Análisis detrás de la pizarra.

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están rotas y las paredes despintadas, tampoco hay libros de texto.

Le informan que los alumnos se encuentran en el patio tomando su recreo, y se sorprendió al darse cuenta de que uno de ellos (Danny) estaba fumando. Les pide entrar al aula de clases y ahí se percató de que no hay nada de disciplina en el grupo. Al principio ella no se adapta del todo bien al entorno nuevo en el que ahora trabaja, platicando a los niños sobre sus vacaciones navideñas donde hizo muñecos de nieve, siendo que algunos de los niños ni siquiera conocen la nieve. Algunos le platican sus historias acerca de cómo llegaron a ese albergue.

Al terminar las clases, Stacey se va completamente desanimada a su casa a donde llega a llorar, por lo que su esposo la anima y le dice que no se debe rendir. Entonces ella decide hacer las cosas diferentes al día siguiente. Se vuelve un poco más estricta por así decirlo, ya que de no hacerlo seguramente sus esfuerzos hubiesen fracasado.

Ella trata de localizar en varias ocasiones al Dr. Ross (la persona que la contrató) para solicitarle apoyo e informarle de la situación en la que se encuentra la “escuela”, sin embargo no obtiene respuesta. Ese día tiene un altercado con Candy quien entra abruptamente a la clase para llevarse a sus hijas mientras realizaban un examen de diagnóstico que resultó ser un fracaso, además de que la enfermera de la escuela le informa sorpresivamente a Stacey que está embarazada, cosa que ella no se esperaba.

Se da cuenta de que si quiere ver la escuela en buenas condiciones lo tendrá que hacer por ella misma, por lo que ese fin de semana lo pasa decorando el aula con ayuda de algunas personas como Nelson y María quien le comenta que esa es la escuela más fea que haya visto en su vida.

Así comienzan las clases el siguiente lunes, en un salón de clases completamente renovado y por supuesto mucho más motivante para los niños que se encuentran sorprendidos ante este positivo cambio. Esto fue un gran impulso ya que a partir de este momento las cosas se fueron dando con más facilidad entre los alumnos y la maestra, los estudiantes comienzan a florecer, lo que demuestra su gran sed de aprender. Sus padres reaccionan con satisfacción y orgullo por el conocimiento de sus hijos. Además recibe la sorpresiva ayuda del Dr. Warren, con quien se había contactado anteriormente, y quien se encarga de equipar el aula al enviar butacas nuevas, libros de texto y diversos materiales que facilitan el aprendizaje de los pequeños.

El proceso no está exento de problemas, como cuando los niños que están progresando de manera impresionante de repente son sacados de la escuela por sus padres que se ven obligados a salir del refugio, un ejemplo de esto es María cuyo padre violó las leyes del lugar y se vio obligado a marcharse, por lo que la profesora se ofrece a cuidar de ella mientras su papá encuentra un lugar estable, a lo que él accede. Stacey empieza a darse cuenta que su tiempo con estos niños transitorios es tan importante para ella como lo es para ellos y muy pronto que no puede imaginarse a sí misma la enseñanza en cualquier otro lugar.

Poco a poco comienza a entablar una relación cada vez mejor con los padres de familia, aprovechando también sus talentos. Por ejemplo, cuando les regalan un piano se da cuenta de que una de las madres sabe música, etc. Viendo el éxito que se está obteniendo y sintiéndose cada vez más apegada a los niños, Stacey decide proponerle a su esposo la idea de convertir esa escuela en una escuela de verano, con el argumento de que mientras menos tiempo pasaran sin hacer nada, mejores cosas se podrían hacer con los alumnos. Él accede, y es cuando decide convertirse en el entrenador de los niños, para fomentar el deporte en ellos.

El padre de María regresa y viven por un corto tiempo más en el refugio, hasta que sorpresivamente se marchan a Texas sin avisarle a Stacey, pero sin embargo continúan su relación por teléfono.

Finalmente la profesora da a luz, y pese a que una nueva maestra había sido asignada ella regresa a clases, donde ahora enseña ella junto con la nueva docente.

Reflexión.

Debo admitir que no soy una gran fan de ver películas en la escuela, ya que mi atención se dispersa muchísimo; sin embargo, esta logró captarla al 100% desde el inicio. Me imagino que esto se debe al hecho de que son situaciones completamente reales y a las que tarde o temprano nos vamos a tener que enfrentar.

Es verdad que hasta cierto punto todas tenemos la idea que tenía Stacey al principio: que llegaremos a una escuela completamente equipada, con buenas instalaciones y todo a nuestra disposición. No obstante, y a pesar de que sabemos que en la realidad va a ser diferente, creo que no nos va a “caer el veinte” sino hasta el momento en que de verdad lo vivamos.

Y por supuesto, cuando llegue este momento debemos tomar en cuenta varios aspectos, como el hecho de que nosotras nos debemos adaptar a los niños, no los niños a nosotras. En todo momento debemos basarnos en la forma en que ellos viven, para así no cometer el mismo error de la profesora que fue querer llegar a platicarles sobre cosas que ellos jamás en su vida han visto o experimentado.

También debemos acostumbrarnos a una nueva forma de trabajo, así como a los materiales y recursos que tengamos disponibles, ya que no siempre se nos van a brindar todas las comodidades.

Pero sobre todo, y lo más importante: hay que tomar en cuenta que no debemos esperarnos a que “alguien” haga algo. Debemos entender que nosotras somos ese “alguien”, y que si queremos ver la diferencia debemos empezar por nosotras