INFORME DE ACTIVIDADES PARA NIÑOS DE 10 AÑOS

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Estatura y peso

La mayoría de los niños típicamente crece a un ritmo constante de dos y media pulgadas gana aproximadamente 7 libras por año, potencialmente con algunos períodos de crecimiento más lentos y más rápidos, hasta que llegan a la adolescencia. Debido a que las niñas tienden a entrar a la pubertad antes que los niños, las niñas de 10 años son generalmente más altas y pesan más que los varones de la misma edad. Según los datos de Avance de las Estadísticas Vitales y de Salid del Centro para Control y Prevención de las Enfermedades, el peso promedio de una niña de 10 años en el 2002 fue casi de 88 libras y la estatura promedio fue de 56,4 pulgadas. En el mismo año, el peso promedio de un niño de 10 años de edad fue casi de 85 libras y la estatura promedio era 55,7 pulgadas.

Habilidades motoras gruesas

Un niño de 10 años está en proceso de ajuste fino del movimiento auto iniciado. Por ejemplo, debe ser capaz de realizar competencias de habilidad física en áreas tales como tales como agilidad, coordinación, velocidad, tiempo de reacción y equilibrio con alguna habilidad, según Education.com. También debe ser capaz de ejecutar una variedad de combinaciones de movimientos y saber cómo ajustar su velocidad, fuerza y dirección dependiendo de lo que pide la situación. Debe haber aumentado su resistencia física para soportar un largo trote o paseo en bicicleta.

Habilidades motoras finas

Las destrezas motoras finas a los 10 años deben seguirse desarrollando, lo que puede significar una escritura a mano más clara, así como la capacidad de cortar en patrones cada vez más complejos y crear obras de arte más detalladas. También pueden repasar sus destrezas motoras finas aprendiendo habilidades informáticas, ayudando con las tareas del hogar como cocinar, tocar un instrumento musical, y jugar juegos de mesa y de video.

DESARROLLO EMOCIONAL

En la etapa escolar prosigue el proceso de la socialización que se había iniciado a los tres años. Juegan en grupos y normalmente, suele ser grupos del mismo sexo: niños con niños y niñas con niñas.

Es fundamental que el niño se sienta integrado en el grupo. El rechazo por parte de los otros niños puede generar problemas de autoestima en el niño. En casa se debe seguir la línea de una educación positiva con límites y mucho afecto. Deben ser reconocidos y felicitados sus logros para alimentar la autoestima del niño y fomentar la expresión de los sentimientos en la comunicación familiar.

Los fracasos forman parte de la vida del niño tanto escolar como personal. Se deben afrontar con positividad y espíritu de superación y nunca banalizarlos. Es importante trabajar con el niño la tolerancia a la frustración. Es un periodo clave en la formación de la personalidad, en ella influyen la familia y el resto de las relaciones sociales.

DESARROLLO COGNITIVO

- Todavía necesita impulsos lúdicos, pero ya puede contarse con su voluntad y gusto por el rendimiento.

- Amante de la realidad en el desarrollo de su conciencia objetiva, aunque todavía está centrado en las relaciones concretas, lo que debe considerarse para no correr el riesgo de exigir demasiado pronto asociaciones abstractas.

- Todavía presenta una memoria mecánica y repetitiva.

- Comienza la curiosidad por el mundo lejano y no próximo.

- Culminación en el desarrollo de la memoria sensorial e intuitiva eidética. En las niñas, apogeo de la memoria mecánica asociativa.

- Se amplía su capacidad de atención y su interés experimental.

DESARROLLO AFECTIVO-SOCIAL

- Entusiasta, amante de la actividad, impetuoso, pero equilibrado.

- Posee conciencia de sus límites y posibilidades.

- Empiezan a distinguirse con claridad intereses diferentes entre los varones y las niñas (atención a una educación no sexista).

- Evolución social hacia el grupo. Es capaz de lograr acuerdos y tener expectativas compartidas; mayor autonomía moral y actitudes de cooperación y tolerancia.

- Docilidad: adopta con agrado las normas y actitudes sociales.

REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES

Los requerimientos de calorías, proteínas, minerales y vitaminas de los niños y las niñas son bastante similares entre los cinco y diez años. Sin embargo, algunos ajustes serán necesarios en poco tiempo y a medida que se vayan acercando a la pubertad. De igual manera, se observarán algunas diferencias entre uno y otro sexo.

Las necesidades nutritivas en la adolescencia vienen marcadas por los procesos de maduración sexual, aumento de talla y peso. Este desarrollo requiere una cantidad elevada de energía y de nutrientes (guiainfantil.com, 2016) .Es por eso que desde ésta edad ya se debe contar con la nutrición necesaria. Los niños más activos requieren más calorías que los que no lo son.

Respecto a las carnes, se puede decir que suelen ser bastante aceptadas y poco rechazadas. Al igual que en años anteriores, deben elegirse magras, sean blancas o rojas. La leche continúa siendo una importante fuente de nutrientes y debe estimularse su consumo. Para aquellos reticentes conviene recurrir a alternativas dentro del grupo de lácteos, por ejemplo, el queso y el yogur, que la reemplazan satisfactoriamente.

Vale recordar que la dieta que completa de un niño de esta edad debe incluir por lo menos tres porciones diarias del grupo de lácteos, una del grupo de carnes, tres del grupo de vegetales y frutas, dos del grupo de cereales y derivados y cuatro del grupo de cuerpos grasos.

NUTRICIÓN Y AUTONOMÍA

Al llegar a los diez años los niños participan mucho más en su alimentación y son libres de escoger y decidir la cantidad y tipo de alimentos que consumen. Lo importante es poner a su alcance, tanto en casa como en la escuela, platos e ingredientes que les ean provechosos.

Durante esta etapa y las siguientes se verán tentados por la comida chatarra, llamada así por su bajo valor nutritivo. Igualmente, les atraen productos como gaseosas o bebidas cola, refrescos acucarados, golosinas, pasteles y productos procesados como las papas fritas, estos alimentos nunca deben