MASTER EN TECNOLOGÍAS ACCESIBLES PARA EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN.

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A mayores, las personas con problemas de psicomotricidad en las extremidades superiores, también carecen de alternativa. Hoy día, muchos de estos reproductores poseen teclas de muy pequeño tamaño con las que interactuar, careciendo también de soluciones alternativas para disfrutar de una película.

Desconocemos si, a lo largo de estos últimos 15 años, se han intentado paliar estos problemas. En este sentido, cabe señalar que entidades que representan a estos colectivos y que podrían hacer fuerza y concienciar a las diferentes asociaciones del DVD para la eliminación de estas barreras jugarían un papel fundamental. Aquí, en nuestro país, destacan la ONCE y su Fundación, que sí nos consta que han jugado un papel importante a la hora de conseguir la audiodescripción de films para los usuarios ciegos, tanto con la iniciativa puesta en marcha explicada en el apartado anterior, como en la propia TDT, através de su Centro de Investigación, Desarrollo y Aplicación Tiflotécnica (CIDAT) y en colaboración con el Centro Español de Subtitulado Y Audiodescripción (CESYA); pero también en otros países como Brasil, Francia, Alemania o Argentina, han puesto en marcha en los últimos años diferentes entidades destinadas a la elaboración de cine accesible, y que se ocupan de la audiodescripción de films.

Es verdad que hoy día, la tecnología permite reproducir los DVDS en el ordenador; pero no menos lo es que éste no resulta usable para todos, existiendo personas de avanzada edad para los que resulta un dispositivo complicado en lo que a manejo se refiere, ya que antes de reproducir las películas en él conviene conocer otras cuestiones y tener claros diferentes términos. Además, a la hora de abordar este tema, cabe tener en cuenta también que no sólo tienen que darse los condicionantes necesarios para poder comprar y manejar un dispositivo de estas características, sino que es también imprescindible que los programas destinados a esta misión cumplan con unos requisitos mínimos de accesibilidad y usabilidad.

Por otra parte, y siguiendo con la parcela tecnológica, es verdad que en los últimos años, el acceso a la información ha experimentado numerosos avances para este colectivo. La proliferación de revisores de pantalla, y de sintetizadores de voz –tanto de pago como gratuitos- ha permitido que pudiesen acceder, aunque no sin dificultad en ocasiones, a las autopistas de la información para estar al día de lo que sucede, gracias a la llegada de Internet. El siguiente gran reto, y que logró cumplirse en cierta medida, fue la accesibilidad a la telefonía móvil, PDAS, etc; dispositivos móviles que soportan también diferentes formatos de vídeo. Incluso, para las personas con deficiencias visuales severas, tampoco fueron un obstáculo las pequeñas pantallas de muchos de estos dispositivos debido a la ayuda prestada por los magnificadores de caracteres.

Sin embargo, otros avances tecnológicos como éste que nos ocupa, o como pueden ser los mp3, Ipods, etc, y que cada vez son más comercializados en el mercado convencional, carecen de soluciones de accesibilidad para este colectivo. Es verdad que en el segundo caso (el de los reproductores de mp3 accesibles) se han adoptado otras consistentes en la fabricación de dispositivos que, entre otros formatos, soporten el mp3 además de leer audiolibros grabados en DAISY, un formato específico para los ciegos, y que son comercializados solamente para ellos, no pudiendo ser hallados en el mercado convencional y cuyos costes encarecen notablemente los que para otro ciudadano sin estas discapacidades pueda tener un reproductor de mp3. Mas precisamente, el campo de la reproducción de DVDS quedó completamente huérfano, sin que se fabricase ningún reproductor, portátil o de sobremesa, aunque fuese de forma específica para estos colectivos, y que viniese a paliar estas necesidades; algo que se contradice completamente con el auge y la reivindicación del cine audiodescrito y el alquiler y compra de películas en DVD que cumplan estas condiciones.

Respecto a las personas con problemas psicomotrices, se han experimentado importantes avances en los últimos años en las tecnologías para el reconocimiento del habla. Especialmente destacables son los programas destinados a dictarle al ordenador, y las funciones de reconocimiento del habla incluidas en teléfonos móviles de tercera generación, y que permiten marcar automáticamente cualquier número que esté en la guía de los mismos tras procesar las palabras del usuario. Sin embargo, a diferencia de los usuarios con discapacidad visual, ni en los mp3 se halló solución alguna, y mucho menos aún en los reproductores de DVD.

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- Evaluación de Soluciones.

Normalmente, el camino para poner solución a los problemas de interacción persona/máquina para personas con discapacidad visual suele llevarnos hasta la ampliación de caracteres en los casos de personas con deficiencia visual, y los sintetizadores de voz o salidas Braille en casos de ceguera total.

En lo referente a las personas con dificultades motrices en las extremidades superiores, el reconocimiento de voz suele poner coto a los problemas de interacción persona/máquina. Eso sí, éste aún tiene un largo camino que recorrer en muchos dispositivos, como la telefonía móvil, ya que si bien se han dado pasos, estos sistemas no responden a la primera por razones obvias: cada persona hace su propio empleo de la fonética y tiene su pronunciación.

Así pues, podríamos darle soluciones al problema como las que siguen:

3.1. Reconocimiento de voz y marcas táctiles.

Consistiría en dotar a un lector DVD de un sistema de reconocimiento de voz de forma que, mediante él, se pudiese lograr la entrada de datos para conseguir, finalmente, la salida en imágenes de los menús y la película.

Así, la persona con discapacidad motriz podría, una vez insertado el DVD, recorrer los menús en pantalla con la vista, y seleccionar, mediante el habla, las elecciones que prefiera escoger. La voz iría a una aplicación previamente instalada en el equipo que procesaría los mensajes para lograr la interacción que se pretende, de forma que el usuario recorrería los menús e indicaría al reproductor, mediante voz, las opciones que se ajusten a lo que desea. Además, se trataría de conseguir que, mediante la pronunciación del nombre asignado por el fabricante de cada tecla, el usuario pueda moverse por la película sin tener que pulsarlas.

Respecto a las personas con deficiencia visual,