TECNOLOGÍAS LIMPIAS APLICADAS A LA AGRICULTURA, EL PETRÓLEO Y LOS ALIMENTOS

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Después de la controversia que genero Rachel Carson con su libro primavera silenciosa, surgen nuevos grupos, instituciones, nuevas reglas de producción y reglamentos donde se toman las iniciativas concretas que buscan regresar a la agricultura tradicional, para así generar un agroecosistema y otros estilos de agricultura con la finalidad de cuidar el medio ambiente. A raíz de esto, surgen términos como agroecología y tecnologías limpias.

La agroecología puede considerarse como una técnica o instrumento metodológico para comprender el funcionamiento y la dinámica de los sistemas agrarios, para con esto poder resolver problemas técnico-agronómicos en las ciencias agrarias. La agroecología pretende recoger los aspectos positivos de las propuestas ecológicas y anclarlos a nuevos conceptos ecológicos y técnicos que conlleven al desarrollo de una agricultura sostenible.

Las tecnologías limpias consisten en estrategias muy sencillas que sustentan una agricultura sostenible, como por ejemplo el compostaje de residuos urbanos para trasformar la materia orgánica residual en abono. La aplicación de estas tecnologías puede ser según las etapas del proceso agrícola en una finca o modelo físico ideal. Pueden aplicarse diferentes tecnologías limpias dirigidas a minimizar los impactos negativos sobre los recursos naturales.

Debido al crecimiento o impulso de las tecnologías limpias existen gran variedad de ventajas en su aplicación, la más grande de ellas es la reducción evidente de la contaminación, en general los sistemas implantados con tecnologías limpias obtienen mejor resultados y se obtiene un ahorro en los costos de producción. La agroecología ofrece ventajas frente al método agronómico convencional, incorpora principios biológicos y ecológicos a los sistemas de producción agrícola y ofrece formas prácticas para restaurar técnicas agrícolas degradadas con anterioridad, considerando estas ventajas, la agroecología se podría utilizar como herramienta efectiva en el desarrollo rural.

El desarrollo rural basada en agroecología es una alternativa sin competencia, donde los agricultores involucrados así como los entes gubernamentales, generan un impulso necesario para implantar tecnologías limpias como parte específica para logar el desarrollo rural. La aparición de la agroecología en los sistemas agrícolas aun es una utopía, tiene un largo camino por recorrer y diversos obstáculos que deben superarse para su aplicación en la mayor parte de los sistemas agrícolas.

EL PETRÓLEO Y LOS ALIMENTOS

El notable crecimiento exponencial de la población mundial ejerce una presión constante sobre los recursos energéticos y genera un aumento en la demanda de alimentos, lo que trae como consecuencia un visible desgaste de los recursos energéticos, especialmente de combustibles fósiles como el petróleo, y la fuerte necesidad de buscar formas inmediatas para satisfacer la demanda alimenticia.

El hecho de que la economía actual dependa aún en gran medida de energía fósil en proporciones considerables es el ambiente perfecto para que se dé un desgaste masivo y arbitrario de los combustibles fósiles. Para abastecer el consumo mundial del 100% de la energía, el 35% es ocupado por petróleo, 25% por carbón, 21% por gas natural, 6% por energía nuclear, 2% por hidrogeno y solo el 1% por productos renovables (biomasa, geotérmica, solar, eólica).

Del 2003 al 2008 se dio un incremento de 83 millones de barriles diarios (mbd) a 86.2 mbd como consecuencia del crecimiento de la economía de china y debido a que cada día existen más naciones consumidoras de crudo. Esto prevé que se pueda llegar a un colapso en los precios del mismo.

Siendo un producto no renovable, la cuestión que nos atañe aquí ¿Cuánto tiempo más durara el recurso y cuánto tiempo falta para que la naturaleza comience a cobrar la factura? Ante un escenario próximo de escases de crudo se han desarrollado combustibles a base del maíz y el azúcar, la producción de etanol es un vivo ejemplo de combustibles alternos como fuente de energía, sin embargo esto repercute en la producción de alimentos.

Existen diversos factores explican el aumento de los precios en los granos básicos, uno de estos factores se le atribuye al cambio climático que ha jugado un papel importante en la producción mundial de alimentos, la otra parte se atribuye al incremento en la producción de biocombustibles. Con respecto a lo que corresponde al cambio climático, en Australia entre los años de 2007-2008, la sequía hizo descender las exportaciones de trigo en 20%. En china, en 2008, las inundaciones arrasaron con 5.5 millones de hectáreas de trigo y semillas maduras. También según reportes de la prensa el desbordamiento del rio Mississippi en junio del año 2008 afecto a más 5 millones de hectáreas de maíz, lo cual trajo como consecuencia que se ejerciera una presión mayor sobre los precios internacionales del maíz y la soya. Fenómenos como estos son cada vez más frecuentes gracias al calentamiento global, esto, sumado al constante aumento de los precios de crudo dificulta las actividades agrícolas debido a que se ve involucrado un encarecimiento de petroquímicos, fertilizantes, materiales de empaque y embalaje, así como polipropileno.

En lo que corresponde al aumento de la producción de biocombustibles como el etanol, dicho aumento dispara el incremento en la demanda de cereales, semillas, oleaginosas y azúcar, lo que contribuye y ayuda a mantener elevados los precios en el mercado. Este incremento generalizado de los precios a nivel mundial golpea el poder adquisitivo de la población, la ONU ha declarado que la presente crisis de alimentos golpea fuertemente a países en desarrollo principalmente en el conteniente africano, estima que dicha crisis amenaza por lo menos a 100 millones de personas en estos países.

En Latinoamérica la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL) calcula que si tan sólo se produce un aumento del 15% en el precio de dichos alimentos se dispararía en 3 puntos porcentuales el índice de indigencia en la región, lo que involucra 15.7 millones de personas.

Algunos países como Argentina, Bolivia, India, Egipto y Vietnam han restringido sus exportaciones de granos debido a la evidente crisis.

En los últimos años la producción de etanol para reducir el consumo de petróleo, según un reporte elaborado por la OCDE, la ONU y la FAO titulado Perspectivas agrícolas, estima que la producción mundial de etanol en los años 2000-2007 se triplicó y se espera que en este 2017 se duplique hasta alcanzar una producción de 127