Literatura de la Violencia

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de que son distintos puntos de vista, la primera narra la desaparición, la tortura y los castigos desde la experiencia propia, mientras que la segunda narra la desaparición como “ajena”y empieza a ser el tema principal de la obra a medida que se va desarrollando la película. En “Cambio de armas”, Laura está siendo torturada y denigrada por el que dice ser su esposo, la protagonista esta viviendo la desaparición inconscientemente, ha sido encerrada en un apartamento en donde desconoce la situación en la que se encuentra. Laura no recuerda quien es o que hace en ese lugar, pero a medida de que el cuento transcurre, “La llamada Laura” entiende que amó a alguien, y que ese ser amado ya no está, al igual que ella, desapareció. Es por esto que Laura, la protagonista, personifica al pueblo argentino, a todasaquellas personas revolucionarias, opositoras al régimen de Videla que fueron víctimas de torturas, desapariciones y pérdida de memoria por el trauma psicológico que la represión de esta dictadura significó para ellos. Todas esas familias que perdieron a su hijo, madre/padre o esposo/a, que no volvieron a ver a sus seres queridos porque un día desaparecieron y 34 años después no han vuelto a casa y todo lo que tienen de ellos es un objeto, una foto, o un simple recuerdo. Esto es realmentelo que los argentinos buscaban con el monumento a los desaparecidos de la Plaza de Mayo, tener memoria histórica, recordar y tener presente a todas las víctimas de la dictadura con el fin de evitar una amnesia nacional y una posible repetición. La desaparición en “La historia oficial” es uno de los temas principales de la película, ya a medida que Alicia indaga en el pasado de Gaby con ayuda de una de las abuelas de la plaza de mayo, descubre que los verdaderos padres de su hija fueron desaparecidos y que su esposo no sólo había comprado a Gabriela, sino que se había rehusado a contar esa versión de la historia. Roberto, el esposo de Alicia, es un seguidor de de los ideales de Videla y está de acuerdo no sólo con la “adopción” de los hijos de los desaparecidos, sino que está de acuerdo con “eliminar del mapa”a todos esos terroristas que están en contra de los ideales de la dictadura. Es así como deducimos no sólo que Roberto estaba a favor del régimen, sino que Ana y el que se cree es su esposo fueron exiliados al ser “terroristas” a pesar de que seguidores como Roberto, hubieran preferido la desaparición.

En la época de la dictadura, la crisis de la identidad Argentina polarizó política y socialmente a la sociedad, en donde no solo los opositores aumentaron debido al permanente cuestionamiento de los valores que el gobierno de Videla ocasionó, sino que la credulidad e ignorancia llevó al pueblo a ser manipulado tanto por su “gobernador” como por las cabecillas de la oposición. La desaparición y la extracción de la identidad de los detenidos y desaparecidos deshumanizó a los argentinos y llevó a algunas organizaciones de derechos humanos a proponer el monumento mencionado anteriormente. Es por esto que el papel del monumento a los desaparecidos y las marchas tanto de las madres como de las abuelas de la Plaza de Mayo es fundamental en las dos historias ya que estas buscaban devolverle la identidad a aquellas personas que para el gobierno de Videla, eran terroristas inexistentes. Con base en lo anterior, Luisa Valenzuela muestra dos caras de un matrimonio que aunque no se muestra perfecto es convencional. Por un lado, nos muestra un hombre aparentemente preocupado por su esposa que a pesar de no estar constantemente en el apartamento, no simula ser un mal hombre; pero por otro lado, la autora mezcla lo dicho anteriormente con escenas pornográficas que humillan y degradan a la protagonista. A pesar de esto, Laura se muestra cooperativa e indiferente a las acciones de su esposo, por ejemplo cuando la expone frente de “Uno y Dos”, los dos guardias que se encuentran a fuera del departamento mirando por la mirilla de la puerta, observando la escena como si estuvieran observando un acto de entretenimiento. La protagonista no solo permite estas escenas, sino que ignora los sobrenombres como “perra”y “puta” que el “sinnombre” le grita mientras hace que ella se vea al espejo del techo, primero por obligación y después por placer, en donde ella reacciona ambiguamente, en parte con deleite físico y, en parte con rechazo total a esta escena de humillación y violencia. De igual manera, Luis Puenzo muestra una dualidad en el matrimonio de Alicia que aparenta ser muy bueno, tiene una hija hermosa y un esposo autoritario pero que no llegaba a lastimarla. Roberto aparenta ser un buen esposo, ama a su hija y a su esposa, es autoritario en cuanto a las decisiones que Alicia no cuestiona pero le da la libertad de trabajar y desenvolverse en el mundo que obviamente, el construyó. Esta libertad y esa perfección en su matrimonio y en su vida se derrumba cuando la necesidad de Alicia por conocer la verdad hace que deje de ser sumisa, obediente y respetuosa ante su marido, quien se niega a colaborar en su búsqueda. Es así como Alicia pasa del desconocimiento, la incredulidad y la debilidad al conocimiento, la verdad y la fortaleza. La represión, las desapariciones, las múltiples muertes, los secuestros y torturas fueron el detonante para que surgieran levantamientos y manifestaciones en contra del régimen de Videla, en donde los argentinos exigían el retorno de la democracia,

de su libertad y de su identidad como nación. Estos levantamientos hicieron que, finalmente, Videla entregara el poder en 1981 y empezara la lenta transición a la democracia y a la libertad Argentina. Con la finalización de la dictadura, se concluye “Cambio de Armas”, en donde Roque, el “sinnombre” la obliga a conocer la verdad aunque ella se rehúse a escucharla y a aceptarla, ignorando el tema y diciéndole repetidas veces que no se vaya y que se quede con ella: “Estoy muy cansada, no me cuentes las historias, no hables tanto. Nunca hablás tanto. Vení, vamos a dormir. Acostáte conmigo.”(Valenzuela, 1982). Es aquí cuando Roque le devuelve a Laura el revólver y con él, la memoria de su actividad revolucionaria, llegando así al inconcluso final que la autora deja a manos del lector. De igual forma, “la