HACIA UN DESARROLLO ECONOMICO LOCAL

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El hecho de desarrollar un nuevo proceso de Participación Ciudadana, no solo contribuye a establecer un mecanismo de decisión sino también, de representación; el cual ha generado progresivamente la instalación de una cultura democrática en la comuna de nuestro ejemplo, dado que hoy en día la distribución de recursos comunitarios no son asignados centralmente, sino territorialmente, es decir, la comuna se divide en territorios y los habitantes de estos son los que hoy deciden mediante votaciones, el tipo de iniciativas comunitarias a financiar. Lo anterior involucra un gran paso a la democratización local puesto que se reemplaza el Fondo de Desarrollo Vecinal (FONDEVE), instrumento que en la actualidad está sumamente cuestionado por la falta de representación, es decir, no obedece a un mecanismo democrático y; además, favorece el clientelismo político, que es una de las principales trabas para el desarrollo de una cultura democrática; por tanto, también impide la generación de las bases para el desarrollo local.

La promoción de una Democracia Directa a través de mecanismos como el Presupuesto Participativo, se constituye como otra respuesta local a una crisis de déficit democrático nacional, lo cual, avala aún más esta crisis de representación, donde la válvula de escape o solución pasa por la incorporación de los actores locales. Lo anterior demuestra que sin participación de los diferentes actores que co-habitan el espacio comunal, es imposible pensar en un desarrollo local.

SOBRE LA GESTIÓN DEL DESARROLLO LOCAL Y LA DEMOCRACIA

La incorporación de la participación en el sistema de administración local, permite identificar distintas opciones para la solución de un problema, ampliar la capacidad de generación de iniciativas comunales y fortalecer el control social. Se establecen nuevas relaciones entre el municipio y la comunidad y el resultado no es sino una gestión eficaz y eficiente, que mejora las condiciones de vida, que disminuye los costos de operación y mantención de los servicios, que aumenta el interés por lo público y crea nuevas relaciones entre el municipio y la comunidad local.

Tal como lo señala la CEPAL, “la gestión local del desarrollo y el crecimiento urbano, tiene el potencial de recoger las iniciativas, recursos y capacidades de la población, sumándolas a las propias de modo de contribuir a la generación del entorno”[4]

Pero la construcción de un modelo de desarrollo local debe ser entendido de manera participativa, la construcción del “capital social” con identidad local, reforzada por la autoridad local con la elaboración de estrategias que permitan la cooperación público privada. Es el gobierno local quien debe construir y fortalecer el territorio, coordinando a los distintos actores con políticas orientadas no solo al fomento de la productividad mediante créditos sino que a un trabajo conjunto que permita alcanzar todos los ámbitos de desarrollo local, que a nuestro juicio están condicionados por los siguientes factores:

- Liderazgo de la autoridad local, capacidad para generar estrategias locales en coordinación con agentes de desarrollo presentes en el territorio, generar un ambiente político y legal que facilite el desarrollo de alianzas público- privadas.

- Integración y sinergia entre las políticas sectoriales a escala territorial, permitiendo adaptar más estrategias localmente.

- Participación ciudadana, inclusión social, fortalecer la participación de los actores más marginales del territorio, incluyéndolos en la toma de decisiones

Lo planteado no es posible si no se establece un modelo de gestión que regule los roles o funciones de cada uno de los actores involucrados. Tal como lo hemos enunciado en uno de los párrafos anteriores, es necesario generar procedimientos que ordenen un proceso, los cuales contribuyen sustantivamente a que la gestión se logre con éxito, dado que la autoridad pública, la sociedad civil comunal y el sector privado como actores locales, tienen claro cuál es su rol en este proceso.

He aquí la importancia de la regulación, puesto que ello permite desarrollar nuevos procesos, tales como el Control Ciudadano de los recursos de inversión y la generación de la responsabilidad social empresarial. Destacaremos en este nuevo proceso, el control ciudadano, el cual se he aplicado en virtud de la instalación del mecanismo de participación ciudadana que es el Presupuesto Participativo, que posibilita un involucramiento y desarrollo del nivel más avanzado de la Participación Ciudadana que se expresa a través del control y evaluación ciudadana de los recursos de inversión expresados en los proyectos comunitarios; por tanto el control ciudadano es un producto de una cultura más democrática, de una representación real, de poder de decisión ;y de la los procedimientos regulados.

CONCLUSIÓN

El Desarrollo Local no puede entenderse de una manera genérica, ni tampoco con orientaciones centrales a modo de materia invariable, dado que hemos tratado de demostrar que la incorporación de lógicas comunales es sustantiva para la promoción de este Desarrollo Local. Lo que se necesita como orientaciones del gobierno central, es una ley de Participación Ciudadana que respete la cultura local, pero que a su vez obligue a la instalación de un proceso de real participación comunal para que no se produzca lo que hoy en día acontece, que la Participación Ciudadana local está expresada en la voluntad política de los Alcaldes, sin un claro procedimiento de los roles y funciones de los distintos actores comunales, por lo cual queda a la discreción de la autoridad de turno, el cómo y el cuando se aplica un mecanismo de participación.

La experiencia acumulada por estos dieciochos años indica que, no han sido capaces de resolver el déficit democrático, remitiéndose solo a la ley general que enuncia solo una lógica de repartición de recursos vía FONDEVE y no promueve nuevos mecanismos de Participación Ciudadana más efectivo y vinculante como lo son por ejemplo los Presupuestos Participativos.

También es preciso potenciar el gobierno municipal, su organización y estructura interna para asumir nuevos desafíos y un trabajo en conjunto con la comunidad, dar mayor importancia a la capacitación.” La verdadera administración, la administración concreta se hace con hombres, para hombres y por hombre, porque el factor humano siempre predomina en el desarrollo de todas las labores administrativas”[5]

Desarrollar las capacidades de los distintos actores instalados en los territorios, de manera que los acuerdos sean