Influencia británica para el caos de Chile

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“Las inversiones de los británicos en el país se concentraron en los bonos del Estado —por una suma de 7 millones de libras esterlinas hacia 1880—, pero Gran Bretaña era la destinataria de entre uno y dos tercios del total de las exportaciones de Chile y la fuente de entre un tercio y la mitad de todas sus importaciones en cualquier año”.

La máquina de vapor, los ferrocarriles, los telégrafos, los bancos y las sociedades anónimas: todo jugó su parte a la hora de cimentar la sólida asociación de Chile con la economía internacional que se gestaba en todo el mundo7\Los políticos ocasionalmente tildaban a los comerciantes británicos de «nuevos cartagineses» o incluso (en un sentido más popular) de «infieles», pero en general su presencia fue recibida como un elemento vital en lo que se consideró ser, convenidamente, el progreso de la nación.

Gran Bretaña además entró de lleno en la industria del carbón a competir con industria chilena la cual subsistió de buena manera y pudo convivir con la producción del gigante europeo.

La incursión de los Británicos en la historia de Chile del siglo XIX, podríamos decir que fue dulce y más aún, ya que si bien grandes compañías engrandecieron su fondos monetarios resultado de la explotación de los territorios en Chile, también divisaron a Chile como una país en el cual se podía incluso vivir de buena manera, debido a ello es que incluso existen diversos estudios entre cuales señalan que aproximadamente un 4% de la población total de nuestro país en la actualidad tiene algún tipo de descendencia Británica, principalmente de aquellos viajantes, comerciantes y grandes capitales que visitaron chile en busca de expandir sus riquezas.

Volviendo al punto anterior la relación Chileno-Británico fue inmensamente destacable para los movimientos y relaciones del continente Europeo que se hacían en aquello tiempos; avanzados ya los años incluso la influencia se hizo aun mayor debido a la integración de las provincias del norte, que obtuviera Chile en la Guerra del pacifico y que sacó a reflotar de forma inimaginable la economía Chilena del siglo explotando de forma constante el salitre y el auge de este además del cobre, obteniendo grandes capitales para la realización de obras públicas en Chile, cambiando así la realidad de millones de personas que vieron cambiar a Chile de la noche a la Mañana, después de ser un país esforzadamente en vías de encontrar una solides constitucional y económica a divisar una país rico en recursos mineros.

Cabe mencionar para ir cerrando este capítulo que así como el auge de la economía nacional jugo un papel importantísimo en relación a las buenas nuevas para el Estado en general con respecto a esta metería. Por el contrario a nivel social se potenció la cuestión social arrastrada desde hace años atrás, pero ahora con las arcas fiscales abultadas la sociedad despertó, el peso de la noche ya no se hizo presente y la sociedad abogó por sus derechos y mejores condiciones de vidas, desencadenándose en una país aparentemente ordenado y estable la cruenta guerra civil del año 1891 bajo el gobierno de Manuel Balmaceda.