VARIEDADES DE LA TEORÍA FEMINISTA CONTEMPORÁNEA

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La división sexual de trabajo divide el trabajo en términos del género y de las esferas públicas y privadas; a las mujeres se les asigna la esfera privada mientras que a los hombre la pública (donde se obtiene: dinero, poder, estatus, libertad, oportunidades de promoción, etc).

Uno de los temas de análisis feminista liberal es la igualdad del matrimonio. Culturalmente el matrimonio está idealizado como el destino y la fuente de realización de las mujeres. Institucionalmente el matrimonio confiere autoridad y libertad al rol del marido.

El feminismo liberal quiere eliminar el género como principio organizador de bienes mediante principios universales para lograr la igualdad. Se han esforzado para crear la igualdad en educación y eliminar la discriminación en el trabajo. Para las feministas la situación ideal de género implica que todos los individuos puedan elegir el modo de vida que más les convenga.

OPRESIÓN DE GÉNERO

Las teorías de la opresión de género describen la situación de las mujeres como la consecuencia de una relación de poder directa entre hombres y mujeres, en la que los hombres tienen intereses concretos y fundamentales en controlar, usar, sojuzgar y oprimir a las mujeres, en la práctica de la dominación. Esta pauta de opresión de género está profunda y poderosamente incorporada a la organización de la sociedad, una estructura básica de dominación llamada comúnmente patriarcado. Lo que caracteriza a la teoría feminista contemporánea es la intensidad y la fuerza de la preocupación por la opresión. Dos corrientes principales de la teoría de la opresión de género son el feminismo psicoanalítico y el feminismo radical.

Feminismo psicoanalítico

El feminismo psicoanalítico intenta explicar al patriarcado utilizando las teorías de Freud y sus herederos intelectuales. Se considera al patriarcado como un sistema en el que los hombres someten a las mujeres siendo un sistema universal. Estas teóricas se centran en los aspectos de la psique que tan competentemente describieron los freudianos. En búsqueda de los fundamentos energéticos del patriarcado, las feministas psicoanalíticas han identificado dos explicaciones posibles de la dominación de las mujeres: el miedo a la muerte y el entorno socioemocional en el que la personalidad del niño se forma. Las feministas psicoanalíticas explican la opresión de las mujeres a parir de la profunda necesidad emocional de los hombres de controlarlas, un impulso que nace de las neurosis cuasi universales de los hombres, centradas en el miedo a la muerte y en los sentimientos ambivalentes hacia las mujeres que les crían. Estas teorías nos proporcionan algunas ideas que nos sirven para comprender más profundamente las raíces de la opresión de género.

Feminismo radical

Se basa en dos creencias centrales con una gran carga emocional: que las mujeres como mujeres tienen un valor positivo absoluto, creencia reafirmada contra lo que ellas proclaman que es la devaluación universal de las mujeres; y que las mujeres están (violentamente) reprimidas por el patriarcado. Las feministas radicales ven en todas las instituciones y en la mayoría de las estructuras básicas de la sociedad sistemas de opresión en lo que unas personas dominan a otras. De todos estos sistemas de dominación y subordinación, la estructura más fundamental de opresión es el género, el sistema del patriarcado. Dentro del mismo, los hombres comprenden y las mujeres aprenden lo que es la subordinación. El patriarcado existe como forma social cuasi universal debido sobre todo a que los hombres pueden ejercer el recurso de poder más básico, la fuerza física, para establecer el control. Las radicales mantienen que esta derrota debe comenzar con una reconstrucción básica de la conciencia de las mujeres, de manera que toda mujer reconozca su propio valor y fuerza; rechace las presiones del patriarcado que consiguen que se considere a sí misma débil, dependiente y secundaria; y trabaje en solidaridad con otras mujeres. Este enfoque parece simplificar las realidades de la organización social y la desigualdad social y, por esta razón, se aleja de la realidad en lo tocante a los cambios que propone para mejorar la situación.

Opresión estructural

La dominación se lleva a cabo por medio de mecanismos de la estructura social. Se centra en las estructuras del patriarcado, el capitalismo, el racismo y el heterosexismo, y sitúan la relación de la dominación y la experiencia de la opresión en la interacción de estas estructuras, es decir, en el modo en que mutuamente se refuerzan unas a otras.

Feminismo socialista

Desarrolla tres objetivos, primero hacer una crítica de las diferentes opresiones pero interrelacionadas desde el punto de vista de las mujeres, segundo desarrollar un método explícito y adecuado para el análisis del cambio social y tercero, incorporar el reconocimiento de la importancia de las ideas en un análisis materialista de la determinación de los asuntos humanos. Se caracteriza por unir el pensamiento feminista marxista y el feminista radical.

Da lugar a una teoría más compacta de la desigualdad de género, más que una igualación de género se vuelve una integración a la opresión. La principal idea del feminismo marxista reside en Los orígenes de la familia, la propiedad y el Estado de Engels y Karl Marx donde se explica que la subordinación de las mujeres no es un resultado de la condición biológica sino que reside en la familia, una palabra que procede del latín sirviente, estructura donde un hombre dispone de los servicios de las mujeres. El análisis marxiano feminista se combina el capitalismo y el patriarcado para unificar el término de patriarcado capitalista donde se engloba la opresión social.

El patriarcado capitalista mantiene un compromiso con el materialismo histórico, un principio básico de la teoría social marxista, sostiene que las condiciones materiales de la vida humana, incluidas factores clave que configuran la experiencia humana, cambian con el tiempo debido a la inminente dinámica que existe en ellas. El feminismo socialista se puede dividir en feminismo materialista que acentúa y sitúa las relaciones de género dentro de la estructura de clases del sistema capitalista contemporáneo, la mano de las mujeres contribuye a la expansión de la riqueza del capitalismo aunque sean poco remuneradas debido al estatus social en el sistema patriarcal. Otra categoría cuyo principales exponentes son Dorothy y Smith y sus seguidoras se centra en las relaciones de dominio,