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Pontificia Universidad Javeriana Facultad de ciencia política y relaciones internacionales

Enviado por   •  31 de Octubre de 2018  •  1.264 Palabras (6 Páginas)  •  473 Visitas

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El establecimiento absoluto de un régimen comunista en Oceanía, conllevaría a una serie de transformaciones en cuanto a la concepción de la verdad, el individuo, la libertad y la paz, con base a la dominación adquirida para modificar el pasado, influyendo directamente en la reproducción de la realidad que concibe el proletariado y el partido externo. Añádase a esto el hecho de que el partido bajo el principio de “quien domina el pasado, domina el futuro”, logra transformar los paradigmas preexistentes que son base de identificación para concebir que está bien o mal, que es verdad o no. La estructura social está organizada de manera jerárquica, fundamentada en el principio de odio irracional al enemigo y amor equivalente al Gran Hermano. En cuanto a la organización jerárquica, el Gran hermano es la máxima representación del partido. En segundo lugar, se posiciona el partido interno o comité central, el cual hace referencia a la sociedad aristocrática de Oceanía, siendo un total del 2% de la población. En tercer lugar, se encuentra el partido externo, que se conforma de la burocracia del Estado encargada de cumplir y realizar las labores que permiten el funcionamiento del partido. Estos son vigilados en cada momento por la tele pantalla. Por último, se encuentra el Proletariado que representa el 85% de la población. Ante el partido, ellos son vistos de igual forma que los animales, pues cuentan con “libertades” de las cuales son exentos los miembros pertenecientes al partido. Para continuar, se disponía diariamente de forma obligatoria “dos minutos de odio” y posteriormente de la “semana de odio”, en las cuales se le mostraba a los miembros del partido el enemigo del pueblo que era Goldstein, una de las figuras contrarrevolucionarias más importantes del partido conspirando por la libertad de prensa y pensamiento, el fin de la dictadura del partido y la paz con Eurasia, motivos que provocaron su imagen de enemigo.

Dicho todo lo anterior, la obra de Orwell permite entender la esencia del totalitarismo: la eliminación de la verdad. La permanencia del poder requiere de la disposición de los medios necesarios y el perfeccionamiento de tácticas de manipulación para penetrar en la mente del ser humano, en su funcionamiento, distorsionando las nociones de la realidad, de lo verdadero o de lo falso. A pesar de la advertencia histórica, en el presente es posible pensar que la verdad se ha hecho irrelevante, que es susceptible de modificación y que la lucha por el poder es también una lucha por quién puede decirnos cuáles son los hechos del pasado sobre los cuales se construye el presente para conquistar el futuro.

La propuesta Orwelliana sustenta la presencia de una vigilancia masiva que, aunque en la actualidad no es tan explícita como en el libro, sí existe, en cada teléfono, número de celular, conexión a internet e información que compartimos. Al poner la situación en la actualidad, son las redes sociales y la conexión al mundo digital el que puede rastrear las huellas o pedazos de información que vamos brindando día a día.

El término Gran Hermano acuñado por George Orwell no sólo ha sido objeto de estudio para la academia sino que traspasó al ámbito del entretenimiento en la sociedad de hoy. Son numerosas las versiones que se apropian de todas aquellas características para poner a un grupo de personas en situaciones similares, esta vez con un objetivo final o recompensa. Con los Reality Shows se puede observar cómo al pasar de los días, aquellos que deciden hacer parte del proyecto, pierden la noción de estar dentro de una vigilancia permanente, el juego pone sobre la mesa la posibilidad de construir un camino para llegar a la recompensa en donde se quiebra al participante de igual forma en la que es quebrado Smith, y al finalizar no se puede reconocer la integridad del personaje y quien llega a la final es alguien totalmente diferente al que entró.

BIBLIOGRAFÍA

Nuñez, L, De la utopía clásica a la distopía actual, Nueva época, 1985

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