La realidad compleja.

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La principal idea del texto es que aunque hemos ido avanzando en la búsqueda del conocimiento de forma insólita, la organización que hemos establecido del conocimiento, mediante “principios supra lógicos”, es errónea y nos lleva, inevitablemente, a la ceguera, al no entender la realidad como un todo complejo e indisociable, al no saber conjugar “lo uno y lo múltiple”. Es necesario resaltar también al menos tres ideas secundarias dentro de esta:

La primera sería la intención del pensamiento complejo por alejarse del paradigma de simplificación que impera en occidente. La segunda que todo lo planteado culmina con gravísimos problemas desencadenados por nuestra especie que afectan al planeta completo. Y para concluir, la tercera idea secundaria a resaltar sería la solución que propone el antropólogo francés de encarar la situación en la que nos hallamos y caminar hacia un pensamiento complejo que nos permita “civilizar” el conocimiento.

Pero, tal y como se nos planteó en el aula y profundizando en materia de clase, ¿tiene sentido hablar de una verdad completa? En este sentido, la ciencia no nos proporciona un único modelo de la realidad. Tampoco el método científico utilizado sería considerado como modelo único, ni se consideraría que tiene un final único. El resultado de toda investigación es un conjunto de fórmulas, más o menos verdaderas y parciales. Tales enunciados están interconectados y referidos a diferentes aspectos de la realidad. Por otra parte, el objetivo de la ciencia sería más bien el continuo perfeccionamiento de sus teorías y sus técnicas. En este sentido, Edgar Morin nos ofrece su particular método de investigación en relación a las ciencias sociales.

Llegados a este punto del comentario, es preciso hacer una breve mención de los principales autores que influenciaron en el pensamiento de Morin y por lo tanto, en la obra que estamos analizando. El autor bebe del socialismo de Karl Marx, con el que comparte ideas. También en su obra encontramos la crítica a “El Discurso del Método” de Descartes. Morin desaprueba la reducción a la que es sometido el conocimiento bajo la premisa del método cartesiano, al considerar que utiliza como verdaderas ideas simplificadas que según su parecer, despedazan el tejido complejo de la realidad. Es importante resaltar también, la influencia epistemológica de Karl Popper con la postulación de que cualquier proposición es científica si es refutable/falsable. Así, no podemos olvidarnos de Thomas Khun, puesto que en su método, aclara, existe una validez científica en su época, y una validez científica actual, es decir, la ciencia tiene un enfoque histórico que está en continua evolución. Además Khun planteó la palabra > provocando así cambios en el vocabulario de la filosofía de la ciencia que influirían notablemente en Morin. De la teoría de la auto-organización de Heinz von Foerster, tomó lo que le lleva a entender la complejidad de las relaciones e interacciones entre el orden, el desorden y la organización. De Durkheim, referencias a través del funcionalismo. También fueron importantes las influencias del reduccionismo y de diversos científicos tales como Watson y Crick, descubriendo así la “revolución biológica”, con el descubrimiento de la estructura de la doble hélice del código genético y de Gregory Bateson, que se orientaba hacia la Teoría General de Sistemas. Por último se topa con el pensamiento ecológico que prosperaba en Berkeley, cuya visión es incorporada también incorporada.[6]

Pero Morin también ha aportado notablemente a la ciencia social. El pensamiento complejo de Edgar Morin es importante para la historia de la sociología por la integración de la multidimensionalidad, logrando así cambiar el sentido de la propia metodología de estudio a partir de esta nueva visión, desde las ciencias experimentales hasta las ciencias sociales.

En su teoría de la complejidad, proyecta la resolución de los problemas que se presentan desde una visión más completa e integradora y con su paradigma constituye una nueva forma del pensamiento social contemporáneo. En definitiva el aporte del pensamiento complejo de Edgar Morin en la sociología es la creación de una nueva metodología de estudio. La sociedad así, se trataría de un ente complejo.[7]

Los problemas que describe Morin sobre la manera en que obtenemos el conocimiento, son ciertos. La disyunción, reducción y abstracción a la hora de organizar el conocimiento son la raíz del problema y hace que entendamos los hechos simplistamente y no como conjuntos o totalidades. Un ejemplo pueden ser el cómo tratamos los conflictos armados ya que aunque -como ocurre con frecuencia- todos sean culpables, solemos realizar una separación de buenos y malos basada en nuestros valores. Consideramos muy acertado añadir la multidimensionalidad que plantea Morin para conocer en profundidad los hechos. Así, no podemos entender, por ejemplo, un hecho social como el 15M, exclusivamente desde una perspectiva sociológica, siendo también necesario abordarlo desde otros campos como el de las ciencias políticas, la historia, la economía o la filosofía.

Por último y a modo de conclusión, añadir que hemos encontrado el texto atractivo, y nos ha invitado a la reflexión en todo momento. Consideramos necesario el planteamiento que nos hace Morin para analizar nuestra trayectoria como conocedores del mundo, identificar nuestros fallos e intentar ponerles solución. Hemos de decir también, que las soluciones que propone -teniendo en cuenta que carecemos de un amplio conocimiento de lo planteado en su obra El Método (1993)- no son claras y que las herramientas que nos ofrece son insuficientes, y que conllevaría a una renovación constante del pensamiento complejo, lo que supondría un campo de batalla extremadamente difícil y heterogéneo. En contraposición, por ejemplo, encontramos que en el marxismo sí se nos ofrece un método: nos ponemos en el lugar de la clase obrera y establecemos los principios de la dialéctica. En este caso sí tendríamos los instrumentos, que según nuestro parecer, serían insuficientes y poco clarificadores en el caso de Morin.

Creemos también que el autor, que aboga en todo momento por evitar el reduccionismo, adolece de este al mostrar su ideología. Explicamos esto; en la mayoría de textos que hemos leído de Morin, corroboramos la decepción y el alejamiento que se produjo en el autor con respecto al comunismo. Esto se evidencia mediante la puesta de ejemplos- mediante los cuales pretende explicar su filosofía- críticos con la doctrina marxista, el comunismo, la URSS, etc. Escoger este tipo de ejemplos cuando podría poner cualquier otro, nos dice bastante de su ideología y de su