LA ÉTICA Y LA POLÍTICA

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Ahora bien, como tercer enfoque es relevante hacer énfasis en las distintas fases que la relación entre ética y política a atravesado, debido a que desde el inicio de los tiempo ha resultado realmente controversial la aclaratoria entre ambos términos como un conjunto disciplinario necesario para el estudio de la conducta del hombre.

En una primera fase se encuentra la Grecia clásica con Platón y Aristóteles, donde se llego a considerar la ética como indispensable para poder llevar a cabo lo que es la práctica política, resultando una afirmación muy cuestionada para aquel entonces, pues se buscaba conseguir una forma de gobierno basada en un estado justo donde los gobernantes debían ser los mejores y los más inteligentes. Posteriormente, con la llegada de la siguiente fase donde se hace presente la tendencia de la teología y la escolástica se mantiene una hegemonía y a su vez entre la ética y la política, donde la política se radicaba en el poder de la iglesia.

Por otra parte, como segunda fase puede referirse a la relación entre política y ética es en la época de Santo Tomas de Aquino, donde continuaba afirmándose que la iglesia era quien debía impregnar al estado de sus principios, manteniendo aun a la política en sus manos.

Surge un cambio radical con la modernidad, se descubre la individualidad y el hombre comienza a dilucidar con respecto a su propia libertad, alejado de las coacciones sociales, dándole de esta manera una visión distinta entre la política y la ética, pues en esta época surge un nuevo concepto apegado a la libertad y el libre desenvolvimiento del hombre, donde se hace necesario analizar su comportamiento basado en un nuevo paradigma.