Bit Coins. La economía de las monedas digitales

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Más recientemente, han surgido nuevos esquemas - "criptocurrencias" o "monedas digitales" (4) - que combinan tanto los nuevos sistemas de pago descentralizados como las nuevas monedas. El primero de estos esquemas, y aún el más prominente en el momento de escribir, es Bitcoin. En cierto modo, las monedas digitales se asemejan -y tienen la intención de parecerse- a formas anteriores de dinero y de sistemas de pago. Su creación no está controlada por los bancos centrales y permiten que los pagos se realicen directamente entre el pagador y el beneficiario sin el uso de intermediarios (como los bancos comerciales). No requieren que los usuarios revelen cuáles son las tenencias de moneda digital que controlan, acercándose así al anonimato de los billetes para pagos electrónicos.

La clave de la innovación: el libro mayor distribuido

La innovación clave a este respecto es la introducción de un "libro mayor distribuido", que permite utilizar una moneda digital en un sistema de pago descentralizado. Cualquier registro digital de moneda abre la posibilidad de que pueda ser copiado y gastado más de una vez. Con los depósitos bancarios convencionales, los bancos tienen el registro digital y son de confianza para garantizar su validez. Con las monedas digitales, por el contrario, el libro mayor que contiene el registro de todas las transacciones por todos los usuarios está públicamente disponible para todos. En lugar de exigir a los usuarios que confíen en instituciones especiales, se confía en la red y en las reglas establecidas para cambiar de forma fiable el libro mayor.

La forma en que se alcanza el consenso sobre adiciones al libro mayor, es decir, qué transacciones se aceptan como válidas, se aborda en el artículo complementario, pero el proceso básico para las criptocurrencias es el siguiente. Un usuario, que desea realizar un pago, emite instrucciones de pago que se difunden a través de la red de otros usuarios. Las técnicas criptográficas estándar hacen posible que los usuarios verifiquen que la transacción es válida - que el pagador potencial sería dueño de la moneda en cuestión. Los usuarios especiales de la red, conocidos como "mineros", reúnen bloques de transacciones y compiten para verificarlos. A cambio de este servicio, los mineros que verifican con éxito un bloque de transacciones reciben tanto una asignación de moneda recién creada como cualquier tarifa de transacción ofrecida voluntariamente por las partes en las transacciones bajo cuestionamiento.

Cuando se verifican bloques de transacciones, se añaden a theledger (la 'cadena de bloques'). Un objetivo clave del diseño de las monedas digitales es equilibrar los incentivos con cuidado para que sea más rentable participar en la red honestamente que tratar de obtener transacciones fraudulentas aceptadas. Con este fin, se impone un costo para hacer cambios en el libro mayor: más concretamente, los mineros deben dedicar los recursos informáticos a rompecabezas matemáticos que son difíciles de resolver, pero cuyas respuestas son fáciles de comprobar. Aquellos que aportan mayor poder de cálculo, en promedio (pero no siempre), resolverán primero el rompecabezas y recogerán la recompensa. Mientras ningún minero o grupo de mineros logre una mayoría sostenida de poder de cálculo, las transacciones que se han verificado seguirán siendo aceptadas como válidas.

MONEDAS DIGITALES COMO DINERO

En esta sección se examina hasta qué punto las monedas digitales pueden considerarse como dinero. En primer lugar, describe una distinción clave entre el dinero fiat (Papel moneda inconvertible hecho en moneda de curso legal por decreto del gobierno) y las monedas digitales en la forma de su creación. A continuación, se examinan las principales funciones del dinero y se proporciona un análisis de la medida en que las monedas digitales sirven actualmente a estas funciones.

Monedas digitales versus dinero fiat: ¿cómo se crean?

Como explicó McLeay, Radia y Thomas (2014), el dinero en la economía moderna puede ser pensado como una serie de reclamaciones, o "IOUs". Los depósitos en los bancos comerciales son un IOU, siendo un pasivo para el banco y un activo para el titular de la cuenta. La mayor parte del dinero se mantiene como depósitos bancarios y la principal manera de crear dinero nuevo es a través de la creación de préstamos. Cada vez que un banco hace un préstamo, crea simultáneamente un depósito de contrapartida en la cuenta bancaria del prestatario, creando así dinero nuevo. (1) Los billetes emitidos por un banco central también son una forma especial de reclamación no convertible del portador físico en la cuenta bancaria del prestatario. Banco central - y son pasivos del banco central y activos para el acreedor.

En contraste con las formas de dinero comúnmente utilizadas como los billetes o los depósitos bancarios, las monedas digitales no son una reclamación para nadie. En este sentido, por lo tanto, pueden considerarse como un tipo de mercancía. Pero a diferencia de los productos físicos como el oro, también son activos intangibles, o productos básicos digitales. Las monedas digitales tienen significado sólo en la medida en que los participantes acepten que tienen significado. Ese acuerdo toma la forma de un libro de contabilidad pública y un proceso para cómo se hacen cambios en él, incluyendo la creación de nueva moneda. No ser un IOU o responsabilidad del banco central (o del Estado) no impide que las monedas digitales se utilicen como dinero (véase más adelante), pero marca una diferencia importante entre ellas y las monedas nacionales.

La mayoría de las monedas digitales existentes incorporan reglas estrictas que rigen su creación, siguiendo un camino predeterminado hacia una oferta total fija (2). Por ejemplo, actualmente existen

Un poco más de 13 millones de bitcoins (dinero virtual) en circulación y que el protocolo del sistema dicta que habrá un total final de 21 millones, que debería ser ampliamente alcanzado alrededor de 2040.

Entre la mayoría de las monedas digitales, la nueva moneda se asigna a los usuarios que aportan recursos informáticos a la verificación de transacciones en la red. De alguna manera -y en la medida en que las monedas digitales sirven como dinero- esta asignación es similar al señoreaje (la creación del valor monetario menos el costo de su creación). (3) Pero difiere del señoreaje en el sentido clásico, Que el acumular para el gobierno, es un pago explícito de la nueva moneda al sector privado a cambio de la verificación de transacciones