LA NUEVA MIGRACIÓN HACIA ESTADOS UNIDOS EN EL SIGLO XXI
Enviado por Kate • 2 de Enero de 2019 • 4.480 Palabras (18 Páginas) • 426 Visitas
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En sentido amplio, por migración se entiende el proceso de traslado de residencia desde un ámbito socio espacial, en el cual los seres humanos reproducen, producen e intercambian los elementos materiales y simbólicos necesarios para la satisfacción de sus necesidades e inquietudes vitales, a otro.
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Tema a desarrollar
LA MIGRACION HACIA ESTADOS UNIDOS EN EL SIGLO XXI
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Presentación de tema
Primero hablaremos sobre la migración:
La Migración es el traslado o desplazamiento de la población de una región a otra o de un país a otro, con el consiguiente cambio de residencia; dicho movimiento constituye un fenómeno geográfico de relevante importancia en el mundo.
Según el lugar del destino, la migración puede ser interna, cuando se realiza dentro de un mismo país; por ejemplo, del campo ala ciudad (éxodo rural); y externa, cuando se da de un país a otro. Tanto en el caso de las migraciones internas como las externas nos encontramos con los aspectos de: inmigración y emigración.
La inmigración está representada por aquella población que ingresa a un país o territorio en el cual no ha nacido; supone la entrada de población. Y la emigración está representada por la población que abandona una región o país y se residencia en otra; representa salida de población.
Los migrantes son llamados inmigrantes por los ciudadanos residentes del país o región que los acoge, y emigrantes por los naturales del país que se abandona; todo migrante es inmigrante y emigrante a la vez
En el pasado los movimientos migratorios tuvieron distintas causas, desde los éxodos realizados por nutridos grupos de población por motivos políticos, persecuciones religiosas, guerras y escasez, hasta las empresas de colonización de los territorios, descubiertos o conquistados.
En épocas actuales las migraciones son muchas y obedecen sobretodo causas laborales y políticas, Europa Occidental recibe inmigrantes de Europa del Este, de Latinoamérica y de África; y Estados Unidos recibe población desde Latinoamérica y Centroamérica.
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Antecedentes y análisis histórico
La historia del capitalismo está marcada por importantes desplazamientos de grupos humanos que se han visto en la necesidad de abandonar sus lugares tradicionales de asentamiento para dirigirse hacia donde las necesidades de la acumulación de capital los han convocado (Castles y Miller, 2004; Hobsbawm, 1977). Cierto, las migraciones anteceden con mucho a la historia del capitalismo, pero con éste la movilidad espacial de los hombres cobra dimensiones hasta antes desconocidas.
El proceso de despojo de las tierras a los campesinos, en lo que Marx llamó el proceso de acumulación originaria de capital; la subsecuente persecución de los desplazados que se resistían a la incorporación forzada al trabajo industrial en las emergentes ciudades de la Revolución industrial (en las condiciones descritas por Engels en La situación de la clase obrera en Inglaterra y por Dickens en sus obras literarias, ambas obras tan vigentes hoy como en el siglo en que fueron escritas) y la gran ola migratoria hacia Norteamérica de los campesinos y los artesanos excluidos del nuevo mundo industrial en el fin del siglo xix y principios del xx (Hobsbawm, 1977), son hitos de esa historia migratoria; que tiene otros importantes momentos en la diáspora judía frente al ascenso y consolidación del nazismo y en los desplazamientos forzados de campesinos rusos hacia distantes e inhóspitos destinos en la dictadura staliniana (Deustscher, 1971).
En América Latina, los procesos tardíos de industrialización en varios países (Argentina, Brasil, México) implicaron igualmente muy importantes desplazamientos del agro a la industria y del campo a la ciudad. Por supuesto, los procesos políticos impactaron de manera significativa dichos procesos de traslado masivo de la población entre diversas regiones y países. El ascenso de las dictaduras en Latinoamérica, por ejemplo, tuvo como consecuencia el reasentamiento de numerosos grupos de gente de Argentina, Brasil, Cuba, Uruguay y Centroamérica y el Caribe en varios países de acogida, entre los que destaca México, cuando éste aún practicaba su loable tradición (hoy abandonada) de brindar refugio a los perseguidos, como había sido el caso de los exilados españoles de la república.
En el presente, existe una nueva era migratoria mundial (Castles y Miller, 2004), al menos desde los años ochenta del siglo xx, que presenta tanto continuidades como elementos novedosos frente a las que la han precedido. El modelo de acumulación salvaje y depredador, característico del neoliberalismo, no puede prescindir de la disponibilidad constante de una fuerza de trabajo vulnerable, barato, sin derechos, dócil, flexible y sumamente móvil, susceptible de ser incorporada con gran facilidad y ductilidad en los trabajos más precarios que se generan a lo largo y ancho de las cadenas de valor globalizadas. Una fuerza de trabajo transnacional, acompañada de un enorme ejército transnacional de reserva, constituyen uno de los pilares básicos del modelo.
Ahora bien, esa vulnerabilidad y esa precariedad son construcciones sociales intencionadas, no accidentes o consecuencias inesperadas de la acción; son estrategias desarrolladas por actores intencionados, que van de los empleadores individuales a las grandes corporaciones transnacionales, a las ubicuas y diversificadas cadenas globales de producción, distribución, mercadotecnia y comercialización y, por supuesto, a los Estados (¿qué otra cosa son las legislaciones antiinmigrantes y los procesos de desmantelamiento de los Estados sociales y de destrucción del sindicalismo?) y organismos multinacionales de diversos tipos. Existen, por supuesto, razones de tipo estructural que así lo demandan (Benencia et al., s.f.). En el centro, se sitúan las necesidades e intereses del capital financiero especulativo, que están en el origen de la gran crisis por la que atraviesa actualmente el mundo y que, como lo muestran elocuentemente los casos de Grecia y España, trasladan finalmente el costo de aquélla a quienes han producido la base material del auge especulativo precedente: los trabajadores en general; pero especialmente los más vulnerables, los migrantes, que son los primeros en ser señalados como los causantes del problema y en ser desplazados no sólo de sus trabajos, sino también de sus lugares
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