“Estudio narrativo sobre las representaciones que tienen la comunidad LGBT de la imagen del presidente Funes”
Enviado por tomas • 10 de Enero de 2019 • 5.308 Palabras (22 Páginas) • 400 Visitas
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Las y los individuos de un país adquieren patrones conductuales determinados por la educación, tanto formal como informal. Para entender mejor este proceso explicamos el siguiente término.
EDUCACIÓN E IDEAS POLÍTICAS
La educación forma las aptitudes productoras del individuo y lo preparar para abrirse camino en un mundo en el cual es útil un poco de cultura y de algunas otras capacidades. Key (1967), nos dice que también influyen sobre las actitudes acerca del lugar que le corresponde dentro del sistema social, y sobre sus ideas en orden a su eventual participación en la política.
Aunque la educación contribuye ciertamente a la formación de actitudes, motivaciones y entendimientos conducentes a una mayor actividad política, queda en pie la cuestión de sobre si la educación afecta o no a la dirección de la opinión en cuestión de política pública. Pues estas son dirigidas a sectores estratificados, como por ejemplo agricultores, mujeres, niños, jóvenes entre otros. “En la estimación del lugar que corresponda a los grupos de presión en las interacciones entre el gobierno y el ciudadano, un primer paso que dar es la terminación de la incidencia de los afiliados en las organizaciones”. Key (1967), (pág. 261-262). Habiendo definido conceptos importantes, desarrollamos el de imagen política que sería un producto de los términos ya desarrollados a principio.
IMAGEN POLÍTICA Y DISCURSO
La imagen política de una determinada persona es una construcción proporcionada, como nos lo dice Pye (1969), en este caso se haya invariablemente condicionado y limitado por los medios de comunicación que dispone. Afirma además que “ningún líder puede elevarse por encima de las restricciones que le imponen las redes de comunicaciones a las que tiene acceso, y, al mismo tiempo, ninguno puede escarpar a las consecuencias que derivan del hecho de estar rodeado por un sistema de comunicaciones”. (pág.78) Lo que nos indica que los medios de comunicación por los cuales se transmiten los mensajes, son piezas primordiales para que la imagen se fortalezca o pierda credibilidad.
Pero la imagen es fomentada de forma directa por otro término el cual enlazamos, de forma directa con lo que dicen o no dicen los miembros en este caso del gobierno de Mauricio Funes, hablamos del “DISCURSO”. En este sentido los discursos son apropiados de forma general o de forma segmentada dependiendo del público o los públicos a los cuales este dirigido. “A su vez, en tales situaciones los líderes nacionales se ven obligados a hablar a una audiencia esencialmente no diferenciada. Sin medios disponibles para medir la distribución de cualquier interés específico, estos líderes tal vez adviertan que no les queda otra alternativa que esforzarse en atraer la atención de todos los recurriendo al más amplio denominador común”, lo sostiene Pye (1969) (pág. 81).
Postman, (2001). “En general, la política, la religión, las noticias, los deportes, la educación y el comercio se han transformado en accesorios simpáticos del mundo del espectáculo, sin que haya habido protestas o la gente haya sido consciente de ello”. (pág. 8). Así explica este autor la presencia tantos patrones los cuales concretiza han sido productos del discurso, la política mencionada en primer lugar y es uno de nuestros pilares fundamentales para la investigación en proceso.
La imagen política es impulsadora de un concepto que queremos desarrollar para entender mejor el funcionamiento de los políticos y funcionarios públicos.
LA IMAGEN COMO ARMA POLÍTICA
Con el pasar de los tiempos es más frecuente el uso de la palabra imagen en el sentido de representación mental colectiva de una persona o ya sea de un grupo determinado la cual puede una valoración negativa o positiva de una persona o de una institución.
En este sentido Muñoz A. (1989), dice que el político o en todos caso un partido “tiene buena o mala imagen”, indicando así que eso que llamamos opinión pública mantiene un juicio favorable o no de la persona o entidad de que se trate. Además de habla, “corrientemente, de campañas de imagen encaminada a lograr por parte de la opinión pública una valoración positiva de la persona o grupo de objeto de la campaña” (pág. 60)
El mismo autor se refiera a que la concepción de la imagen, la cual afirma “se pone el acento en el objeto o persona representado, es decir, en el original, de modo que la imagen se considera buena o mala según represente con mayor o menor fidelidad la persona, objeto o escena que se intente representar” (pág. 61)
Para que una imagen sea aceptada es evidente que será aquella que capte la mayor fidelidad a la realidad de los distintos grupos sociales, en este caso las LGTB han sido marginados por gobiernos anteriores, lo que provocaba una deteriorada imagen de parte de estos para con este sector. Hoy asumen que hay cercanía entre el ejecutivo encabezado por Funes y sus asociaciones; este proceso ha definido una imagen favorable del mandatario. Pero aún hay aspectos con poca credibilidad o duda que profundizaremos más adelante.
Hay otro aspecto según Muñoz que también hay que analizar dentro de la imagen como arma política, esta “se trata de producir en las mentes de los destinatarios un determinado resultado, obviamente favorable para quien lanza y paga la operación. Ya no se trata de reflejar lo más fielmente posible la realidad o personalidad del objeto de la campaña, sino de hacer una presentación del mismo con una luz plenamente favorable que subraye y destaque, llegando incluso a inventar (en el sentido de “narrar como verdaderas cosas que no lo son”. Dicc., María Moliner) cualidades, rasgos y aspectos positivos y disimule cuidadosamente, hasta hacer desaparecer, lo negativo. La “buena imagen” ya no es aquella que refleja fielmente la realidad, sino la que logra una visión favorable, aunque esté muy alejada de esa realidad”. (pág. 61) Lo que define más claro el estado de poder que se puede ejercer. Un concepto que el cual define la imagen de una determinada persona se convierte luego en la popularidad.
POPULARIDAD
Según lo define Ochoa (2000), en el texto Comunicación y Opinión Pública, “la popularidad de un político se basa en el conocimiento que de él tengan los ciudadanos y, a continuación, en su capacidad de suscitar simpatía”, a esto le atribuye que “el conocimiento, por su parte, se fundamenta en la frecuencia de sus apariciones en los medios y, sobre todo, en la televisión. De ahí esa tendencia a
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