¿Deberías estudiar diseño gráfico?
Enviado por poland6525 • 8 de Enero de 2019 • 785 Palabras (4 Páginas) • 329 Visitas
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Entonces, ¿aún quieres estudiar diseño gráfico?
Cualquiera que sea la respuesta, hablemos ahora de las cosas bonitas de estudiar diseño gráfico.
- Aprendes muchas, muchas cosas todo el tiempo, porque esta es una de esas carreras en las que no te quedas con lo que ves en clases —¡porque no puedes!—, vas e investigas a fondo acerca del tema, porque eso va a ser de mucha ayuda al realizar tu trabajo.
- Puedes sentarte a ver series, ir al cine, a una obra de teatro, leer un libro de “ocio”, incluso dormir un rato, ¡y decir que estás trabajando! Porque de hecho lo estarás, necesitas estar al día con las ultimas “modas” par así poder incluirlas en tus trabajos y no quedarte atrás. Necesitas estar actualizado todo el tiempo.
- Sino te consideras una personas creativa, esta carrera te hará desarrollar toda esa creatividad que llevas dentro, te sorprendes muy gratamente con todo lo que consigues crear aparentemente de la nada.
Hay muchas más cosas que esta carrera ofrece, pero éstas me parecen las que más se destacan, no importa en que semestre se esté.
Apenas estoy por terminar el primer semestre, por lo que mi panorama es en realidad muy limitado, pero considero que en este corto semestre he aprendido mucho más de lo que esperaba.
En esta carrera uno se enfrenta a muchas criticas todo el tiempo: de compañeros, de maestros, de familia, de amigos, de personas completamente ajenas a uno, incluso la propia, y no se puede esperar que apenas entrando se esté completamente listo para recibir todos los golpes y algunas veces eran demasiado fuertes, pero cuando uno hace lo que ama nada de eso importa, porque tu trabajo te da una satisfacción indescriptible.
Las colegiaturas, los materiales, los cursos aparte para mejorar; todo eso tiene un valor monetario que puede resultar muy elevado, pero el que tu trabajo le guste a alguien, que te hagan algún cumplido por él —aunque sea algo pequeño—, esa sensación que te invade no tiene precio y cuando se experimenta, se siente como un pago más que justo por todo lo invertido.
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