Alejandro Aravena

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Robert Hewison popularizó el término "industria del patrimonio" en su libro de 1987 del mismo nombre, donde señaló que Gran Bretaña se estaba convirtiendo en "un gran museo al aire libre". Una generación, esta industria sigue siendo un gran negocio y una piedra angular del juego de la regeneración que exige que las ciudades deben recoger el trabajo de los arquitectos de la firma. Estas obras se muestran posteriormente como una galería al aire libre con el fin de competir con otras ciudades para atraer el dinero de los visitantes o de los inversores. A pesar de que, en estos tiempos crujidos por el crédito, se supone que estamos en una era post-icónica, los iconos que fueron ordenados antes de la recesión todavía están siendo completados.

El museo Riverside de Zaha Hadid Architects es el último en un archipiélago de edificios que cada uno proclama individualmente, no "soy un monumento", sino "soy un icono". Primero llegó el Armadillo de Foster, el Centro de Exposiciones y Conferencias de Escocia (1997) y luego el Centro de Ciencias de BDP llegó en 2001. Enfrente está el "Barrio Digital", entre los que se encuentra el edificio más sobrio de la BBC de Chipperfield en Escocia. Así que cuando el Ayuntamiento de Glasgow lanzó la competencia en el 2004 para el Riverside, estaba buscando una marca reconocida que diseñara una imagen fácilmente digerible o un espectáculo que pudiera ser mercantilizado y vendido en todo el mundo. Atraer visitantes es, después de todo, la función principal del edificio.

Con su techo de zinc escalado, se parece a cinco serpientes amorosamente cuchara

Esto es desafortunado para el arquitecto local Gareth Hoskins, que vino segundo a Hadid en la competición. A pesar de todos los comentarios sobre el hecho de que el Museo de la Ribera fuera "derivado de su contexto" y "fluyendo desde la ciudad hasta el río", el edificio podría estar situado en cualquier lugar y, como un autoproclamado "cobertizo blando" Ser utilizado para casi cualquier cosa. Al igual que cualquier buena marca global, es tan diametralmente opuesto a un regionalismo crítico como podría posiblemente ser previsto y está enteramente desprovisto de cualquier carácter o referencia de Glasgow.