El futuro de la politica

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contando también las nuevas infraestructuras de la sociedad informática y la construcción de las generaciones futuras basadas en sus intereses. . Esto será necesario cuando se enfrente a la “dictadura” de la economía. En el que se espera la globalización de la miseria, en el que se necesite crear un programa que desarrolle los cimientos para el bienestar de la sociedad (Boron, y otros, 1999).

En esta parte el autor intenta presentar una reflexión sobre las pautas que seguirá el cambio social y la transformación de las percepciones argumentando que la nueva economía ayuda a la distorsión entre el individuo, la sociedad y el estado, planteando simultáneamente el proceso en el que se rescata lo particular y lo local afianzando por otro lado lo universal, general y global.

La mundialización ha de contribuir a la generación de la noción de existencia de algunos bienes públicos globales que no puede satisfacer el estado de forma particular, por lo cual exige colaboración interestatal que demandan pruebas de gobernabilidad global; esta gobernación es mucho más que una defensa de la competitividad económica en el mercado internacionalizado, ya que asume temas de regulación de los mercado financieros, gestión de flujo migratorios el fortalecimiento de la sociedad civil a nivel global como del estado entre ellas las organizaciones políticas , con una capacidad de negociar y otorgar eficacia en las regulaciones y acuerdos transnacionales en los que haya participado.

Un tema complejo y preocupante es la situación de la democracia en el futuro ya que esta es más vista como una organización política que, como el mismo estado, la cual enfrenta desafíos derivados justamente de la crisis de esta, en el que se traza una frontera entre las dimensiones (internas) las cuales se encargan del ámbito estatal propio de las organizaciones democráticas de decisión, y, por el otro lado el (externo) la cual se encarga de relaciones interestatales limitadas. La razón se encuentra en el hecho en el que la sociedad y la economía se han escapado del control directo de la política centrada en el estado; sus tres pilares básicos son los que mantienen a el estado en pie son: lo tradicional, la economía, la cultura y el poder militar (nacionales) las cuales no se dejan dominar bajo el control de la unidad territorial soberana.

La sociedad se ve afectada cada vez más por decisiones y procesos esquivos del control político directo y se cuestiona sobre los medios adecuados para suplir el déficit democráticos derivados de la pérdida de territorio político que va acompañado de movimiento en las fronteras de acción política. Y en relación con los medios de comunicación se puede decir que se conocen lo suficiente como para no fiarse de ellos, para mantener siempre abierta la sospecha de la idea de manipulación.

Tras el aumento en la desigualdad, las posibilidades de acción social también aumentan en el que surgen intentos de construir nuevos métodos e iniciativas de hacer política la cual viene de una movilización ciudadana, esta política no está dirigida hacia el estado sino a los organismos de la sociedad civil.

Los nuevos movimientos sociales frente a los derechos humanos y la defensa de los derechos de la mujer incluyendo también a los del medio ambiente y a la diversidad se genera la necesidad de crear una cultura de solidaridad y cooperación en el que se establezcan pautas para la justicia y el bienestar compartido, en el que el ciudadano sea un concepto extenso dándole paso para la creación de un pluralismo nacional, cultural y étnico. Y debido a la globalización del mercado implementar el postulado de reconciliar los mercados con solidaridad social, generando métodos viables para la población civil. Todo en base de la búsqueda de que la mundialización no solo genera contradicciones sino también vías alternas para una convivencia entre la población civil y el estado.

Pero Vallespín pone en cuestión si la democracia a pesar de la gran cantidad de democracias alrededor del mundo no es considerado como la única forma de gobierno legítimo mirando su desarrollo y funcionamiento por lo cual el autor se fija en la calidad de la democracia.

En mi opinión mediante el pensamiento administrativo la situación del futuro nos depara una democracia profundizada debido a la potencia y al desarrollo de sus mejoras a través del tiempo y la historia, en el que se mejore la distribución de recursos políticos, se promueva la educación, la transparencia de la vida pública, la competencia ciudadana entre muchas más y por lo contrario no caiga en una administración compleja y llena de problemas. Y siguiendo el mundo utópico, de Vallespín en el que el gran reto presente es poder mantener una capacidad competitiva bajo las condiciones de la mundialización económica en donde no se lesione las bases de la cohesión y solidaridad social bajo las instituciones democráticas de una sociedad libre.

Bibliografía

Boron, A. A., Gambina, J., Minsburg, N., Sevares, J., Ferrer, A., Sader, E., . . . González, S. (1999). Tiempos violentos. Neoliberalismo, globalización y desigualdad en América Latina. Buenos Aires: CLACSO.

Escobar, A. (2002). OEI. Obtenido de Globalización, Desarrollo y Modernidad: http://www.oei.es/salactsi/escobar.htm

Vallespín, F. (2000). El futuro de la politica. Madrid: Taurus.