de lava del volcán Xitle.

El periodo clásico que comprende alrededor del año 300 d. c. al 900 d. c. se distingue por el establecimiento de diferentes ciudades-estado. La más significativa e influyente fue Teotihuacan en medio del altiplano central donde confluyó el comercio en mesoamerica. Los fundadores de este sitio fueron los antiguos habitantes de los centros desarrollados en el periodo formativo del altiplano central. En la primera etapa de sus origines se cree que el gobierno lo ejerció un soberano, después se organizo una administración colectiva descansando en diferentes individuos las tareas militares y religiosas. Los teotihuacanos crearon una organización política con pretensiones imperiales, pero ejercieron su hegemonía con base en el comercio alcanzando con su poder e influencia América central. La ciudad se dice que albergo personas procedentes de toda mesoamérica y se afirma que pudo haber reunido hasta doscientos mil habitantes logrando su apogeo entre los años 350 y 650. Entre este último año y el 700 Teotihuacan es invadida, saqueada e incendiada.

En el territorio que actualmente ocupa el Estado de Oaxaca la civilización zapoteca erigió sobre un conjunto de cerros en un valle el centro ceremonial de Monte Alban. Los estudiosos determinaron diferentes fases de su desarrollo, siendo la fase III como la de mayor adelanto arquitectónico entre el 500 d. c. y 750 d. c. La decoración de edificios, piezas de cerámicas y tumbas recibe la influencia de Teotihuacan. El apogeo de Monte Alban se manifestó alrededor del año 600 d. c. La población alcanzo la cantidad de 35000 habitantes. En el poniente se asentaron los mixtecos quienes fueron interactuando con los zapotecos y en el siglo XVII terminaron por dominarlos. Los zapotecos fundaron más tarde Zaachila y los mixtecos fueron ocupando los sitios de Mitla y Dainzu.

En una franja territorial frente de la costa del golfo de México el territorio totonaca cubrió la serranía poblana y las llanuras costeras variando sus fronteras con el tiempo de norte a sur desde el río Cazones hasta el Papaloapan. Los totonacas revelaron su existencia con la antigua ciudad de El Tajín que se desarrolló desde fines del periodo clásico con su apogeo entre el 800 y 1150 d. c. Este lugar se sostenía con el tributo que los pueblos circunvecinos pagaban en productos y servicios. La ciudad administraba al mismo tiempo las relaciones políticas y religiosas..

Entre los años 300 d. c. y 900 d. c. los mayas erigieron diferentes ciudades-estado en los actuales Estados mexicanos limítrofes del sur y los países fronterizos. Estos lugares estaban comunicados por unos caminos llamados sacbé, pero en su emplazamiento se levantaban muros y se cavaban fosos con la finalidad de evitar los ataques entre las diferentes ciudades-estado. En Bonampak los mayas elaboraron una serie de murales representando sus hábitos guerreros y el trato de los cautivos. Los reinos podían mantener entre si alianzas matrimoniales y militares como el caso de Palenque en el actual estado de Chiapas y Copán en Honduras. La organización de cada una de estos reinos se constituía en una rígida estructura encabezada por un grupo nobiliario que dirigía el halach uinic quien poseía esclavos, entre los que destacó Ah Cacaw en Tikal, Pájaro-jaguar en Yaxchilan y Pacal en Palenque por los relatos de las inscripciones. El auxilio de un eficiente aparato administrativo permitió lograr los objetivos de los gobernantes sobre las aldeas en la periferia de las ciudades-estado. Los mayas desarrollaron métodos intensivos de cultivo, pero supieron utilizar los recursos alternativos de su entorno que impulsaron el florecimiento científico y artístico. No sin razón fueron denominados los griegos de América.

El esplendor reflejado en el periodo clásico con el refinamiento de las expresiones artística, radico en la libertad y la constante competencia entre las distintas ciudades-estado. La influencia de Teotihuacan no fue determínate en relación con el ejercicio político de las demás ciudades-estado de mesoamérica, en todo caso el florecimiento fue superior en las artes desde el eclipse de aquella alrededor del año 650 d. c.

En el norte de la península de Yucatán hacia finales del siglo VIII prosperaron dos centros de poder. En el oriente surgió el reino de Kobá en el actual Estado de Quintana Roo y al oeste en un área ocupada actualmente por los Estados de Campeche y Yucatán se construyeron ciudades en donde se pueden apreciar las ruinas de Uxmal, Sayil, Kabah y Labná. Los inicios del siglo IX marcan el despoblamiento y la continua decadencia de los anteriores reinos. La ciudad de Chichén itzá fue habitada entre el 800 y 948 d. c. y sus habitantes retomaron los antiguos paradigmas teotihuacanos para abandonar el personalismo de los gobernantes en los antiguos reinos de la selva. Los descendientes de los pobladores de esta ciudad fundaron en 1286 Mayapan que se convirtió en la capital de la península de Yucatán mediante una confederación entre varias ciudades hasta 1440 como relatan las crónicas.

Entre los historiadores subsiste la confusión para distinguir y ubicar los sitios de Tula o Tollan y en todo caso determinar si esta última es la antigua referencia de Teotihuacan. Lo cierto es que Tula en el actual Estado de Hidalgo exhibió su florecimiento entre el 950 al 1150 d. c. Esta ciudad con habitantes en medio de un ostentoso confort fue la sede de un imperio que padeció incursiones similares con las de Roma por bárbaros del norte. Entre uno de esos grupos denominados en América chichimecas, los mexicas se apropiaron hasta de su historia. En el año 1200 se derrumba Tula. Las señales de la desbandada tolteca son evidentes en la Mixteca alta y en los relatos de los pueblos quichés y cakquikeles del altiplano de Guatemala donde engendraron reinos. Los detalles arquitectónicos toltecas en Chichén itzá tan similares con los de Tula permanecen siendo un misterio por la discordancia de las fechas antes señaladas, aunque se establece que desde el siglo IX se asentaron grupos nahuas en la península de Yucatán.

La leyenda refiere que un grupo de los chichimecas abandono un lugar en el norte de borrascosa referencia denominado Aztlan. Esta peregrinación se considera que inicio alrededor del año 1000 para concluir en un islote dentro del complejo lacustre del Valle del Anahuac después de varios años de rodear la cuenca.