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LAS FARC -ACTOR POLITICO DEL CONFLICTO ARMADO

Enviado por   •  3 de Marzo de 2018  •  3.314 Palabras (14 Páginas)  •  368 Visitas

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A lo largo de estos años de guerra se han dado espacios para sentarse a dialogar y llegar a la firma de un acuerdo donde haya cese del fuego bilateral y se acuerden beneficios para ambas partes pero el gobierno de Colombia ha utilizado los diálogos como una herramienta para “suprimir al enemigo”, cometiendo crímenes de lesa humanidad contra sus militantes políticos como el conocido genocidio de la Unión Patriótica, la persecución militar teniéndolos como el principal objetivo militar de las Fuerzas Armadas, entre otros. Actualmente en La Habana, el gobierno de Colombia y las FARC-EP realizamos nuevos esfuerzos para alcanzar la paz, desarrollando un acuerdo que incluye contenidos pactados en una agenda general, de los cuales se han desarrollado varios puntos, entre ellos los que trataremos en este documento los cuales son participación política y víctimas.

Dejando claro lo expresado por el camarada Timoshenko (2014) y de acuerdo a sus planteamientos esbozados en el texto Pese a todo, persistiremos, sostenemos que:

“Nosotros no llegamos a una mesa de diálogos porque estuviéramos vencidos o desencantados, sino porque siempre hemos creído en las vías civilizadas, porque creemos que pese a todo es posible alcanzar, con el apoyo de las grandes mayorías colombianas, unos acuerdos dignos que se funden, por una razón elemental, en la proscripción bilateral de la violencia”.

HABLEMOS DE PARTICIPACION POLITICA. Para construir la paz que tanto desea y merece el pueblo colombiano es necesario tener presente la política pluralista como motor de la verdadera democracia incluyente y participativa que debe discutir los temas de interés nacional, generando los garantías adecuadas tanto para la oposición como para los habitantes que se encuentran en las zonas más olvidadas y abandonadas del país, es allí donde los nuevos movimientos sociales y los nuevos partidos políticos tendrán cabida para representar dichas zonas, generar su libre oposición y también tendrán espacio para promover y facilitar los espacios de formación y acción sobre sus principios y bases.

Es de suma importancia reconocer y dar lugar a aquellos grupos alzados en armas para generar el debate y la construcción equitativa de país apostando por las ideas de todos los representantes que asuman la vocería del pueblo, para llegar a ese momento de reconciliación nacional a esa paz con justicia social, que se debe construir no solo desde el congreso, ni solo debe quedar plasmada en el papel, esta será una de las principales acciones visibles para y en pro del pueblo colombiano donde no solo será un cese al fuego sino será esa trasformación cultural, social y política de la cual todos debemos apropiarnos con el fin de dejar atrás tantos años de dolor nacional.

En el ámbito político es importante un sistema de seguridad que propenda por la dignidad humana, derechos y libertades promoción y protección de las personas, este sistema debe ser implementado por el Estado, los partidos políticos, los movimientos sociales y populares, en la ciudadanía en general convirtiéndose en un tema de valores tales como el respeto y la tolerancia.

Para las FARC-EP es de suma importancia la paz, ya que esta nos conlleva a seguir construyendo el país que soñamos. El país que sin duda el pueblo colombiano merece, donde la corrupción, la falta de un buen sistema de salud, educación y vivienda sean cosas del ayer, donde el espacio de la democracia sea lo que debe ser y no lo que es. Por eso soñamos y aportamos a la paz que todos debemos construir como ciudadanos del pueblo colombiano. Con reparación, participación e inclusión, la paz está en manos de los 48 millones de habitantes que con suficiente entrega ayudaran a que esta sea posible.

ENTRE VICTIMAS Y VICTIMARIOS. Para nosotros es claro que la mesa de la habana pareciera que hubiera sido instalada para que llegáramos solo a preguntar donde hay que firmar, sobre el listado de imposiciones del estado, en las que se incluye el tema de las victimas, aduciendo que en ninguna parte del acuerdo general se contempla eso, y que si se pensara en ecuanimidad no se puede considerar valedera una actitud que desconoce por completo a la contraparte.

Para las FARC-EP existe un manto de silencio con el que la gran prensa ha tratado los distintos foros sobre victimas celebrados hasta la fecha. En todos ellos ha salido a relucir esa gran verdad: que los verdaderos autores y responsables por los horrores de este largo conflicto no solo hemos sido nosotros sino también el Estado, con sus aberrantes crímenes perpetrados por los agentes estatales, que va mas allá de las masacres y demás delitos de lesa humanidad que dicen hemos cometido solo nosotros durante nuestra lucha.

El Estado reconoció las victimas y expidió una ley para repararlas, ha pedido perdón un par de veces, como si eso bastara para cambiar las cosas, como si no estuvieran empeñados en dejar intacta la máquina del crimen.

El tema de victimas que continuara siendo discutido próximamente en la mesa de conversaciones de la habana ha generado una andanada enorme contra las FARC-EP en la prensa, quienes se esfuerzan por parecer neutrales, tras advertir que la responsabilidad de los agentes estatales comprometidos judicialmente en conductas ilícitas también debe ser señalada, terminan haciendo parte del coro general según el cual los peores delincuentes somos las FARC-EP.

entre sus principales valoraciones figura sin duda que la responsabilidad de los agentes del estado tenderá siempre a ser individualizada, ovejas negras o chivos expiatorios, por lo que el propio Estado a lo sumo será obligado a responder patrimonialmente y quizás constreñido a pedir perdón en cuanto omisiones o errores, sin que ello implique ninguna otra consecuencia jurídica o política. Una plata y una placa para la memoria bastarán para que nada cambie en Colombia.

“Por combatir ese régimen de terror estatal muchas hijas e hijos de este pueblo han ido a parar a las cárceles, miles fueron desaparecidos para siempre, devorados por las torturas la brutalidad, miles están inválidos, mutilados, esos son las guerrilleras y guerrilleros colombianos que santos y Uribe sueñan tener en la picota pública”.

Todo esto ha generado disputas ante la idea de ampliar el universo de las victimas, pues por un lado sugerimos que los prisioneros políticos fueran catalogados como tal, mientras que el Estado plantea que los miembros de la fuerza pública heridos, secuestrados o asesinados y sus familias puedan ser catalogados como victimas, dada su participación dentro del conflicto, entonces ¿Por qué no reconocer a nuestras familias y compañeros caídos también como victimas?

Además

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