Taller “CONVIVIR ES VIVIR EN COMPANIA DE OTROS”

...

∙ Mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.

∙ Crear un clima institucional positivo.

∙ Contemplar y favorecer la educación emocional.

∙ Contribuir a la evaluación institucional.

∙ El desarrollo profesional y la reflexión sobre la propia práctica de los docentes, en los aspectos referentes a la formación integral de los alumnos.

El procurar en los alumnos el desarrollo autónomo y las habilidades tales como la resolución de problemas, como el aprender a aprender, supone un proceso de reflexión y autoconocimiento acerca de las formas en que cada alumno se acerca al conocimiento. La autoimagen cumple un papel central en el aprender: si un alumno piensa que “no puede”, “que no es bueno para tal materia”, es muy probable que se cumpla “esa profecía”. Incrementar el autoconocimiento y la autoestima supone: evidenciar y promover la reflexión acerca de aquellos procesos que el alumno pone en juego en el camino del aprendizaje. Es indispensable que el estudiante perciba un clima de respeto sobre su propio estilo de aprendizaje, que se respeten sus ritmos, intereses y capacidades. Es preciso para ello establecer una relación satisfactoria con los orientados, de modo que se sientan aceptados, valorados y ayudados.

Por todo ello, el orientador debe:

- llevar adelante un proceso dinámico y permanente, paralelo a la vida del sujeto; que de una manera continuada, se preocupe de ofrecer en cada momento, lo más adecuado a las posibilidades de cada individuo, teniendo en cuenta las circunstancias en que está enmarcado.

-continuar un proceso de ayuda, ayudar al sujeto para que por sí mismo y con entera libertad, sea capaz de adaptarse a la realidad y resolver sus problemas.

-se debe facilitar al sujeto un mejor conocimiento de sí mismo, y a partir de él, establecer una línea de actuación personal que procure la máxima felicidad interna y el máximo equilibrio personal, se debe facilitar la formación de personas responsables, con criterios propios y capacidad de decisión.

-Y debe contribuir en la dimensión social, puesto que el hombre manifiesta su conducta en un ambiente social, enmarcado en una serie de circunstancias espacio – temporales, humanas y sociológicas. Es importante que conozca muy bien el contexto donde va a actuar. De esta integración depende en gran medida, su felicidad personal. Se pretende que el ser humano contribuya con su esfuerzo al enriquecimiento del medio en que vive, contribuya en la convivencia.

La convivencia grupal y la construcción colectiva de normas

La convivencia es la capacidad de las personas de vivir con otras en un marco de respeto mutuo y solidaridad recíproca; implica el reconocimiento y respeto por la diversidad, la capacidad de las personas de entenderse, de valorar y aceptar las diferencias; los puntos de vista de otro y de otros.

La convivencia escolar se genera en la interrelación entre los diferentes miembros de una comunidad educativa de un establecimiento educacional que tiene incidencia significativa en el desarrollo ético, socio- afectivo e intelectual y constituye una construcción colectiva siendo responsabilidad de quienes participan del proceso educativo e incide en la calidad de vida de todos los miembros de la comunidad, en los resultados de los aprendizajes y en el mejoramiento de la educación. Aprender a convivir es parte del proceso de E-A (Enseñanza – Aprendizaje), el cual supone tener en cuenta el entorno social, cultural y afectivo de cada uno de los miembros de la comunidad.

La institución escolar no es únicamente un lugar donde los alumnos acuden a aprender, sino además de ello, pasan una buena parte de su niñez. Es una comunidad de seres en las que existen diferentes caracteres, una comunidad que tiene influencia sobre esos seres; así mismo participa en las condiciones de desarrollo de cada uno de ellos.

El clima de la escuela sustituye al de la familia, por el maestro respecto a sus padres, y los compañeros respecto a los hermanos. Los compañeros, son al principio unos desconocidos, que no tardarán en ser rivales en ciertos aspectos. Cada niño es mirado por otros con alguna indiferencia o con un interés, objetivo que se cambia más a menudo en hostilidad y a veces en simpatía. Lo importante es que sin normas de convivencias que regulen estas relaciones terminan en conflicto.

La convivencia es un aprendizaje: se enseña y se aprende a convivir.

Consideramos que, para que un “vivir en compañía” sea significativo para todos, tenemos que plantear las “NORMAS DE CONVIVENCIA” desde un principio, pero no de una manera autoritaria y sin sentido sino con calma, buscando el consenso y la aceptación de todas las normas a cumplir durante el siguiente año escolar, por ello la importancia de que los estudiantes participen en la formulación de las normas de convivencia, pues de esta forma se construye la responsabilidad grupal e individual para su aplicación.

Debemos “reflexionar, analizar y tomar decisiones” a través del diálogo, la comprensión, el respeto y la empatía antes situaciones. Siempre hay cambios y también continuidades que debemos tener en cuenta. A partir de ello podemos plantear la construcción de una BUENA CONVIVENCIA con los siguientes pilares fundamentales:

- La integración social.

- La autonomía.

- El desarrollo de actitudes democrática.

Basados en la participación: todos/as debemos expresar lo que sentimos y lo que opinamos para poder tomar decisiones que beneficien al grupo; la empatía: ponerse el lugar del otro cuando surge algún conflicto es muy buen ejercicio para comprender lo que está sucediendo; la responsabilidad: de todos, en el cumplimiento de nuestros deberes; el respeto: por las ideas, las opiniones, los pensamientos de otros, siempre nos ayudará a fortalecer al grupo.

Este es nuestro gran desafío “nos animemos a esta construcción” para vivenciar una buena convivencia ya que ésta nos ayudará a: aprender, a crecer, a tomar decisiones y a valorar las normas consensuadas para potenciar nuestra forma de enseñanza, para garantizar el aprendizaje de los alumnos, para abrir las puertas y enfrentarnos a una sociedad que nos exige ser ciudadanos responsables, críticos y participativos.

El presente taller, pretende ser un aporte al conocimiento