Educación como desarrollo sostenible

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La educación es, por encima de todo, formación de la conciencia, es decir, formación para el cumplimiento del deber por el deber. El concepto del deber contiene el de llevar a cabo un voluntad buena. Por ejemplo: Aunque todo el mundo nos engañe, no debemos engañar y aunque podamos mentir no podemos aceptar ya que buscamos lo bueno en todos los ámbitos. Por lo que el transcurso del proceso de formación, la obediencia tiene una gran importancia. La obediencia es acatar órdenes, en primer lugar a la voluntad de quien lo dirige y, en segundo lugar, a la voluntad reconocida como razonable y buena. En sentido moral, la obediencia es sumisión a las reglas del deber. Hacer algo por deber, significa obedecer a la razón. Ahora debemos esforzarnos para que la idea de obligación se convierta en motivo suficiente para realizar todos nuestros actos.

Kant (1805), considera que “la pedagogía debe buscar transformar el proceso espontáneo de la educación en conocimiento sistemático”. Ahora bien, Kant nos plantea que la pedagogía tiene un deber y es hacer que la educación imparta conocimientos que permitan un verdadero desarrollo social. Por ello no debemos limitarnos a la educación orientada hacia la moralización, la educación se nos presenta siempre como la herramienta que hace cada vez más posible el sueño de que todos los seres podemos contribuir a la construcción de una sociedad más perfecta, donde todos trabajamos por el bien común. Aunque el cumplimiento de este propósito fuera un deseo irrealizable, la verdad es que se trata de una exigencia. Por ello, tenemos la obligación de recurrir al discurso donde sea posible soñar y creer que podemos vivir en paz.

Ahora puedo decir que el avance de la Educación, gracias al desarrollo de la ciencia y la tecnología nos esta exigiendo la formación de un nuevo ser que sea mucho más crítico y reflexivo, para poder comprender su realidad resultante, para crear cosas y hacer planteamientos destinados a mejorar el entorno. Y por esto, la búsqueda de desarrollar el pensamiento de los seres humanos, los esfuerzos se deben dirigir hacia una educación liberadora que nos oriente a una mejor comprensión entre esto, a expresar ideas, opiniones y reflexiones consideradas como importantes para la solución de diversos problemas; en fin, se persigue la incorporación activa de los estudiantes que a un futuro serán ciudadanos, para que contribuyan en el devenir de su sociedad como promotores de su propio bienestar.

Pero también, Freire ha sido uno de los propulsores de esta educación liberadora que se ha interesado por la formación de un individuo más pensante. Al respecto, Bentley (1999) destaca lo siguiente: “La pedagogía de Freire de la educación alfabetizadora implica no solamente leer la palabra, sino también leer el mundo”. Esto nos lleva al desarrollo del conocimiento crítico. Es tiempo de trabajar en la formación de un conocimiento crítico que nos permita a todos cuestionar la naturaleza de su situación histórica y social, para con ello lograr leer un mundo, y así lograr el propósito de actuar como sujetos en la creación de una sociedad formidable.

Para la realización adecuada de la educación, Freire denota un intercambio dialogal entre profesores y estudiantes, en la cual estos dos personajes se cuestionan, ambos reflexionan, y ambos participan en buscar significados que permitan obtener pensamiento crítico. Con relación a lo anterior, se expone la importancia de desarrollar un pensamiento crítico del ser humano, y así lograr que el ser cuestione su realidad, la reflexione y puede intervenirla, de esta manera puede proponer mejoras para su sociedad y el mundo en general. Esto es a lo que llama Freire “leer su mundo”.

Se convierte en algo importante entender, que para que exista desarrollo del pensamiento crítico, todos los seres humanos deben tener la oportunidad y/o la libertad de expresar sus ideas, opiniones y propuestas, y que a pesar de seguras confrontaciones con ideales, se les respete su pensamiento. El intercambio dialogal entre docentes y discentes estudiantes es muy necesario en un proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que en ambas partes reflexionan, cuestionan, investigan, proponen, aprenden, enseñan, y son dueños de la verdad que se discute.

Para concluir, puedo resolver que la educación si aporta al avance de una sociedad, pero esto también nos demanda diferentes características que se deben implementar para fomentar un desarrollo integral para nuestra sociedad. Es responsabilidad tanto de maestros como estudiantes, ya que debemos trabajar fuertemente para lograr el sueño de vivir en una sociedad imparcial, donde se respire paz, todos deseamos esto pero debemos trabajar en la creación de pensamientos críticos que nos lleven más allá de lo que podemos ver a nuestros ojos. Hacer que la educación se perfeccione a medida del tiempo y que esta contribuya a los estudiantes para que ellos se encarguen de llevar un desarrollo sostenible por el resto de los tiempos.

Referencias:

- Kant, 1776 Aufsätze das Philantropin betreffend. Vol. 5 (págs. 61- 63 ).

- Kant; “Vorlesung über Pädagogik”. Ausgewählte Schriften Vol.5 (págs. 71-59).

- Kant, 1985, Tratado de Pedagogía.

- Kant, 1805, Educación y pedagogía.

- Sartre, 2000 «Pensamiento y sociedad.

- Kant, 1793 Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft. (pág. 46).

- Freire, 1967, La Educación como práctica de la Libertad

ANEXO

Práctica:

Estando en el grado noveno realizamos dos experiencias significativas con la maestra Sonia Salamanca, que impulso en nosotras gran amor por la enseñanza. La primera experiencia, realizada en el colegio Gremios Unidos siendo colegio público me permitió comprender que los estudiantes de primaria captan conocimientos de modo más rápido, por medio de estrategias que son lúdico-pedagógicas. La segunda experiencia, en el jardín Entre Niños, institución la cual es privada me dejó sorprendida, porque se lleva un proceso formativo muy personalizado para cada niño, lo que incrementa el potencial de las habilidades fundamentales para el buen desarrollo.

Otra experiencia significativa, que viví en décimo grado fue la de ejercer mis primeros pasos como maestra en formación al dictar lo que conocemos en la normal como las lúdicas, esto permitió que yo preparar temáticas y actividades para captar la atención