Análisis de la representación visual de la psicopatía

...

La historia de la película, aunque cuenta con extendida participación de Lorre como Beckert, es principalmente contada desde la perspectiva de varios personajes clave dentro del poblado que Beckert aterroriza. Estos personajes varían. La mas representativa es probablemente la aparición de las madres de las víctimas, quienes aunque hacen una aparición breve esta es uno de los momentos más emblematicos de la película. La fuerza policiaca es otra fuerte presencia, al ver como los inspectores lidian con la presión de la población para encontrar al agresor y el seguimiento del caso por medio de técnicas de investigación propias de la época, tales como análisis de huellas y de letra. Otra fuerte presencia es la de las mafias o grupos delictivos que, al ver la ineficiencia de la policía deciden tomar la justicia en sus manos, esto debido a que la búsqueda ha empezado a afectar a sus negocios. La estrategia que es utilizada por las oranizaciones criminales es usar a los mendigos del pueblo, personajes claves en la película, ya que uno de ellos logra reconocer el silido de Beckert, confirmando aí que fue este quien asesino a las niñas.

Hay varios momentos punctum en la cinta, el primero es el ya mencionado momento en que un grupo de niños canta una melodía de juego acerca del asesino, dando una efectiva introducción al personaje. La melodía, cantada en alemán puede traducirse como “... Sólo espera, no será mucho. El hombre de negro pronto estará aquí. Con su cuchilla siempe fiel. ¡Hará mincemeat de ti!“.

Otro punctum es la primera revelación del rostro de Beckert, hecho desde el reflejo del ventanal de una tienda, donde a través de un espejo en exhibición ve a la que pudo haber sido su próxima víctima, una niña de cabello obscuro. La expresión de Beckert en esta escena es peculiar. Debido a su características faciales ya discutidas, es posible apreciar en una toma prolongada y puramente visual sus intensiones con la niña y lo que pasa por su cabeza, sin un diálogo necesario.

El clímax de la película es sublime en su diálogo:

Hans Beckert: ¡No puedo evitar lo ue hago! No puedo evitarlo, no puedo...

Criminal: ¡La misma vieja historia! ¡Nunca podemos evitaro en la corte!

Hans Beckert: ¿Que sabes tu de ello? ¿Quien eres tu? ¿Quien eres? Criminals? ¿Están orgullosos de ustedes mismos? ¿Orgullosos de abrir cajas fuertes o hacer trampa en cartas? Cosas que podrían ni siquiera tocar. No necesitarían hacer nada de eso de haber aprendido verdaderos negocios o trabajo. Si no fueran un montón de bastardos flojos. Pero yo... ¡Yo no puedo contenerme! ¡Yo no tengo control sobre esto, esta cosa maligna dentro de mí, el fuego, las voces, el tormento!

Schraenker: ¿Quieres decir que tienes que asesinar?

Hans Beckert: Esta ahí todo el tiempo, llevándome fuera a deambular por las calles, siguiéndome, silenciosamente, pero puedo sentirlo ahí. ¡Soy yo, persiguiéndome a mí mismo! Quiero escapar, ¡Escapar de mí mismo! Pero es imposible. No puedo escapar, debo obedecerlo. Tengo que correr, correr... calles sin fin. ¡Quiero escapar, alejarme! Y soy perseguido por fantasmas. Fantasmas de madres y de esas niñas... Nunca me dejan. Siempre están ahí... siempre, siempre, ¡Siempre!, Excepto cuando lo hago, cuando yo... Despues no puedo recordar nada. Y despues veo esos posters redactando lo que he hecho, y leo, y leo... ¿Yo hice eso? ¡Pero no puedo recordar nada de eso! ¿Pero quién me creera? ¿Quién sabe lo que es ser como yo? Como soy forzado a actuar... como debo, debo... no quiero, ¡Debo! ¡No quiero, debo! Y luego una voz grita, ¡No puedo soportar escucharla! ¡No puedo seguir! No puedo... No puedo...

Aunque en la cinta nunca se menciona a Beckert como un sujeto que padece de DPA o como psicópata (El término no existía en 1931), al escuchar este diálogo pude reconocer la trama de todo psicópata alguna vez en televisión. Dentro de la desesperación, no se sabe el motivo, no se sabe por que se hace, solo que se debe hacer, al menos desde su perspectiva. Otro ejemplo, tal vez mas frío lo encontré en un episodio de la popular serie Criminal Minds. En el capítulo llamado Zoe’s Reprise sacado de la cuarta temorada de la serie, el perpetrador, Eric Ryan Olson, también diagnosticado con DPA cuenta a uno de los personajes principales:

“¿Por qué? No tengo idea de por qué. Veo a un tipo caminando por la calle con una expresión estúpida en su rostro y quiero golperalo en la cabeza con una botella. Para mí eso es normal. Es extraño que nadie más se sienta así. Es en todo lo que pienso. No puedo evitarlo.“

Posteriormente, el final de M muestra el juez a punto de dictar sentencia a Beckert, mientras que las madres de las víctimas lloran a sus hijas. Una de ellas hablando estas palabras:

“Esto no traerá a nuestros hijos de regreso. Uno necesita... Vigilar más de cerca... a nuestros hijos. ¡Todos ustedes!“

En cuanto a la estética formal de la cinta, debido al periodo de filmación esta fue filmada en formato blanco y negro. Esto ayuda a la película en la representación de misterio, tema concurrente enfocado en saber la identidad del agresor, así como la incógnito sobre si el criminal será apturado y el cómo. Las tomas concernientes a Beckert son principalmente acercamientos a acciones u objetos que Beckert usa para cumplir sus objetivos. Un ejemplo es la toma de un globo que Beckert compra a Elsie Beckmann, representando tanto la carnada para obtener la confianza de la niña, así como el inminente destino de esta, pues posteriormente este mismo globo se aprecia enredado en los cables de postes de electricidad, dando así a entender que la niña cesó de existir y de ella sólo quedan los objetos que dej´ó atrás.

Otra toma representativa es donde Beckert escribe su pasional carta a los medios, relatando el cómo las autoridades ignoraron sus carta previas. Esto ayuda a maximizar el misterio de la identidad de quién después se decubriría es Beckert.

Un elemento sobresaliente y el ícono en la película es la M. El título de la cinta proviene de cómo los mendigos son capaces de reconocer al asesino. Despues de que uno de ellos reconoce el silbido de este, manda a otro a seguir su rastro, mientras intenta capturar a una víctima más. Al darse cuenta de que necesitará a más compañeros para seguirle la pista, el mendigo decide escribir sobre s mano una “M” gigante con tiza, pretende chocar con Beckert y así imprimir esta misma “M” en su abrigo, marcándolo así como blanco.

Muchas