ANARQUISTAS EN LAS CALLES DE BUENOS AIRES (1890-1930)
Enviado por Ledesma • 30 de Marzo de 2018 • 2.815 Palabras (12 Páginas) • 509 Visitas
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MAYO ROJO DE 1909: DE LA MANIFESTACION AL ATENTADO
El 14 de noviembre de 1909 el coronel Ramón L. Falcón jefe de la policía de Bs. As. Asistió al sepelio de Antonio Balve, director de la Penitenciaria Nacional. Falcón abandono el cementerio de la Recoleta acompañado por su secretario Juan Lartigau, sorpresivamente un joven comenzó a correr detrás del vehículo hasta que arrojo una bomba que cayó entre los dos pasajeros y provoco la muerte de ambos.
El sábado 1 de Mayo de 1909 los socialistas realizaron su acto en la plaza Constitución y los anarquistas se concentraron en la plaza Lorea con la idea de marchar hacia la plaza Mazzini. Mientras los reclamos de las federaciones apuntaban a la derogación del Código de Penalidades (establecía diversas penas de arresto para los choferes que violaran las reglamentaciones vigentes), la liberación de los presos y la reapertura de los locales obreros clausurados, los socialistas agregaron la exigencia de la renuncia del jefe de policía.
La huelga general se efectivizo entre el Lunes 3 y el Sábado 8 de Mayo, y fue uno de los movimientos de protesta más importantes del periodo formativo del movimiento obrero argentino.
La huelga y la movilización eran visibles en toda la ciudad de Bs. As.: la circulación de vehículos fue mínima, los comercios cerraros sus puertas, no se efectuó la limpieza de calles y las clases escolares se suspendieron.
En la semana que duro el conflicto se produjeron numerosos hechos violentos, tanto por parte de las fuerzas policiales como de los huelguistas. El martes 4 de mayo debía realizarse en el cementerio de la Chacharita el sepelio de las víctimas, pero las autoridades no entregaron los cuerpos y la multitud que había ido a despedir a sus compañeros fue violentamente dispersada por la policía.
Grupos de huelguistas realizaron varios intentos de asaltar algunas empresas, se cometieron más de sesenta ataques a tranvías dañando decenas de coches y dejándolos fuera de circulación. El hecho más grave se produjo el 7 de Mayo, cuando en la esquina de Corrientes y Cerrito estallo una bomba encontrada en un tranvía.
Aunque algunos militantes anarquistas se oponían, una porción importante de los dirigentes obreros pensaba que había llegado el momento de poner fin al conflicto porque, el comité de huelga había obtenido una respuesta favorable a la mayoría de sus reclamos. El comité negocio con el representante del gobierno, el senador Benito Villanueva, la abolición del Código de Penalidades, la reapertura de los locales obreros y la libertad de los presos. Se aceptó levantar el paro y se le otorgo al gobierno una semana de tiempo para liberar a todos los presos. El Lunes 10, después de siete días de fuertes tensiones, finalizaba la “semana roja” y la ciudad retornaba a la normalidad.
¿Cuál fue el resultado de una de las huelgas generales más significativas de ese periodo? Los gremios obreros y las corrientes ideológicas que participaron en el conflicto manifestaban sensaciones contradictorias sobre el resultado. Todos percibieron un triunfo en el hecho de que el gobierno cediera a los reclamos planteados, en este punto los trabajadores, habían vencido y reforzado su identidad obrera porque con la victoria se fortalecían sus instituciones.
Sin embargo, el desenlace fue negativo en un aspecto crucial: el reclamo de justicia. Quedaba impune la muerte de los manifestantes a manos de la policía. El Partido Socialista que había hecho de la renuncia del coronel Falcón su causa principal, manifestó una profunda frustración había fracasado su apuesta por la legalidad el funcionamiento de la justicia. Los anarquistas, que no creían en la legalidad y en la “justicia burguesa”, no exigieron la renuncia del jefe de policía aunque anhelaban fervientemente su alejamiento. Cuando finalizo el conflicto sintieron que la permanencia del coronel Falcón al frente de la policía era “una burla sangrienta contra el proletariado”
LAS MOVILIZACIONES POR SACCO Y VANZETTI EN 1927
Casi veinte años después, en 1927, el anarquismo había entrado en decadencia pero aún conservaba una interesante capacidad de movilización en el espacio porteño. Luego de varios años de calma social, ese año la ciudad de Bs. As. Registro el mayor número de huelgas generales y las movilizaciones de toda la década. Trabajadores, estudiantes, vecinos de barrios populares, socialistas, comunistas y anarquistas se movilizaron para protestar contra la injusticia del sistema que había condenado a muerte a Nicolás Sacco y Bartolomeo Vanzetti, dos anarquistas italianos detenidos en Estados Unidos en 1920, acusados de asaltar al pagador de una fábrica de calzados y asesinar a este y su custodio. Desde 1921, cuando el tribunal los condeno a la pena de muerte, en numerosos países se llevaron a cabo campañas por su liberación y contra la injusticia cometida por un tribunal que actuaba sin pruebas suficientes.
El movimiento anarquista de 1920 no era el mismo que a comienzos del siglo. Su influencia en el movimiento obrero organizado había declinado frente al sindicalismo, pero sobre la diferenciación interna había llevado a la conformación de dos sectores duramente enfrentados: “Protestistas” y “Antorchistas”. Como representantes de la federación histórica del anarquismo, estaban preocupados por la pérdida de efectividad y apoyo a los trabajadores.
El sector representado por La Antorcha, que se mostraba como la corriente más radicalizada del anarquismo, critico a La Protesta por no extender la huelga por tiempo indeterminado y por limitarse a defender la causa de los obreros italianos.
El antorchismo insistió en la necesidad de utilizar otras armas de lucha, además de la huelga general. Fueron las campañas por el boicot y el sabotaje a los productos y las empresas norteamericanos los que diferenciaron profundamente de la acción de La Protesta. No solo porque la FORA se encontraba en medio de un proceso de critica, sino porque La Antorcha untilizaba una retorica enecendida y violenta que aquellas habían abandonado. El dia de la ejecución de Sacco y Vanzetti publicaban en la editorial la consigna “ya no hay sobre la tierra mas que dos razas: las del yanqui-bestia y la del hombre-hombre. Y ahora, por los siglos de los siglo guerra al yanqui, fuera de la tierra al yanqui”. A los llamados a la “guerra al yanqui sanguinario” y a la venganza de los mártires se sumaron las justificaciones de los atentados realizados por Severino di Giovanni.
La causa de los obreros italianos tuvo un impacto particular en la argentina donde los sectores de izquierda estaban
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