Las industrias culturales y la maza
Enviado por Kate • 3 de Marzo de 2018 • 2.445 Palabras (10 Páginas) • 470 Visitas
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con la lucha social.
La maza (Anexo 1) fue escrita por Silvio en 1979 y publicada en el disco “Unicornio” en 1982. En una entrevista por la revista La Bicicleta de Chile en 1984, Silvio responde sobre el significado de alguna de sus canciones:
“-«La maza».
*Es un poco la razón de ser artista, de su compromiso, que no se deja seducir por los artificios y superficialidades que suelen acompañar a algunas manifestaciones escénicas...
-¿La cantera es el pueblo?
*La cantera es donde se sacan los cantos, la maza es con que se golpea. Si no hubiera una cantera de donde sacar un producto, algo, para qué serviría la maza.
-Es decir que tú sacas tu canto de las vivencias del pueblo o podría o podría ser que la maza es la que moldea el mármol, es decir, que el cantor moldea la conciencia del pueblo...
*No no se me había ocurrido. Es al revés, lo primero.” (Godoy s/f)
La canción tiene ese elemento crítico del que hablan Adorno y Horkheimer, Silvio a través de la música y de la poesía intenta rescatar la fuerza que se tiene para repensar las cosas. En esta canción expresa el compromiso de lucha que tiene para con la sociedad, se pregunta qué cosa sería una vida sin compromiso, sin corazón y sin cuestionamientos sobre lo que se hace. Comparte de una manera espontánea el férreo acercamiento a una vida de lucha por ciertos ideales, distintos y compartidos entre varias personas y países: justicia.
“Qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera,
qué cosa fuera la maza sin cantera”.
La maza es el poder crítico que conlleva el arte en sí mismo, sin dejarse llevar por la lógica del mercado o el consumismo, es el artista en sí mismo, la canción; la cantera es el medio por el cual se transmite y se muestra esta maza, que podríamos interpretarlo como el compromiso o la espontaneidad, reflexiones y contenido que este tipo de canciones (en el contexto mencionado) comienzan a llevar.
“Si no creyera en lo más duro
si no creyera en el deseo
si no creyera en lo que creo
si no creyera en algo puro”
La canción lucha contra la pasividad del consumidor, contra los oyentes pasivos (hechos así por las contradicciones de la realidad y las industrias culturales) al fomentar y dar cuenta que se debe de creer en los propios juicios, luchar por los propios ideales y creencias.
Desde el punto de vista de Marcuse, la canción habla de la terrible represión que sienten los cantantes y escritores al no poder/querer escribir de acuerdo a sus creencias e ideales debido a las industrias musicales y por querer vender discos u otros. La letra expone una ruptura con esta represión, donde uno debe de seguir sus impulsos e instintos y no dejarse llevar por las necesidades y restricciones del sistema.
“Ay, qué cosa fuera,
qué cosa fuera la maza sin cantera.
Un amasijo hecho de cuerdas y tendones,
un revoltijo de carne con madera,
un instrumento sin mejores resplandores,
que lucecitas montadas para escena”
La canción en sí está en contra de la alienación e industrias culturales de la que la escuela de Frankfurt desarrolla; al hablar de los principios, de lo que se cree, de lo que se vive, se alegra y se sufre se desprestigia lo hecho sin estos sentimientos y sin todo aquello que sea espontáneo, puro. Las industrias culturales alienantes han hecho/hacen que las canciones pierdan ese toque de profundidad, simbolización, lucha y representación de distintos contexto debido a una producción en masa para los consumidores desarrollando así no sólo música sino también cine, teatro y otros con contenidos muy banales que siguen estructuras parecidas (cierta temática, ritmo parecido, etc.) para poder seguir influenciando de maneras similares a la moda impuesta y constituir géneros musicales que no conllevan a este momento crítico o reflexivo que el arte, como elemento crítico debería generar.
Conclusiones
La escuela de Frankfurt marcó una nueva tarea en la agenda antropológica la cual fue cuestionarse y criticar sus orígenes colonizadores; además de brindar nuevas herramientas como la reflexión y la crítica para no quedarse en acciones meramente descriptivas o clasificatorias. La teoría crítica en este sentido, cuestiona, como diría Gramsci, la hegemonía de los sistemas y la clase dominantes (capitalismo) sobre la realidad y la transformación de las personas a consumidores.
En esta línea se debe rescatar el rol que cumple el arte como elemento negativo (crítico) aunque pueda ser también convertida a un mero espectáculo de las industrias culturales. Se debe rescatar las posiciones artísticas y artistas en general (músicos, actores, etc.) que no permiten la constitución y transformación total del marco artístico en un mercado totalmente controlado.
La nueva canción latinoamericana desde varias décadas viene cumpliendo este rol crítico a partir de una composición comprometida y de lucha. La canción de Silvio Rodríguez, La Maza, es un ejemplo de personas que aún tienen esa lucha contra la represión, con un arte espontáneo y sin influencias de un mercado que busca la mera venta (varios de estos artistas han sido censurados, expulsados, etc.).
Así tanto la nueva trova cubana como la nueva canción latinoamericana ha permitido la aparición de varios discursos comprometidos y de varios géneros que intentan recuperar y hacer esa música libre y sin modelos, pero aún así las industrias culturales siguen siendo una constante amenaza que pueden introducir a cualquier género dentro de una lógica del mercado con tal de seguir satisfaciendo necesidades y determinar las sociedades.
“El verso ha de ser como una espada reluciente
que deja a los espectadores las memorias
de un guerrero que va camino al cielo y
al envainarla en el sol se rompe en alas”
Mis Versos, José Martí (1882)
Bibliografía
ADORNO, Theodor y HORKHEIMER, Max
1998 Dialéctica
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