Segundo tratado sobre gobierno civil. John Locke
Enviado por Ensa05 • 4 de Enero de 2019 • 1.055 Palabras (5 Páginas) • 489 Visitas
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- La mutua transferencia de derechos es lo que los hombres llaman CONTRATO. (Leviatán, pág. Cap XIV)
La única manera en la cual los hombres pueden vivir disfrutando de derechos naturales o adquiridos es en base a un contrato, un contrato que al ser suscrito por todos es de estricto cumplimiento.
- La tercera ley de naturaleza, justicia. De esta ley de naturaleza, según la cual estamos obligados a transferir a otros aquellos derechos que, retenidos, perturban la paz de la humanidad, se deduce una tercera ley, a saber: Que los hombres cumplan los pactos que han celebrado. Sin ello, los pactos son vanos, y no contienen sino palabras vacías, y subsistiendo el derecho de todos los hombres a todas las cosas, seguimos hallándonos en situación de guerra. (Leviatán, pág. Cap XV)
De la misma manera que Locke pretende defender una liberta, llamada como natural, Hobbes insiste en el cumplimiento para el bienestar de los ciudadanos.
- Por tanto, donde no hay suyo, es decir, donde no hay propiedad, no hay injusticia; y donde no se ha erigido un poder coercitivo, es decir, donde no existe un Estado, no hay propiedad. Todos los hombres tienen derecho a todas las cosas, y por tanto donde no hay Estado, nada es injusto. Así, que la naturaleza de la justicia consiste en la observancia de pactos válidos: ahora bien, la validez de los pactos no comienza sino con la constitución de un poder civil suficiente para compeler a los hombres a observarlos. Es entonces, también, cuando comienza la propiedad. (Leviatán, pág. Cap XV)
Luego de leer este punto podemos entender el valor de la ley positiva, pues sin ella nuestro existir en este mundo sería caótica.
- Esta es la cuarta ley de naturaleza, que puede expresarse en esta forma: que quien reciba un beneficio de otro por mera gracia, se esfuerce en lograr que quien lo hizo no tenga motivo razonable para arrepentirse voluntariamente de ello. En efecto, nadie da sino con intención de hacerse bien a sí mismo, porque la donación es voluntaria, y el objeto de todos los actos voluntarios es, para cualquier hombre, su propio bien. (Leviatán, pág. Cap XV)
Interiorizándonos en el ser humano y su acción axiológica se nos propone cumplir con nuestro deber al tener a favor nuestro un beneficio, accionar de tal forma que nadie pueda tildar nuestro accionar como perezoso o inútil.
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