La música y los cambios emocionales en el infante

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Este papel que desempeña en la organización de las relaciones espaciales es sumamente importante ya que contribuye al dominio y canalización de las emociones puesto que requiere del control de las expresiones faciales y corporales logrando de esta manera que aquellos infantes con dificultades en la expresión de emociones y sentimientos consigan despertar sus energías latentes e impulsos (Lacárcel, 2003). Para los infantes de educación preescolar que suelen tener problemas para expresarse la música suele ser un canal de expresión muy viable.

Es muy importante reconocer que los niños en edad preescolar tienen un constante cambio emocional, lo cual hace que las relaciones interpersonales se hagan una labor muy tensa de lograr, por tal motivo el implementar el uso constante de las pistas musicales en las aulas con el propósito de focalizar una solo emoción en el infante, es decir canalizar sus emociones (ibídem), hace que dichas relaciones entre sus demás pares se forjen de la manera más armónica y autónoma posible, dejando para el docente solo la tarea de reforzar éstas.

Retomando a Lacárcel (2003) los docentes de educación preescolar constantemente deben hacer uso de pistas musicales que exalte al niño a expresar sus emociones más recónditas de su persona, que en gran medida no son puestas al descubierto por parte del infante al no sentirse seguro y en un entorno de confianza; dicho ambiente de confianza lo debe proporcionar el docente desde su propia participación como ejemplo para su alumnado de apenas 3 a 6 años de edad.

Sigmund Freud decía: ¨con la música soy casi incapaz de obtener goce alguno. Una disposición racionalista o quizá analítica se resuelve en mí para no dejarme conmover sin saber por qué lo estoy y qué me conmueve.¨ (citado en Oxenstein, 2008). A Freud le aterraba el impacto que la música lograba generar en las emociones, esto debido a que no podía luego reflexionar sobre ello y entender qué era aquello que lo conmovía, no podía darle explicación alguna acerca de cómo era que la música podía mover su sentido interno logrando un desequilibrio emocional.

Sin embargo para el docente de educación preescolar el conocer cómo se siente su alumno es de gran relevancia para llevar con éxito el desarrollo de su plan de trabajo, ya que como es bien sabido un infante con estado depresivo o sobre exaltado no atiende de forma pertinente y con gran entusiasmo a las actividades que el docente le emite, no obstante un niño en un estado normal de alegría suele permitir la atención del docente e interesarse por aquello que se le presenta en una situación de aprendizaje.

Freud veía a la música como una memoria sin imágenes y sin palabras en donde se puede asignar cualquier cosa (citado en Oxenstein, 2008), dicha asignación de cosas puede traer consigo de forma inconsciente un estado de ánimo. En educación preescolar el infante relaciona las pistas musicales con alguna actividad realizada en el pasado inmediato abriendo sus sentidos y asignándoles un sentimiento a cada una ya sea tristeza, amargura, felicidad, terror, etc. Cabe mencionar que la misma pista musical no siempre puede ser percibida de la misma manera por otra persona.

En los planteles educativos de nivel preescolar continuamente se hace uso de diferentes estilos de pistas musicales lo que genera una respuesta emocional distinta a cada pista musical, es decir el niño no siente los mismo al escuchar una melodía con un ritmo de Balada a una melodía con ritmo de Rock esto se puede evidenciar en la investigación de varios médicos mexicanos que concluyeron que el ser humano evoca una respuesta emocional diferente de acuerdo a las distintas piezas musicales que escuchen (clásica, balada, romántica, entre otras) (Flores & Díaz, 2009).

Balsera & Bernal (2008) diseñaron un concierto de piano a cuatro manos con diferentes parámetros musicales cada uno enlazado a diversas cargas emocionales, el objetivo de este trabajo era establecer si existía o no una conexión entre la parte emocional y la parte cognitiva, inherente a cualquier fenómeno musical, en el ser humano. Sus resultados además de probar la conexión entre estos elementos, mostraron que las emociones ligadas a los diferentes parámetros musicales permiten desarrollar de mejor forma la percepción auditiva contribuyendo así en la formación musical.