Epistemología Ensayo
Enviado por Eric • 9 de Enero de 2019 • 3.620 Palabras (15 Páginas) • 318 Visitas
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Primero Hessen nos dice de un sujeto que quiere aprender, un sujeto cognocente, cuyos elementos son la observación y la razón. En segundo lugar nos dice de un objeto que presuntamente existe, pero que el sujeto requiere dar por acabado que está para estudiarlo en la disposición de sus posibilidades. Y por último, Hessen apunta a la imagen o símbolo que corresponde a ese objeto y que el sujeto asimila como verdad asequible. A partir de la opinion del sujeto, el conocimiento parte de la duda y de la necesidad que le genera al sujeto resolver esa duda, ya sea por simple curiosidad o bien por el deseo de resolver un problema. El sujeto importa puesto que es quien conduce el proceso. Sus investigaciones asumen ser tan básicas o tan sistemáticas como acuerde a los fines que sigue, si bien en que ambos casos el conocimiento adquiere la forma de explicaciones más o menos ciertas, plausibles, creíbles, comunes.
La otra parte de la ecuación, el objeto de estudio, es la más rara en su naturaleza. Logra presentarse de algo físico o inmaterial, natural o artificial, complejo o relativamente simple. No importa. De lo que sea que se trate es la conclusión a la que llegará el sujeto. Lo importante es que se dé por hecho su presunta existencia, para así averiguar las condiciones de esa existencia, los rasgos que le son propias, y todo lo demás que sea posible aprender.
Refiriendo al último punto, decide explicar que la imagen de la que habla Hessen existe en el plano simbólico, representada gráfica o idealmente, a partir de símbolos. Estos símbolos son al mismo tiempo conceptos, definiciones, tipos con los que clasificamos conductas, objetos, situaciones, etc. Por eso es importante su estudio desde el punto de vista del lenguaje, que condiciona y determina al propio saber.
Para los filósofos, las partes que forman este cuadro son objeto de estudio de la psicología por cuenta del sujeto, sus deseos y sus motivaciones; de la lógica, por aquello de la coherencia de la verdad en sus afirmaciones y supuestos; y de los estudios ontológicos por las múltiples creencias que puede albergar un sujeto como verdades pese a la escasez de evidencia o lo absurdo de sus argumentos.
Pero de acuerdo con este autor, la existencia del objeto puede ser material o intangible, aunque siempre cabe dudar de la misma. Con la imagen del objeto sucede diferente: su existencia es simbólica, y se afirma sólo si concuerda con el objeto al que alude. Cuando la imagen de un objeto no corresponde con su referente, entonces es falsa (y el conocimiento, un equívoco). En cambio, cuando la imagen coincide con el objeto, la imagen es verdadera (y el conocimiento, posible, aún si es incompleto).
Lo que falta del inconveniente es la actitud del sujeto. Si en principio este sujeto hipotético admite que la verdad es asequible, absoluta, incuestionable, a la razón su actitud es dogmática. Un ejemplo preferible de este tipo de conocimientos es el propio de las religiones, que crean sus verdades más en creencias fuertes que en evidencias. Hessen mismo subrayó que el dogmatismo era aquella posición epistemológica para la cual no existe todavía el problema de conocimiento, por tanto da por presumidas la posibilidad y la realidad del contacto entre el sujeto y el objeto.
Si el sujeto hipotético no acepta de la existencia del objeto y para nada cree en la posibilidad de llegar a conocerlo, entonces el sujeto es un escéptico (además de pesimista y necio), y poco se puede hacer por él. Según Hessen, el escéptico acude a la duda como un estilo de escape, sin embargo la misma existencia sea una duda que le genera angustia, pues que nada es seguro y por lo tanto absolutamente cierto.
Junto de este personaje hipotético podría ubicarse a un tercero, el subjetivista. Su modo es la de aquél que piensa que no existen absolutos, por tanto la mayoría de las veces hay situaciones justificables, circunstancias exclusivas, interpretaciones de un mismo hecho, personas manifestado todo desde una representación única. Es asimismo como este sujeto descree de la objetividad, de las verdades únicas, pues piensa que todo es relativo.
Cuando el sujeto hipotético al que nos relatamos elige por considerar que lo verdadero es un engaño consciente, cuyo fin es rescatar alguna utilidad, su comportamiento es pragmático. La intención de tal persona es valer del conocimiento para ejecutar sus fines, cualesquiera que estos sean, de modo que el conocimiento es amoral, no así el sujeto, que lo pervierte.
Por último, si el sujeto en cuestión duda de la existencia del objeto, pero aprueba las imágenes que evoca, entonces su actitud es crítica. Porque sabe que la imagen que consiga aprender del sujeto es imperfecta, este individuo considera que todo conocimiento es perfectible, posible según las circunstancias que le dan sustento.
Así que, uno de las grandes situaciones del conocimiento está en la relación entre sujeto y objeto. Pero, ¿Es justa esta concepción? ¿Se puede responder a esta cuestión sin decir nada del carácter ontológico del objeto o del sujeto? Una solución propicia para el objeto incurriría en una posición objetivista. Hacia este estereotipo, el objeto es el elemento decisivo entre los dos miembros de la relación cognoscitiva; entonces el objeto establece al sujeto; el sujeto toma de cierto modo las propiedades del objeto, representándolas en una imagen sin duda. Esto destina al objeto como algo totalmente determinado que se muestra a la conciencia cognoscente. En ello permanece la idea central del objetivismo; los objetos están dados como una estructura completa; la consciencia no hace más que reconstruir esa estructura.
En verificar, un enfoque que aprecia más al sujeto es la subjetivista. El subjetivismo busca el fundamento del conocimiento en el sujeto, situando el espacio de las ideas y todos los elementos de principios del conocimiento en el sujeto, que se cambia así en el punto del que cuelga, la verdad del conocimiento.
El patrón de soluciones oportunas son, las que registran la relación entre sujeto y objeto en su dimensión ontológica, y que van desde el realismo hasta el idealismo, desde la fenomenología hasta la actitud crítica de la posición propia. Hessen explica estas posturas como soluciones metafísicas, sin recurrir a lo absoluto.
Por realismo Hessen dice que es aquella postura epistemológica que afirma que existen cosas reales (materiales), independientes de la consciencia. Esta posición tiene variables modalidades: ingenua, natural y crítica. La postura del realismo ingenuo no se encuentra influida por ninguna reflexión crítica acerca del conocimiento; el problema esencial del sujeto y el objeto no existe para ella;
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