La tragedia medioambiental y humana que todavía se sufre en la mina OK Tedi de Papúa Nueva Guinea
Enviado por tolero • 6 de Marzo de 2018 • 6.941 Palabras (28 Páginas) • 414 Visitas
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El gobierno quería utilizar los ingresos procedentes de la mina para desarrollar infraestructuras y semcios y para impulsar la importancia internacional de Papúa Nueva Guinea como gran exportador de minerales. El Banco Mundial alentó esa idea junto con el gobierno australiano. cuya Export Finance and Insurance Corporation ayudó a financiar los estudios preliminares en el Monte Fubilan (IWT [pic 6] y AIDAVATCH 1999:23).
En 1976. el gobierno de Papúa Nueva Guinea autorizó a EHP. la empresa minera más importante de Australia. a preparar un plan de explotación pala la mina. Cuatro años más tarde. el gobierno se involucró en una sociedad con la OK Tedi Mining Limited manejando el 20% de las acciones. Los accionistas eran EHP. Amoco Minerals y un consorcio de empresls alemanas (King 1997:98). La mina comenzó a funcionar en 1984 y en tan sólo una década se convirtió en uno de los productores de cobre más importantes del mundo. extrayendo unos 30 millones de toneladas de mineral. En 1996, el gobierno de Papúa Nueva Guinea poseía el 30% de las acciones, BHP el e Inmet, una compania minera canadiense. el 18% (King 1997:98).
Según la tradición consuetudinaria, prácticamente todo el territorio de Papúa Nueva Guinea tiene propietarios agrupándose sus duenos en pequeños clanes comunales (Hancock y Omundsen 1998:1). El Estado, sin embargo. reclama la propiedad legal de todos los recursos minerales existentes debajo de las tierras de la pmpiedad fundada en la costumbre. Consiguientemente. solamente el gobierno y sus potenciales socios corporatiwjs estaban emueltos en el pmceso decisorio para desarrollar las vetas del Monte Fubilan y cómo hacerlo. evaluando los potenciales impactos medioambientales y sociales de la mina OK Tedi y decidiendo cómo aliviar dichos impactos (Hancock y Omundsen 1998:3).
Los aproximadamente 2.000 propietarios del terreno que habitaban en la cabecera del rio OK Tedi p€Beian los derechos consuetudinarios del área que cubrían las operaciones propuestas (Finlayson 2002: 9); y sólo esos aldeanos fueron incluidos en las negociaciones con la empresa minera, acordando con la OIM[. un contrato de arrendamiento de
7.000 hectáreas de terreno a cambio de y paquetes de retribuciones que incluían dinero en efectiW). puestos de trabajo, semci(r; de educación y salud. Las comunidades indígenas que •\ivian abajo de la mina propuesta fueron excluidas de la loncla de consultas sobre la mina. Hasta 1997. después de que las escorias de aquélla habían destruido sus \idas durante más de una década, no se negociaron contratos de arrendamiento con estos como parte de un acuerdo de resarcimiento fuera del tribunal (Kirsch 2001:4).[pic 7]
M i na Ok Ted i, cuenca de l río F ly
[pic 8]
Antes de que el proyecto fuera aprobado. CJVM[. aceptó construir un embalse contenedor de residuos para proteger el rio Fly, siguiendo las recomendaciones de una Evaluación del Impacto Ambiental (HA) realizado por consultores australianos comisionados por la propia compañía. El informe concluía afirmando que aunque se construyera un embalse, el cobre y otros metales pesados acarrearían graves consecuencias para los peces de la zona lio abajo de la mina (Fownsend y Townsend 1996). En enero de 1984. sin embargo. un corrimiento de tierras destmyó los cimientos del embalse. Presionado por EHP. que no quería verse forzada a construir otro costoso embalse, el gobierno concedió un permiso temporal a C)TvlL para que descargara los residuos minelos en las cabeceras del rio OK Tedi. En 1988. tras la rebelión de los propietarios indígenas de la tierra de Eougaimille que forzó a cerrar otra importante mina de cobre de Papúa Nueva Guinea (la cual garantizaba también ingresos al Estado). el gobierno [pic 9]a C)TvlL la licencia temporal. que toda\ia sigue en vigor. para descargar desechos en el rio (Filer 1997:59).
Las repercusiones
Las consecuencias ambientales y sociales de estas decisiones han sido enormes y están bien documentadas. Durante casi dos décadas la mina ha vertido anualmente unos 30 millones de toneladas de residuos mineros contaminados de metales y 40 millones de toneladas de deshechos de roca en el rio OK Tedi. que a su vez desagua en el rio Fly Antes de desembocar en el Golfo de Papúa en el estrecho de Torres. el lio fluye a través de una densa selva tmpical, humedales y sabanas. Este sistema fluvial tiene la mayor diversidad biológica de Australasia, incluidas 128 especies autóctonas de agua dulce de las que se tiene conocimiento, siendo diecisiete de ellas únicas en la cuenca del rio Fly (Swales et al. 1998:100).
Este apilamiento crónico de vertidos ha tenido un efêcto devastante para las 50.000 personas que viven en 120 pueblos a lo largo de ambos rios y que dependen de ellos para la pesca de subsistencia y otros recursos fluviales derivados. Antes de que la mina abriese, el taro y el plátano crecían normalmente en los huertos de las aldeas, y en las liberas del lio las palmeras sago a menudo proporcionaban el alimento principal de las dietas locales. Pem desde principios de los años noventa, la acumulación de sedimentos en el rio y la consecuente inundación de las selvas han alterado extraordinariamente el medio ambiente local. Los bancos de pesca se han reducido entre el 70 y el 90%. los animales han emigrado. y unos 1.300 km cuadrados de vegetación han muerto o se han desertizado, obligando a la población a pescar y a cazar a grandes distancias (BHP 1999:9: Higins 2002:2). Las concentraciones de cobre en el agua son unas treinta veces superiores a las de los niveles del suelo. aunque el lio todavía satisface los estándares de agua potable de la Organización Mundial de la Salud (BHP 1999:8-9).
[pic 10] e s t u a [pic 11] [pic 12] [pic 13] [pic 14] [pic 15] c a s o s
Para el pueblo Yongom y sus vecinos que viven a lo largo de la parte inferior de los rios OK Tedi y Fly el impacto ecológico de la mina ha alterado un modo de vida secular: Desde finales de los años ochenta. ellos describieron en entrevistas y cartas angustiosas dirigidas a C)TML y a los funcionarios del gobierno cómo la contaminación y las inundaciones estaban destnryendo sus medios de •»icla tradicionales y de subsistencia, forzando a algunos aldeanos a abandonar la zona. «Los animales que •»iven a lo largo de las riberas del vio, como los cerdos, casuarios. pichones y bandicutes. han desaparecido... ahora los lugares de desove de las tortugas han quedado tapados». dijo alguien. «Antes las mujeres viajaban solas en canoa. pero actualmente el rio es demasiado peligroso» (Kirsch 1997:124). Un antropólogo que trabaja
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