FEMINISMO Ser feminista es, entre otras cosas, amarse y respetarse a sí misma

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Muchas personas no entienden el feminismo, se limitan a pensar que es pintar paredes y matar, literalmente, a los hombres. Parece un lugar incomodo el feminismo, pero no lo es.

Si bien gracias a la constante lucha feminista ha habido muchos cambios en los derechos humanos, todavía queda un largo camino que recorrer, vuelvo a repetir, no va a ser fácil obtener la tan anhelada igualdad si el sistema sigue siendo capitalista, hetero-patriarcal y opresor, pero depende de nosotros conseguirlo. Comienza desde uno mismo, militar en tu casa, con tus hijos, tu marido, tus amigos, tu propio espacio de militancia, en todos lados, expandirlo. Hay que tener mucha paciencia, hay que entender que el feminismo para muchos es un lugar, no solo completamente desconocido, si no que molesto. A muchos les molesta que exista el feminismo, les molesta que tengamos conciencia, y, por sobre todas las cosas, que seamos mujeres. Mujeres empoderadas y seguras.

Personalmente, muchas veces opte por cerrarle la puerta de mi vida a muchas personas machistas, con pensamientos intolerantes o los que me tildan de “feminazi” por apoyar a mis compañeras que pintan paredes. Gracias a mi corto trayecto en esta universidad, hoy me doy cuenta que cerrar puertas no es una opción, no digo que entablar amistad o relaciones con gente así sea la solución, simplemente, hoy los veo desde otros ojos. Me compadezco con quienes piensen que mis compañeras y yo somos unas locas, pobre de las personas que en lugar de pensar el objetivo de las marchas y el feminismo, piensen en las paredes “violentadas”, pobres de los que piensen que una pared es más importante que una piba.

Hoy, por lo menos intento armarme de paciencia ante estas situaciones, cuando se dan discusiones del feminismo y yo tengo que ponerme firme y defenderlo, quiero que todos entiendan lo que significa pintar una pared, un patrullero o una iglesia. Quiero que el feminismo llegue a todos, que cruce fronteras y que nadie más nos tilde de algo que no somos. Que en las marchas haya más personas de las que hay hasta ahora, que el feminismo no incomode y que todos luchemos juntos para lograr la igualdad y el respeto.

Ojala todos tengan la oportunidad que tuve yo, de cruzarse con gente consciente y feminista y de poder estudiar en una universidad como la mía.