Teoria de la Comunicación- La Teoría de Usos y Gratificaciones

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—De la gratificación de la reafirmación individual: Con la exposición a los medios se produce una reafirmación de conductas, opiniones, creencias…

+ Por el contexto social (Ej.: Reunirse para ver un partido de fútbol).

A pesar de que la Teoría de Usos y Gratificaciones es muy categórica a la hora de establecer conexiones muy rígidas entre determinadas clasificaciones de contenidos que satisfacen determinadas necesidades, no es rígida en el establecimiento de relaciones de causalidad de este tipo puesto que hay una gran variación en los tipos de contenidos que satisfacen determinados tipos de necesidades.

Lo que sí se ha sugerido son cosas como, por ejemplo, que hay algunos medios (novelas, cine…) que satisfacen necesidades que tienen que ver con la auto-gratificación: nos ayudan a conectar con nosotros mismos. Mientras que, por otra parte, hay otro tipo de medios (diarios, radio, televisión…) que gratifican necesidades que tienen que ver con la conexión del individuo con el mundo exterior, con el mundo social.

No obstante, la mayor parte de los estudios sobre usos y gratificaciones se hicieron sobre la televisión, que era el medio estrella de la época.

Hay dos grandes perfiles de usuarios de televisión:

— Los usuarios de carácter instrumental: Son más selectivos a la hora de exponerse a la televisión. Tienen una pauta de exposición más activa (son más protagonistas). Predominan las gratificaciones buscadas por parte del público. Acostumbran a tratar cuestiones de información, temas de conversación… Buscan referentes.

— Los usuarios de carácter ritualista: Es mucho menos selectivo. Tienen una pauta de exposición más pasiva (se dejan llevar). Sus gratificaciones no son buscadas, sino obtenidas sin más. Se dejan llevar. Los contenidos son de diversión, de entretenimiento…

Esta teoría se ha aplicado desde los años 70 en la investigación de diversos medios de comunicación y en los últimos años ha ganado un cierto protagonismo para el estudio de las nuevas tecnologías de la comunicación, especialmente en el ámbito de las redes sociales. En las redes sociales, el usuario adquiere un protagonismo que no había conocido hasta entonces en el campo de la comunicación mediática; por tanto, en este ámbito, el estudio de usos y gratificaciones de los medios de comunicación tiene mucho más sentido.

Las Escalas de Likert son el mecanismo a través del cual se investiga la Teoría de Usos y Gratificaciones.

Son escalas que miden en dos direcciones: por una parte mide el nivel de “acuerdo” que el encuestado muestra en relación a algún enunciado; y, por otra parte, se escalan los enunciados en función de la intensidad de las gratificaciones que se quieren medir.

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17/11/2016

¿Qué tipos de motivaciones genera la decisión de las personas a acercarse a los medios y exponerse a ellos para tratar de satisfacer algunas necesidades?

A partir de aquí volvemos a una perspectiva teórica crítica.

La economía política de la comunicación

Estos estudios se empiezan a desarrollar a partir de los años 60, sobre todo en los Estados Unidos. No es una teoría propiamente dicha, sino una perspectiva de estudio de la comunicación mediática. Y esta perspectiva de estudio tiene unos fundamentos claramente críticos, que se encuentran en el fascismo. Y es una nueva versión sobre estudios críticos de la comunicación mediática del s. XX tras la Escuela de Frankfurt, con la que no comparte una conexión estrecha. Ambas tienen un origen marxista pero, tienen inquietudes muy diferentes y hacen unas adaptaciones del marxismo muy desiguales.

Antes de los años 60 ya salieron algunos trabajos relacionados con esta teoría; pero La economía política de la comunicación no es una perspectiva local, sino sistémica, es decir, intentar explicar el funcionamiento del sistema de medios de manera global y teniendo siempre en cuenta el contexto social y económico en el cual se está dando.

Definición: La economía política de la comunicación consiste en describir y examinar el papel de las instituciones —especialmente empresas y gobiernos— responsables de la producción, distribución e intercambio de las mercancías de la comunicación, y para la regulación del mercado de la comunicación.

En esta definición de lo que es La economía política de la comunicación se identifica un territorio de trabajo. En ella, hay algunos conceptos que resultan especialmente significativos y que indican de forma bastante clara los objetivos de esta perspectiva (sobre todo cuando se refieren a conceptos como “mercancías de la comunicación”, “empresas”, “intercambio”), lo que da a suponer que lo que está detrás de esta perspectiva es una idea materialista. Lo que interesa es ver la dimensión más estructural (desde el punto de vista marxista), más básica de la comunicación mediática. La comunicación mediática no es significado, ideología, cultura… (diferencias con el interaccionismo simbólico). Lo que cuentan son las empresas que producen los contenidos, como estos productos se intercambian en un sistema económico determinado (el capitalista), y como interviene el sistema político en cuestiones económicas.

Los primeros trabajos de La economía política de la comunicación se han de situar en los EEUU en los años 60. Después, empezaron a surgir diversas aportaciones en Europa y en América Latina. En Europa hay también una tradición crítica de carácter marxista, la Escuela de Frankfurt. En Latinoamérica representa un modelo de comunicación que encajaba muy bien con lo que pasó en los años 70 con los medios de comunicación y ayudaba a entender qué es lo que estaba pasando, puesto que dependía de los EEUU, el cual dominaba todo el flujo comunicativo en Latinoamérica.

Autores:

Dallas Walker Smythe y Herbert Schiller.

El marxismo no solo alimentó La economía política de la comunicación y la Teoría crítica de la Escuela de Frankfurt, sino que también dio paso a los Estudios culturales (los cuales veremos más adelante).

Aunque la Economía política de la comunicación y los Estudios culturales tienen en común el marxismo, sus enfoques diferentes: mientras que los Estudios culturales