Pobreza en México, ¿Qué tan real es?

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Ahora bien, esta es la situación actual y el posible futuro al que se enfrenta esta mujer. Pero ¿cómo llego a este punto? El CONEVAL ha formulado un Sistema de Indicadores sobre pobreza y género, entre los que se destacan el acceso a los recursos, el trabajo doméstico no remunerado y la dinámica dentro del hogar. En el caso de las mujeres la posibilidad de padecer pobreza se incrementan gracias a estos factores, ya que culturalmente la mujer se considera como una productora de riqueza inferior que el hombre, se le encasilla más en rol de ama de casa, un trabajo por el que no recibe paga. Socialmente, durante su juventud se suponía que la mujer atendiera a los hijos en lugar de perseguir una carrera, ni siquiera se le permitía aspirar a una educación superior por considerarlo inútil para las labores del hogar.

Otro de los factores que tiene gran impacto en la situación de la señora Leticia, igual que en la situación de millones habitantes en este país es la idiosincrasia. Esa realidad en la que optan por vivir, donde todo es culpa del gobierno por ser corrupto, ineficiente o autocrático, (lo cual no va muy alejado de la realidad) o donde todos somos responsables por ser conformistas y apáticos. El problema de esta línea de pensamiento es que se culpa a todos, y como todos son culpables, nadie los es. Esto es una entelequia. Una forma de mirar el mundo sin un conocimiento real de la situación. Por ello resulta fácil descargar la responsabilidad en hombros ajenos, o justificarse en las circunstancias desventajosas que acompañan el camino a la pobreza.

Un ejemplo de ello es la migración de las zonas rurales a las zonas urbanas en nuestro país. Una persona no es pobre por vivir en una zona rural, porque el campo este maldito o cualquier otra razón arbitraria. Esto obedece a fenómenos microeconómicos, donde el productor no controla su producción y por lo tanto no puede aumentar sus beneficios. Si las personas entendieran un poco más de economía, y supieran administrarse en la escasez la historia sería diferente. Desafortunadamente el nivel educativo en México es uno de los más bajos de la OCDE. Donde una vez más se cae en un círculo vicioso de rezago educativo y pobreza.

Siguiendo la línea anterior, cuando se analiza el desarrollo económico global, se supone que las grandes concentraciones urbanas se conviertan en economías de aglomeración, con un efecto de desbordamiento que beneficie a los habitantes de las grandes ciudades y de los de las zonas circundantes. En cambio, en México la pobreza urbana y de las zonas metropolitanas corresponde a casi el 70% del total de los pobres en todo el país. En lugar de la convergencia económica que podría esperarse, la concentración de la pobreza se ha agudizado en las zonas urbanas. Esto se debe en gran medida a la distribución desigual del ingreso per cápita, la constante alza de los precios y la caída en el poder adquisitivo del salario mínimo.

Si tuviera que enumerar las principales causas de la pobreza en el país, sin duda pondría el rezago educativo como una de las principales, inmediatamente seguido por la falta de una regulación adecuada del salario mínimo y la falta de inversión en infraestructura. Este último lo menciono por ser un elemento clave en la macroeconomía, al menos desde mi punto de vista. Ya que si bien es cierto que existe mucha inversión extranjera en el país, una infraestructura más fuerte nos haría más atractivos para invertir y proveería de movilidad laboral.

Conclusiones.

La pobreza no es un tema ajeno a nadie que viva en nuestro país, no se necesita ser pobre o conocer a alguien en situación de pobreza para darse cuenta de lo grave que es el problema. La falta de administración de los recursos escasos nos afecta a todos de una manera u otra, pretender lo contrario es absurdo. Las enormes brechas económicas provocan brechas culturales y sociales, al permitir que casi la mitad de la población viva en situación de pobreza es dañino a corto plazo para los afectados y a largo plazo para el país completo. Es el caldo de cultivo para la desnutrición, las altas tasas de mortalidad, la delincuencia y muchos otros estigmas que aquejan a las sociedades menos desarrolladas. La inversión en educación, la correcta regulación de las leyes laborales, un gobierno eficiente y la infraestructura adecuada serían los puntos básicos a cubrir a fin de cambiar la situación. Desde mi posición como estudiante universitaria, lo primero sería formarme una opinión más crítica e informada sobre cómo funciona la economía del país y actuar de manera acorde, contribuyendo con toda mi capacidad a fin de legar un país más estable a futuras generaciones.

Bibliografía

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Nevárez, J. B., Castro, M. C., & Reynoso, L. H. (2014). El impacto en los primeros años de aplicación del programa Oportunidades por tipo de pobreza en México y Baja California, 2002-2006. (Spanish). Estudios Fronterizos, 15(30),