Módulo Educación: Primera Evaluación Parcial Anneleé Villafaña
Enviado por Rimma • 20 de Diciembre de 2018 • 2.364 Palabras (10 Páginas) • 396 Visitas
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2. En relación al siguiente video, realice un análisis de los prejuicios que operan sobre niños y niñas: www.youtube.com/watch?v=OFpYj0E-yb4
De acuerdo al video, se establecen ciertas características que definirían el comportamiento de los niños en aula, las cuales no dejan de ser sesgadas por el nivel sociocultural y evidencian una homogeneización de las actitudes. En resumen, se asume que el comportamiento de las niñas es el estándar, atribuyéndoles características únicas para ellas, como ser ordenadas, y buenas alumnas, utilizando el argumento de que los niños decaen académicamente debido a que no se "valoran" sus intereses. El análisis se basará en la propuesta de que las escuelas sean "más amigables con los niños" de acuerdo a cuatro consejos: 1. Convertir a los niños en lectores, 2. Inspirar la imaginación masculina, 3. Ser más flexibles con la tolerancia cero y 4. Traer de vuelta el recreo.
En un primer momento, podemos darnos cuenta que en el proceso de enseñanza-aprendizaje expuesto en el video se muestran ciertos prejuicios del sistema de género, como por ejemplo los imaginarios sociales, los estereotipos, las ideas preconcebidas sobre los roles, y como es el presente caso, los prejuicios positivos y negativos sobre las habilidades de hombres y mujeres en las distintas áreas del conocimiento y los prejuicios positivos y negativos sobre las destrezas de hombres y mujeres para desenvolverse en la vida cotidiana. En otras palabras, se muestran estereotipos que son cultivados desde la infancia en adelante, por ejemplo, las niñas no son tan buenas en jugar al fútbol como los niños, y no tienen ni idea de los coches. En cambio ellas saben mejor cómo bailar y no meterse en travesuras con tanta frecuencia como los niños. Otro ejemplo de estereotipo es el interés inherente de los hombres por los deportes y los comics, dejando de lado la sensibilidad, asociada a las niñas. Por lo tanto, los estereotipos corresponden a imágenes sociales, que se propagan con mucha eficiencia por medio de diversos canales, por ejemplo, la escuela y que contribuyen, además, a su producción y mantenimiento (Martínez Labrín, S., & Bivort Urrutia, B., 2013)
Paradójicamente, pese a que el feminismo educativo se ha esforzado por alejar a los estereotipo de género de la educación y podemos ver que algunas niñas se interesen por las ciencias y la matemática, los niños se pueden encontrar menos preparados para cualquier intento de que se involucren más positivamente en las artes creativas, de interpretación o humanidades. De la misma manera que los niños, si los maestros esperan que los niños se comporten peor que las niñas, porque en promedio lo hacen, pueden perderse completamente los problemas de conducta de las niñas o tratar a los chicos bien comportados como anómalos, lo que puede distorsionar las expectativas e invisibilizar el comportamiento de alguno. Cobra importancia aquí el enfoque en las diferencias sexuales, pero también debemos tener presentes otras variables importantes relacionadas con el aprendizaje, como la edad, la madurez física, los problemas de salud mental y los entornos domésticos, por nombrar sólo algunos. Educar a niños y niñas es una tarea compleja, y no podemos olvidar mirar el panorama más amplio. Después de todo, eso es lo que se trata de aprender, considerar a todos los actores:
Para poder lograr una educación eficiente, es imprescindible restituir tanto la dignidad de la educación como la del profesor. Ningún cambio educacional es posible, si el profesor no está involucrado en el proceso de transformación, imprescindible para una educación moderna. Es necesario recuperar la presencia y la prestancia del profesor y reconocer su extraordinario papel, tanto en el proceso de transmisión, difusión y producción del conocimiento, como en la formación personal de sus alumnos (Jadue, 1999)
En cuanto a los puntos de la lectura e imaginación masculina, los estereotipos están marcados por la "cultura dominante patriarcal", la cual relaciona a los niños con videojuegos, violencia, pensamiento lógico, etc. En este sentido, la ciencia de la computación y la ingeniería son estereotipadas en la cultura chilena moderna como campos orientados al hombre que involucra el aislamiento social, un enfoque intenso en la maquinaria y la inteligencia. Estos estereotipos son compatibles con cualidades que son típicamente más valoradas en los hombres que las mujeres. Como resultado, cuando los estereotipos de informática e ingeniería son más destacados, los niños reportan mayor interés en estos campos. Por ejemplo, los resultados del TIMSS, un estudio de tendencias en Matemáticas y Ciencias que compara el desempeño de alumnos de cuarto y octavo básico, en 2016 Chile fue el país con mayor brecha de género, donde los niños superan a las niñas en un amplio margen (CANAL13, 2016). También en el SIMCE se observa una brecha a favor de los niños en los resultados de Matemáticas y de las niñas en los de Lenguaje. En la PSU, se evidencia que la brecha de género en Matemáticas sigue vigente y que las mujeres pierden su ventaja en Lenguaje (Comunidad Mujer, 2014). Colateralmente, la estereotipación no sólo bloquea la flexibilidad, sino que también simboliza las diversas categorías sociales como bandos opuestos y con esto, posibilita la segregación y el conflicto entre ambos grupos, junto con una visión binarizada y excluyente.
Sin embargo, la alteración de estos estereotipos, al ampliar la representación de las personas que realizan este trabajo, el trabajo en sí y los entornos en los que se produce, aumenta significativamente el sentido de pertenencia e interés de las niñas en el campo. Por lo tanto, los estereotipos académicos sirven como guardianes, acercan a los niños a ciertos campos, pero también limitan las oportunidades de aprendizaje de las niñas.
Podemos cambiar los estereotipos de los estudiantes de la cultura utilizando intervenciones relativamente simples a los entornos, los medios de comunicación y diversificando el tipo de personas que representan estos campos. En lugar de estereotipar los campos, un enfoque más exitoso implica crear culturas inclusivas para que aquellos que están considerando estos campos no necesariamente tienen que encarnar los estereotipos para creer que encajan allí. Una manera concreta de crear culturas inclusivas es considerar quién es seleccionado para representar el campo y qué mensajes él o ella señala sobre el tipo de estudiante que pertenece al campo. Si hay diversidad en quién es presentado, envía el mensaje que una variedad de gente puede tener éxito. Por último, también es importante cambiar las historias contadas en los medios sobre
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