Las transformaciones del capitalismo

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Toda esta serie de reformas fueron motivo de gran descontento social, a tal grado que para el 1º de enero de 1994 ocurrió un acontecimiento que marcó la historia de nuestro país y fue generador de una gran esperanza para los pueblos originarios y para los que aún creemos en un verdadero cambio hacia una vida más justa: El levantamiento zapatista.

Para diciembre de 1994 ya con Ernesto Zedillo sentado en la silla presidencial, el nuevo gobierno dio el anuncio a la iniciativa privada de la devaluación que se llevaría a cabo, esto a raíz del intenso endeudamiento interno y externo, y con esta información se comenzó un cambio de pesos a dólares muy acelerado, acabando con las reservas internacionales en cuestión de horas.

Después de todas estas etapas de crisis y descalabros de la economía nacional, para el año 1995 se dio un pequeño realce por las políticas de exportación del país, consecuencia de la firma del TLCAN. El comercio internacional de México siguió creciendo hasta el año 2008 hasta que se empezaron a notar los síntomas de lo que sería la Gran Recesión global empezando en los Estados Unidos, el principal importador de manufacturas y petróleo mexicano. La caída de las importaciones mexicanas fue brutal, el descenso de las exportaciones petroleras se tradujo en pérdidas multimillonarias, y de nueva cuenta todos los sectores públicos se vieron afectados; una historia de nunca acabar.

PROBLEMÁTICAS SOCIALES Y AMBIENTALES COMO CONSECUENCIA DEL NEOLIBERALISMO.

Si e aborda el tema de la ineficiencia del sistema capitalista y como repercute en la sociedad obligatoriamente se debe hablar de la desigualdad. La concentración de capital en manos de empresas transnacionales y la élite mundial ha dado paso a otras problemáticas sociales, como la hambruna, pobreza, racismo, vulnerabilidad, exclusión, etc.

En el caso de México, el control del 13% de la economía nacional para el año 2013 se encontraba tan solo en las manos de 15 personas, capital que asciende a 148 mil 500 millones de dólares[2]. Figuran en esta lista Carlos Slim, el hombre más rico del mundo por enésima ocasión; Ricardo Salinas Pliego, María Asunción Aramburuzabala; y Germán Larrea Mota Velasco, dueño de Grupo México, empresa encargada del despojo y saqueo de nuestros recursos ambientales.

La problemática social pasa a segundo plano cuando hablamos del medio ambiente. La crisis ambiental a nivel mundial es una crisis de humanidad, ya que el neoliberalismo ha impuesto la idea dominante de que la naturaleza es una mercancía que debe ser aprovechada y explotada al máximo. Dicha idea tomó forma con la reforma al artículo 27 hecha por Carlos Salinas de Gortari, que abrió las puertas al capital para la compra del territorio nacional en manos de los ejidatarios y comuneros, y se hace de nueva cuenta evidente con la pretensión de la privatización del agua en México en forma de la Ley General de Aguas, una ley tramposa que pretende despojarnos primero de todos los cuerpos de agua que hay en nuestro territorio para dárselos a empresas encargadas de comerciar el líquido, además de quitarnos el derecho a utilizar el líquido gratuitamente.

LOS BIENES COMUNALES COMO UNA ALTERNATIVA ANTE EL FRACASO DEL CAPITALISMO.

El andar de la historia nos ha demostrado que ni el mercado ni el Estado han sido capaces de mantener un reparto de bienes igualitario. El mercado solo busca la competencia y la riqueza para solo unos pocos, mientras que el estado es aún una forma paternalista y mira a la sociedad como alguien a quién debe dar los servicios básicos para una vida plena. La única solución desde una perspectiva crítica es la de vivir en comunidad, para esto, se debe ver el ejemplo de algunas comunidades indígenas de la actualidad y formar nuestro propio camino, pero siempre buscando el mismo fin.

El día de hoy existen muchos ejemplos de pueblos que luchan por una vida digna, por un trato justo que el gobierno se ha negado a dar, dado que las instituciones oficiales son capitalistas y coloniales. El más claro de estos ejemplos es el camino de los hermanos zapatistas, que bajo la consigna de Emiliano Zapata han logrado no solo tener la propiedad de la tierra que por derecho les pertenece, sino que gracias al apoyo de toda la gente de las comunidades han logrado revivir el modo de vida de nuestros ancestros.

La alternativa propuesta en el presente trabajo es anticapitalista, y retoma distintos rasgos antiguos de nuestros pueblos originarios, uno de ellos es la siembra del maíz. Sembrar la tierra como lo hacían nuestros abuelos es una espiritualidad completa, colectiva y comunitaria que de inmediato es una amenaza para los intereses capitalistas.

La siembra del maíz de nuestros pueblos va de la mano con el modo comunal de vida, es decir, los une un territorio que es pertenencia de todos, pero a la vez de nadie. En el modo comunal de vida siempre se ve primero por la comunidad, se trabaja en colectivo y nadie está arriba, todo es horizontal.

Al tener un territorio que nos hermana, y vivir en esta forma de vida en la que todos somos iguales, es de vital importancia la toma de decisiones, una toma de decisiones en a que todos tengan voz y voto por igual, dando paso a un consenso entre todos las miembros de la comunidad.

Para citar el ejemplo de una democracia directa retomo a las comunidades del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en donde para hacer la democracia se parte de las asambleas en donde son nombradas las autoridades, y no se juega el juego del papelito y las urnas como lo hacemos en el resto del país.

Para formar una verdadera alternativa frente al capitalismo se debe tomar en cuenta el trabajo en colectivo, la democracia directa, pero también se necesita un sistema de justicia que funcione de verdad, que no sea corrupto y castigue a quien lo merece, pero siempre con un trato humano y digno, y no siendo recluido de la sociedad como lo hace el sistema penitenciario federal. Para este caso cito el ejemplo de las policías comunitarias del estado de Guerrero, ya que han de practicar la justicia de una forma en la que llaman reeducación.

En la reeducación no se pretender criminalizar las conductas erróneas que cometen los miembros de la comunidad, es decir convertir a delincuentes a quienes infringen la ley impuesta por el sistema.

Su fundamento es que el castigo no puede provocar un cambio verdadero en los detenidos. Solamente la aceptación de los errores cometidos, la corrección de los mismos, en análisis y retribución a los afectados serían un modo por los errores.

Se ha demostrado que la