LA PAZ A LA VUELTA DE LA ESQUINA.

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No es fácil saber que va a pasar y aunque las encuestas revelan que lo más probable es que va a ganar el Sí, es necesario participar y creer en que el voto ciudadano sirve como paso para llegar a la Paz, no la ideal, pero sí al menos aquella dónde dejen de existir las amenazas contra los contratistas, la exigencias del pago de vacunas, y tantas prácticas ilegales, que han profundizado la desigualdad en nuestras comunidades; por eso, aunque resulte difícil entender que después de haber cometido tantos crímenes, ahora los guerrilleros vayan a ser financiados por el Gobierno, hay que analizar la situación en contexto, y considerar que es mejor darle plata a los guerrilleros, para que dejen de usar las armas y las abandonen; pues de todos es sabido que gran parte de la plata de los impuestos, también se gasta en guerra y en esa medida, resulta mejor que se gaste en reintegración, en lugar de desperdiciarla en politiquería y corrupción.

La Paz es un concepto ideal y hasta subjetivo que no es fácil de conseguir, y aunque existen otros grupos ilegales y múltiples fenómenos de violencia, sería bueno pensar ¿Qué pasará en Colombia, cuando las FARC, como estructura insurgente, deje de existir?; para quienes no hemos padecido de frente su accionar o no hemos resultado afectados directamente, significaría la tranquilidad de saber que la violencia se reducirá; pero para quienes fueron afectados, seguramente será un alivio el sentir que ese capítulo por fin termina y que al menos por las balas de las FARC, ni una gota de sangre, ni una lágrima se volverá a derramar.

Las consecuencias del Acuerdo no son las más favorables y seguramente nos quedará una sensación negativa frente a la impunidad de los responsables de muchos de los crímenes cometidos; pero también tenemos que reconocer que a pesar de tanto despliegue militar Estatal, las armas tampoco fueron la vía perfecta, para terminar con el accionar de las FARC; y aunque ahora vayan a tener derecho a participar, ello no significa que vayan a mantenerse en el Congreso o que todo lo que digan será negativo para la Comunidad; por lo cual, ahora tenemos que aprovechar los diálogos y darle con el Sí, una oportunidad a la Paz.