LA PERCEPCIÓN HUMANA DE LA IMAGEN.

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Utilizar formatos que conserven la compatibilidad con el hardware existente es razonable por un periodo de tiempo, pero, eventualmente, el desarrollo de técnicas más avanzadas obligará a realizar actualizaciones importantes con el fin de brindar mayores prestaciones. En el caso de los formatos de video 3D, existe una línea de investigación centrada en encontrar métodos para transmitir una vista principal. (Navarro, Ardila; 2013, pp. 69).

El ojo puede captar y recibir de muy buena forma todos estos tipos de imágenes, pero no todos los aparatos tecnológicos son capaces de soportarlos, es decir una pantalla LCD (Liquid Crystal Display), no es capaz de reproducir imágenes a más de 1080p ni mucho menos soporta una calidad 3D, para poder realizar el 3D “Un factor determinante en la exactitud de la reconstrucción 3D a partir de grabaciones de vídeo procedentes de varias cámaras es la calidad de la imagen y el tamaño del píxel” (Kerwin y Twigg, 1998). Sin embargo las pantallas LED de última generación soportan imagen 4K, 3D y videos a más de 50 fotogramas por segundo, haciendo de estas una potente herramienta de representación visual y grafica de imagen, esto no significa que una pantalla de 90’ sea mejor que un ojo humano.

Para que se puede entender mejor una secuencia de imágenes como una película un factor muy importante para esto es la reproducción audiovisual, que ayuda saber qué es lo que pasa cuando, por ejemplo, vemos una imagen totalmente obscura, lo audiovisual ayuda al cerebro a crear una imagen imaginativa a su forma de creer lo que está sucediendo “ el peso del análisis recaiga en la traducción del guion y que se pueda contemplar la relación entre la recepción del mensaje visual y auditivo.” (Lachat, 2012, pp. 100).

Lo que percibe el humano con su aparato de visión es inmensamente grande y sorprendente pero no se aprecia la calidad de estas imágenes, ni mucho menos todos los elementos que estas contienen, sin embargo una cámara digital muestra totalmente su capacidad y es por eso que popularmente se cree que se pueden observar más detalles con estos aparatos que con el propio ojo humano.

Pero para esto influyen muchas cosas como lo pueden ser el nivel de luz “Cuando nuestros ojos miran una escena, rápidamente se ajustan a los cambios de luz.” (Mielgo, Vélez, 2015), ya sean bajos o altos o una larga exposición.

Cuanto más lenta sea la velocidad de disparo más luz entrará en la cámara y excitará el sensor (…) También las largas exposiciones nos permiten reflejar en las fotografías el paso del tiempo, algo que es imposible de hacer con nuestros ojos. (Mielgo, Vélez, 2015).

Las cámaras pueden captar cualquier tipo de imagen y procesarla al igual que un humano pero estas si son capaces de procesar todos sus elementos y el ojo puede notar esos elementos que ya están plasmados en una imagen y hace notar la diferencia con lo visto en la “realidad”, aquí también influye el enfoque que el cerebro le esté mandando a los ojos, esto funciona muy similarmente al enfoque de una cámara digital, “Si miramos fijamente a un punto, llegado un momento los objetos que se encuentran a su alrededor empiezan a percibirse de manera borrosa. Sin embargo, en cuanto movemos los ojos, las cosas vuelven a estar enfocadas.” (Mielgo, Vélez, 2015).

Regresando a lo que el humano percibe con sus ojos y lo llama imagen visual influye el cómo se percibe tanto ya lo dicho como la luz e inclusive el color que tiene las cosas.[pic 4]

No todas las personas ven de la misma manera que otras ya sea por alguna discapacidad, enfermedad o simplemente no saben diferenciar los colores al momentos que ven algo, es decir que se concentran en una imagen.

Esto es algo que el humano tiene desarrollado muchos años atrás llevándole una gran ventaja a la tecnología.

Durante mucho tiempo el color era una limitación en fotografía, y el ojo humano era mucho mejor que el color que podíamos conseguir. Hoy en día las cosas han cambiado, y no sólo las cámaras pueden captar muchos más tonos de color que el ojo humano, si no que nos dan una gran libertad a la hora de jugar con ellos, y podemos obtener fotografías con unos tonos, si queremos, diferentes a los que el ojo ve. (Mielgo, Vélez, 2015).

El color es el que hace al hombre entender una imagen, tanto su agresividad como objetivo propio que quiere dar a entender la imagen que se observe, pero no solo es el ojo humano sino que el cerebro es el que principalmente le da una interpretación a todas las imágenes que ve.

La imagen material visual que puede designarse “sin signo icónico” participa de la imagen perceptual, en cuanto el intérprete efectúa una efectiva percepción (del objeto imagen material), y participa también de la imagen mental, en cuanto representación no determinada por el mundo exterior sino neurológica y culturalmente construida como interpretación. (Magariños de Morentin, 2001, pp. 300).

Pero si es verdad que el humano interpreta a su forma de pensar y razonar cada cosa o imagen que ve y así entender lo que realmente es la imagen.

Las imágenes en tanto documentos deben pasar por el tamiz de la crítica para estructurarse como series fotográficas temporales. A fin de constituir universos temáticos de imágenes significativas con base en criterios sociales selectivos, pues toda fotografía es una selección de un conjunto de posibilidades presentes en el horizonte durante un determinado instante (Mauad, 2005:469).

Entonces si podemos decir que las cámaras fotográficas y el ojo humano no son lo mismo ni mucho menos que tienen las mismas capacidades ni el mismo funcionamiento ¿Cómo es en relación el ojo humano al de un animal?[pic 5]

Si bien no todos los animales perciben de la misma manera, algunos ven más colores que otros y viceversa, y algunos alcanzan a llegar a ver hasta más a distancias increíbles como es el caso de las águilas o halcones.

La mayoría de los halcones pueden ver, incluso, mejor que las personas. Cada uno de los ojos del halcón ratonero de cola roja es tan grande como o más grande que su propio cerebro. Los halcones pueden divisar a su presa desde muy lejos, aunque ésta sea tan pequeña como un ratón. (Holland, 2014, pp.9)

O bien como los búhos que son capaces de ver a total claridad en la mitad de la noche, los ojos de estos animales están ampliamente más evolucionados a los de cualquier humano promedio, y cualquier cámara fotográfica “común” de la actualidad, es bien sabido que los animales no tienen esa capacidad de razonamiento ni de estimulación para