Trabajo de Antropologia y Psicologia

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El Homo sapiens arcaico, vivió hace 200 mil años, tenía nuestro mismo aspecto y un cerebro similar al nuestro – 1.5 litros -aunque le faltaba mucho para comportarse igual a nosotros, caminaba erguido. No existe prueba de que el primer homosapiens tuviera creatividad, sus herramientas todavía eran primitivas, no queda rastros de cerámica o pintura rupestres y el lenguaje que utilizaba seguramente era rudimentario por lo que no se les considera propiamente humanos. Sin embargo hace 60 anos el homosapiens cambio pues adquirió la capacidad de crear, hablar y dominar el mundo que le rodeaba y lo convierte en los primeros humanos. El análisis del genotipo de las razas humanas demostró que el pueblo San del desierto de Kalahari son la forma de sapiens más cercana a los primeros humanos: pómulos protuberantes (mongoles), ojos rasgados (asiáticos), piel morena.

- ¿Qué factor o factores hace humano a los humanos?

En el caso Homoaferensis, el rasgo que le hace humano es el bipedismo, es decir su capacidad de caminar sobre sus dos miembros inferiores lo cual le permite tener libre los miembros superiores. Las pruebas son la estructura de la pelvis que es similar a la nuestra así como las huellas encontradas en 1976, que da pistas de cómo se movían.

En el caso del Homoerectus, el rasgo que le hace humano es el tamaño de su cerebro y su inteligencia, su capacidad de fabricar y usar las herramientas, el control del fuego, defensa de los depredadores. El homorectus utilizaba el cerebro para fabricar sus herramientas, la fuerza de sus ángulos y el impacto.

En el caso del Homosapiens arcaico si bien su aspecto físico y el tamaño de su cerebro son similar al hombre actual no hubo evidencias de creatividad por lo que no se le podía considerar como humano. Sin embargo, el cambio que experimenta el homosapiens hace 60 mil años como resultado supuestamente de un desastre natural hace evidente que son nuestros primeros antepasados humanos, pues evidencian su creatividad, principio del arte y el uso del lenguaje.

1.3 ¿Cuál sería la explicación que haría la Iglesia sobre esta propuesta?. Describe

Desde la publicación de la obra El origen de las especies de Charles Darwin, hasta la actualidad la iglesia ha ido refinando su posición respecto a la teoría evolutiva. En los primeros momentos esta institución no se pronunció oficialmente en contra, a pesar de las consideraciones de algunos clérigos. Con el pasar del tiempo, la Iglesia permitió que las academias estudiaran las implicaciones científicas del evolucionismo, siempre y cuando no atacaran sus dogmas fundamentales.

De otro lado, el discurso de Juan Pablo II a la Academia Pontificia de las Ciencias en octubre de 1996 causaba cierto revuelo en los ambientes científicos interesados. Algunos interpretaron entonces que la Iglesia aceptaba por fin el evolucionismo. Pero, ¿es cierta esta apreciación? ¿Ha cambiado el juicio de la Iglesia sobre esta teoría? En realidad no es para tanto: el Magisterio nunca se ha opuesto a una evolución bien entendida. Lo que ha hecho el Papa es constatar que los "nuevos acontecimientos llevan a pensar que la teoría de la evolución es más que una hipótesis".

Los comentaristas expresaron que en el referido discurso del Papa, se reconoce que hay "argumentos significativos en favor" de la teoría del Evolucionismo. Se trata, pues, de una nueva valoración: hasta ahora la ciencia y la Iglesia no concedían al evolucionismo más que un valor hipotético, tan probable como las teorías opuestas. Pero ahora se reconoce que "la convergencia de los trabajos realizados independientemente unos de otros, constituye de suyo un argumento significativo en favor de esta teoría".

Bibliografía

http://www.youtube.com/watch?v=8yL7qKVOiSQ

2. Analiza y elabora un ensayo de 200 palabras sobre los siguientes artículos: “La identidad como objeto de estudio de la antropología” y “Genero e identidad una reflexion desde la antropologia personalista”

El concepto de identidad ha adquirido un creciente interés a lo largo de varias décadas, como una herramienta analítica de las ciencias sociales, en general y de la antropología en particular. En este contexto, definir el concepto de identidad implica un esfuerzo por comprender las prácticas simbólicas de la identidad más que como rasgo descriptivo inmóviles, como elementos relativos a una red de relaciones sociales en movimiento con lo cual se abre la posibilidad de proponer una interpretación más certera tanto de los mecanismos sociales como de las contradicciones de dicho proceso. Por ello, seguidamente se revisará el concepto de Genero e Identidad desde un enfoque de la antropología personalista propuesto por la autora Inés Riego.

La autora plantea como diagnóstico que actualmente se vive una época de confusión en que las identidades sexuales no sólo están cuestionadas, exaltadas y distorsionadas respecto al modelo original de sexualidad humana que rigió durante anos, sino que además se viene recomponiendo los lugares de hombre – mujer. ¿Qué tiene que decir la antropología y el personalismo ante la nueva situación de género? Hoy se habla de sexo y genero insistiendo en la distinción, aunque muchas veces no se entiende lo que se dice. El desafío comienza con un conflicto ab initio: la crisis de identidad de la persona, identidad que invariablemente se constituye o se descubre a partir de la identidad sexual.

La identidad de género se encuentra en crisis, hombres y mujeres, homosexuales, transexuales expresan una identidad de contornos borrosos. La crisis de identidad es una realidad palpable y es fruto de la confusión omnipresente que ha llevado al quiebre del paradigma identitario que nos venía rigiendo. El varón y la mujer ya no saben quiénes son y no se animan a afirmarse en su identidad, los niños no saben con quienes identificarse. Lo que vivimos hoy es la consecuencia de nuestras elecciones pasadas en la difícil materia que llamamos identidad, un nuevo aprendizaje biográfico de nuestra identidad, que podría significar oportunidad y crecimiento.

Del alma a la identidad personal. La identidad personal es lo que nos hace idénticos, unos, o bien a nosotros mismos o bien a un carácter común por el cual nos identificamos en torno a algo, natural, cultural o espiritual o resultante de los tres. La pasión por la identidad tiende a la fuga y a la dispersión sino se aferra a unos valores y a su propia fidelidad, siendo este carácter huidizo notoriamente expuesto en el plano de la identidad de género.