Trosky vs Stalin

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Por otro lado, como ya hemos señalado y como señala el profesor Fernández García, “La revolución rusa cambió el mundo de manera radical. Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que fue el principal acontecimiento histórico del siglo XX. Por primera vez, los explotados y oprimidos, la inmensa mayoría de la población, asumían en sus manos las riendas de su destino desde el poder del estado y lanzaban el grito de insurrección a todos los desposeídos del planeta. Los bolcheviques fueron quienes inspiraron y dirigieron la toma del poder por los soviets. Fueron la dirección política de la revolución.” (Fernández García, 1990)[5]

Es admitido hasta por sus contrarios que Trotsky fue una importantísima figura dentro de la revolución. Siendo Presidente del Sóviet de Petrogrado, y del CMR (Comité Militar Revolucionario), que llevó a cabo la insurrección bolchevique. La creación y la figura de comandante del Ejército Rojo están atribuida también a León Trotsky, que combatió en la guerra civil interna contra los reaccionistas o restauracionistas. Estuvo totalmente en contra de la burocratización que llevó a cabo el estalinismo, con una lucha constante, intransigente y de forma desigual ideológica y políticamente. Fruto de ello fue lo que le costó la vida a él, a sus familiares y compañeros.

En contraposición al trotskismo, el estalinismo tiene su origen en la mencionada burocratización del partido único y del estado soviético. Hablamos de un proceso de tipo objetivo cuya causa está fundamentada en la derrota de la revolución europea, haciendo hincapié en la alemana (recordemos que uno de los principales objetivos de Marx, pensamiento que guiaba a los revolucionarios, era el socialismo universal, la extensión de la ideología marxista a todos los territorios del globo). El resultado de ello fue un aislamiento de la revolución situando el epicentro en la zona rusa, lo que causó un atraso económico, social y cultural del país, más la guerra civil interna entre mencheviques y socialistas revolucionarios contra los bolcheviques, lo que trajo a sí la muerte de la mayoría de los obreros que impulsaron el proceso de la insurrección y la revolución bolchevique que dirigió la toma del poder. Las ciudades fueron perdiendo la masa humana, y los obreros que no resultaron muertos se desplazaron de nuevo al campo. Mientras sucedía todo esto a la clase obrera “pura” revolucionaria, empezó a surgir una, si se me permite la expresión ahora que está tan de moda, “casta burocrática”: “arribistas”, técnicos y especialistas del régimen zarista en el seno del partido. La mayoría de ellos no habían tomado siquiera partido en la guerra civil anteriormente mencionada, y cada vez ocupaban más cargos de las administraciones públicas. La cara visible de todo este proceso de construcción burocrática social fue Stalin.

Similitudes claro que pueden verse entre ambas corrientes ideológicas, si nos vamos a la raíz del origen de éstas en la persistencia de una revolución proletaria. Pero lo que más las destaca son una serie de diferencias totalmente irreconciliables, inconexas, contrapuestas. Son visiones, situaciones, totalmente antagónicas ante el fenómeno de la lucha de clases, por lo que los objetivos que tienen marcados son realmente distintos.

Para empezar, el bolchevismo/trotskismo fue el resultado de una ola revolucionaria de dimensiones estratosféricas, de un ascenso de la revolución fruto de la Primera Guerra Mundial. Por el contrario, el estalinismo es fruto del retroceso que se vivió socialmente, de la derrota de la expansión internacional de la revolución entre los años 1919 y 1923. “Fue el resultado de un aislamiento de la revolución en un país tan atrasado como Rusia en esos años.” (León, 2010)[6]

Con trotskismo no hay estalinismo. Prueba de ello es que para que Stalin y su tropa llegaran a controlar el estado soviético, tuvieron que destruir todo aquello que representaba a su contrincante, a casi todo el Comité Central de Lenin que dirigió la insurrección. El trotskismo es heredero de un movimiento de masas, del espíritu revolucionario de obreros que lucharon contra las barreras del régimen zarista, del marxismo-leninismo, del bolchevismo. Se funda la IV Internacional para luchar contra la burocratización del sistema que estaba llevando a cabo Stalin y los suyos en el seno de las administraciones soviéticas. Nahuel Moreno, dirigente trotskista argentino, lo decía en uno de sus discursos: “(…) lograr una sociedad mundial sin clases ni explotación, para que la humanidad progrese, haya abundancia para todos, no haya guerras y se conquiste una plena libertad. Para conseguirlo, lucha por expropiar al imperialismo y a los grandes explotadores, terminar con las fronteras nacionales y conquistar una economía mundial planificada al servicio de las necesidades y el desarrollo de la especie humana (…) Lucha para llegar al gobierno y desde allí destruir el estado capitalista. Es decir, quiere destruir las instituciones del gobierno burgués. Quiere que la clase obrera asuma el poder político e implante sus instituciones democráticas. Quiere construir en cada país donde triunfa la revolución un estado obrero fuerte, que ayude a que la revolución triunfe en los demás países. Desde el gobierno de ese estado obrero quiere planificar la economía, federándose con los otros estados obreros, para hacer avanzar las fuerzas productivas. Desde ese estado obrero quiere revolucionar el sistema social, eliminando la propiedad burguesa de los medios de producción a nivel nacional, y ponerlo al servicio de esa tarea a nivel mundial. Y sólo después de haber liquidado la resistencia de la clase capitalista en el mundo, esos estados obreros o federaciones de estados obreros comenzarán a desaparecer y, con ellos, también desaparecerán el estado y el partido” (León, 2010). El estalinismo por el contrario, sería el paradigma de la contrarrevolución. El asesinato masivo de revolucionarios contrarios al régimen de imperialismo centralista en un único país que impuso Stalin es el claro ejemplo de ello.

Como decía Trotsky, la diferencia entre el estalinismo y el bolchevismo después de la purga no fue una línea sangrienta, sino todo un torrente de sangre. “La aniquilación de toda la vieja generación bolchevique, de un sector importante de la generación intermedia, la que participó en la guerra civil, y del sector de la juventud que asumió seriamente las tradiciones bolcheviques, demuestra que entre el bolchevismo y el estalinismo existe una incompatibilidad que no sólo es política, sino también directamente física” (Trotsky, 1937) Efectivamente, como dice León Trotsky, el principal objetivo de Stalin al llegar a la cúpula del poder del estado soviético

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