ACADEMIA DE ENFERMERIA Y OPTOMETRIA DEL H. AYUNTAMIENTO DE GUADALAJARA
Enviado por mondoro • 9 de Abril de 2018 • 7.217 Palabras (29 Páginas) • 374 Visitas
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Algunas de las aportaciones son, El teorema de tales, invención de la demostración matemáticas rigurosa, todo diámetro bisecta a la circunferencia, los ángulos en la base de un triángulo isósceles son iguales, fue el primero en estudiar el fenómeno magnético,
Filosofía presocrática
Anaxímenes nació en Mileto en el 590 a. C., aproximadamente, y murió en el 524 a. C.
Él afirmaba que el AIRE es el elemento primario al que todas las demás cosas pueden ser reducidas. Para Anaxímenes el aire era la sustancia básica que le dio origen a todo el universo, y lo que conocemos de la realidad, es invisible y no se puede definir. Es así que se confunde con el vacío y su existencia como cuerpo, se dice que Anaxímenes observo la respiración, y vio que el aire juega un papel muy importante en la vida del hombre, porque el hombre vive mientas respira, él decía que el aire no solo es responsable de la vida sino de todo lo existente, así como nuestra alma, siendo aire, nos mantiene vivos, así también el aliento y el aire rodea todo el cosmos.
Según Anaxímenes la tierra nace de una parte del aire condensada, para Anaximandro, las estrellas estaban más cerca que los planetas de la tierra, lo que Anaxímenes por su parte sostuvo la creencia contraria, y además tuvo la intuición de que las estrellas eran fuego, pero que no llegábamos a percibir su calor, su energía debido a las enormes distancias que nos separa de ellas. En cambio del sol si percibimos su calor esto por su corta distancia.
Él cría que lo percibido y lo sentido, o todo aquello material, no era más que una cuestión de cantidad, decía que el aire es Dios y también nuestra propia alma, Si el alma es el principio de vida al permitir la respiración, entonces el alma es aire, así el aire es todo matera y alma, el universo se sostiene gracias al aire.
A finales del siglo VI, la filosofía se traslada de las costas de Jonia a las de la Magna Grecia. Después de los Milesios, el primer núcleo filosófico importante lo constituyo lo que Aristóteles denomina escuela itálica, cuyo núcleo central estuvo formado por los pitagóricos. Los datos de que disponemos son muy escasos y problemáticos. Aristóteles habla de los pitagóricos de un modo impersonal, siempre en plural y como formando una congregación o secta regulada por una gran cantidad de normas y prohibiciones. Se distinguen entre ellos los acusmáticos y los matemáticos, según el carácter y grado de iniciación. Al principio eran contrarios a la aristocracia pero acabaron por formar una e intervenir en política, lo que provoco una violenta reacción democrática en Crotona.
En Crotona Pitágoras se estableció y fundo su escuela como asociación religiosa, filosófica y política. El venia de la isla de Samos para establecerse ahí, era hijo de Mnesarco nació entre 570-571, fue a Italia en 532-31, y murió en 497-496 a.C. Se dice que fue discípulo de Ferécides de Siro y de Anaximandro, viajo por Egipto y por Persia, donde pudo haber conocido al mago Zoroastro o Zaratustra. Actividad religiosa relacionada con cultos órficos emparentados a su vez con los cultos de Dionisio, fue profeta y realizador de milagros, señalando que la doctrina se la había transmitido su Dios creador, Apolo, por boca de la sacerdotisa de Delfos. No hay nada escrito suyo, Aristóteles de hecho no conoce ningún escrito
Solo una doctrina se le puede atribuir con absoluta certidumbre: La de la supervivencia del alma después de la muerte y su trasmigración a otros cuerpos. Hay que superar al cuerpo sin perderlo, para ello es necesario un estado del alma que es el entusiasmo. Aquí es donde se ve la conexión de los pitagóricos con los órficos y sus ritos, fundados en la manía (locura) y en la orgía. Utiliza un modelo de vida contemplativa no ligada a las necesidades del cuerpo sino queriéndose aproximar más bien al modo de vida divino. El que llega a esto es Sabio que también es el perfecto ciudadano. De allí la conexión política de esta doctrina.
Se dice que la doctrina fundamental de los pitagóricos es la de que la sustancia de las cosas es el número. En vez del fuego, la tierra o el aire, son los números los que ofrecen mayores semejanzas con las cosas que son y que devienen. Aristóteles opina, por tanto, que los pitagóricos atribuyeron al número la función de causa universal que los jonios habían atribuido a un elemento corpóreo. Es decir, los pitagóricos consideraron que el orden matemático era la sustancia del mundo Los números y las figuras son la esencia de las cosas. El número es, por tanto, la sustancia incluso en el sentido de la normatividad, del deber ser.
El gran descubrimiento de los pitagóricos consistió básicamente en la importancia que concedieron a la medida matemática para entender el orden y la unidad del mundo. En relación a la discusión sobre si estos números pitagóricos deben de ser entendidos en sentido aritmético o en sentido geométrico, el significado geométrico se debe de considerar como el único que permite entender el sentido pitagórico de que todo resulta compuesto de números, no obstante, si por número se entiende el orden mensurable del mundo, el significado aritmético y el significado geométrico han de resultar concluyentes.
Todas las oposiciones de las cosas se resumen en oposiciones entre números. El límite, el orden, es la perfección. La lucha entre los opuestos se concilia gracias a un principio de armonía, y la armonía, como fundamento y vinculo de los mismos opuestos, constituye para ellos el significado último de las cosas Para los pitagóricos la matemática era una ciencia sagrada, de ahí el misterio de que se rodeaban los hallazgos de esta escuela, como por ejemplo el descubrimiento de los poliedros regulares.
Heráclito de Efeso.
Tal como exige el concepto de cambio, en la noción de los milesios se encontraban unidas, aunque indiferenciadas Las notas de lo que en si permanece y de la espontánea transformación. Parménides aisló el primero de estos momentos y Heráclito el segundo. Para Heráclito, no existe nada estable, ni en las cosas particulares, ni el universo en general. El universo entero es un flujo perpetuo Todo cambia, nada permanece. Las cosas tienen identidad transitoria, ya que una cosa es lo que es pero también está en proceso del devenir. La oposición entre lo que es y lo que no es lo concibe Heráclito como lucha entre contrarios.
El devenir es el modo en que las cosas son por naturaleza. El universo es una unidad que en cada instante se disgrega y se reconstruye de forma incesante, es la invisible armonía en
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