Foro de desarrollo sostenible.

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Recientemente se inauguró el proyecto Mi árbol en el Amazonas, que es impulsado por el periódico el Espectador y en el que cada suscriptor por una pequeña cuota se hace acreedor a uno de los 5800 árboles nativos plantados en diferentes zonas del Amazonas como reforestación y disminución del impacto de la industria maderera, especialmente la ilícita en el lugar; la cuota va destinada a comunidades indígenas del amazonas que a cambio de ella se encargan de la siembra y cuidado de estos árboles.

Por último menciono el proyecto ya en marcha BanCO2 que se realiza en Caldas, pero se pretende replicar en los demás municipios agrícolas, en este, empresas de diferentes industrias productivas como la Central Hidroeléctrica de Caldas aportan capital para que familias de la región se conviertan en guardianes de ríos y zonas boscosas contribuyendo a mitigar la huella de carbono de las empresas participantes.

Ejemplos hay muchos, como pequeños grupos que limpian áreas contaminadas en la zona urbana o nuestros caficultores que hacen un esfuerzo por tener cultivos orgánicos y ecológicos, pero la dificultan no está en el conocimiento del concepto de desarrollo sostenible, que incluso puede llegar a ser intuido, el verdadero reto está en implementarlo con las circunstancias actuales. El aumento demográfico y el desplazamiento forzado han hecho que los campesinos disminuyan, pero no la demanda alimenticia, teniendo que sobreexplotarse las tierras con monocultivos como la palma y la caña de azúcar que empobrecen el suelo.

Los pocos fondos entregados realmente por los gobernantes a medidas ambientales, los cultivo ilícitos, localizados casi siempre en zonas de selva, los permisos de exploración (que realmente son explotación) a multinacionales de minería o hidrocarburos extranjeras y nacionales en humedales y páramos, la ausencia de un manejo de residuos sólidos y hospitalarios etc. Y es que ser un país con tantos recursos naturales despierta el deseo de una explotación insostenible.

Pero es así, un tire y afloje entre la industria y la comunidad, claro, aún hay una cantidad considerable de gente que ignora la importancia de la sostenibilidad, pero se puede decir que estamos en proceso de concientización y que son muchos los pequeños proyectos que se están planeando y desarrollando en la comunidad. Pero sí que sería más fácil si los grupos armados no apoyaran los cultivos ilícitos, no acabaron con nuestros campesinos, nuestra paz y sobre todo no violentaran el ambiente con los ya 36 derrames de carro-tanques de petróleos y roturas de oleoducto en lo que va corrido del año y que dejan kilómetros de rio y playa con mortandad de fauna y flora, sin sustento a los pesqueros y con problemas de salubridad a los poblaciones circundantes que tomará años enmendar.