Un Estado laico en Colombia

...

A través de la constitución de 1991, Colombia garantiza la libertad de conciencia; La constitución especifica que “ningún residente en Colombia será molestado por razón de sus convicciones o creencias y garantiza la libertad de cultos (lo que quiere decir que) toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva”[14]. Esta constitución, expresa ese carácter laico, abriendo el dialogo y el muto respeto entre las diferentes creencias, respeta los derechos y trabaja con una visión integradora para todos y todas sin ningún tipo de exclusiones; También nos da a entender que todas las creencias religiosas e iglesias son igualmente libres y respetadas ante la ley.

En esta constitución Colombia, dejo de ser un Estado oficialmente católico para ser un Estado laico, gracias a esta constitución se llegó a una real libertad de cultos; “rompió con ese dominio que tuvo la iglesia católica hasta ese momento, rompiendo con la intolerancia, con el rechazo así las otras creencias de la misma como la persecución a los protestantes durante los años 1953-1957”[15] debido a eso fue necesaria la separación del Estado con la iglesia católica y además se encuentra respaldada esta necesidad en la biblia “Dad al Cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”[16], por ello la o las iglesias deben apoyar la laicidad.

Aunque existen ciertos motivos que nos hacen pensar en que Colombia no es un Estado del todo laico, los rechazos que ha recibido la sociedad de los L.G.B.T.I. ( Lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales) por parte de la misma sociedad, una persecución contra estas personas prohibiéndoles el matrimonio, o la adopción de niños, aunque “el Estado Colombiano confirma la validez del matrimonio entre personas del mismo sexo”[17] y que “las parejas podrán adoptar menores de edad sin que su orientación sexual sea impedimento”[18] algunas creencias religiosas y/o personas rechazan esto; Pero así como existe este rechazo, desdé los años 90 Colombia ha venido evolución en ese tema jurídica y socialmente.

“ En 1993, Carlos Montaño se convirtió en la primera persona en Colombia en cambiarse el nombre por uno del sexo opuesto; En 1996, se emitió la sentencia C-098 que prohibía la discriminación por la orientación sexual; En 1999, un fallo de la corte constitucional determino que la homosexualidad no era una falta disciplinaria en las fuerzas militares; En 2003, la sentencia T-499 aprueba las visitas conyugales en las cárceles por personas del mismo sexo; En 2007, se les otorga derechos patrimoniales; En 2008, con la sentencia C-336 se determinó que tienen derecho a recibir la pensión de sobrevivientes; En 2009, con la sentencia C-029 las parejas homosexuales adquirieron muchos derechos como la indemnización del SOAT, subsidio de vivienda, entre otros; La sentencia C-577 del 2011, declara que las parejas homosexuales tienen los mismos derechos que las parejas heterosexuales en unión libre; En 2015, la corte constitucional determino que la identidad sexual del solicitante no puede ser criterio para definir si puede adoptar o no y en el 2016 la sala plena de la corte constitucional declara que ningún juez o notario podrá negarse a celebrar matrimonios entre parejas del mismo sexo.”[19]

Puedo decir que, después de la constitución de 1991 el país fue asimilando la comunidad L.G.B.T.I., eliminando esa ignominia y todo esto fue gracias a esa constitución, esa carta magna que se estableció como laica, se ha mantenido y se ha fortalecido con el paso de los años.

Había mencionado que en la actualidad existe una resistencia frente a un Estado laico, en mi caso estoy de acuerdo con que un Estado sea laico por los beneficios ya mencionados que nos da el mismo; El mismo papa Francisco ha defendido el modelo de un Estado laico con una ley de libertad religiosa, indica el pontífice “Un Estado debe ser laico. Los Estados confesionales terminan mal, esto va contra la historia. La laicidad acompañada de una sólida ley que garantice la libertad religiosa ofrece un marco para avanzar”[20], el que niega la laicidad niega la libertad de conciencia, de religión. Estaría muy bien que todas las personas estén de acuerdo con un Estado laico, eliminar esa resistencia, ese estigma.

Es muy importante que un Estado sea laico y no hace falta mencionar los motivos porque espero que ya estén claros; Pero no quiere decir que no existan los Estados confesionales, que son los que han adherido una religión en específica como religión oficial del Estado como Inglaterra, Dinamarca, Islandia, Grecia, Ciudad del Vaticano, Costa Rica entre otros, que han adoptado la religión cristiana; O como Afganistán, Pakistán, Omán, Reino de Marruecos, Yemen, entre otros, que han adoptado el islam. Y también existen Estados aconfesionales que son los que nos adhieren ninguna religión como oficial del Estado pero tienen acuerdos con ciertas instituciones religiosas como es el caso de España que su constitución resalta que “ninguna confesión tendrá carácter estatal, los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”[21] y Paraguay que también se declara aconfesional en su constitución.

A manera de conclusión, podemos repasar algunos elementos centrales: la laicidad se puede entender como esa garantía sobre los derechos humanos fundamentales, es condición de vida de un Estado democrático. Soy partidario del Estado laico, lo apoyo y no solo por el hecho de que todas las personas de mi país puedan practicar la fe o la creencia elegida sin ser por ello discriminado o perseguido, ni por el respeto por parte del Estado con los homosexuales o miembros de la comunidad L.G.B.T.I., sino por la importancia de que la fe no tenga poder.

En Colombia, el Estado laico se ha constituido en garante de muchas libertades y derechos que antes no existían o no eran reconocidos. En nuestro país, la laicidad del Estado se ha venido construyendo paulatinamente desde la constitución de 1853, en la cual “hubo una separación del Estado con la iglesia y se terminó la personalidad jurídica de la iglesia católica”[22], plantándose en la constitución de 1991 manteniéndose y fortaleciéndose, aunque en la actualidad algunos partidos políticos y funcionarios públicos acuden a las autoridades religiosas en busca de legitimidad política. Una de las principales obligaciones del Estado moderno es preservar la libertad de conciencia, que, generan una inevitable diversidad de creencias, las cuales pueden ser o no religiosas, pero que obligan al surgimiento de cada una de las creencias