Antropología y economía - Ensayo

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J.M. Keynes, por ejemplo, considera los elementos que han de reputarse como datos, las variables independientes y dependientes en los que, de un modo muy significativo para el punto que aquí se estudia , llama “el” sistema económico no cabe duda que la mayor parte de los elementos dados puede determinarse con respecto a toda economía se ha o no pecuaria, siempre que se den las adecuadas oportunidades de investigación y una razonable flexibilidad de interpretación en cuanto a los términos empleados para designarlos. Sin embargo, la cosa nos están clara como nos fijamos en la estipulaciones ulteriores de este autor, en la que dice “nuestras variables independientes son, en primer lugar la propensión al consumo el coeficiente de eficacia marginal del capital y de la cuota de interés… nuestras variables dependientes son el volumen del empleo y la riqueza nacional (o dividendo nacional) medidos en unidades de peso”

Podemos citar también como interesante para nuestros efectos, el comentario que hace a la conocida proposición de Keynes sobre el ahorro el conocedor de otra economía nativa, no pecuniaria: “su definición del ahorro “nos dice, refiriéndose a la del citado economista –“esta calcada sobre la conducta de los individuos en una sociedad en la que funciona el mecanismo de los precios. Sus términos son inaplicables allí donde no existe ningún punto de equilibrio de precios sobre el que puedan basarse las transacciones”

Es evidente por sí mismo que todo sistema económico funcionan te tiene que encontrarse en un estado de equilibrio en el más amplio sentido de la palabra. Queremos decir con ello que el volumen total de gastos de todo bienes y servicios económicos, más el total de los “ahorros” que puedan hacerse bajo la forma de capitalización o de riquezas tiene que ser igual que tos de los ingresos. Cuando esto no ocurre como en las áreas no desarrolladas en las que en la productividad económica es saqueada en beneficio de los inversionistas extranjeros, sin que la sociedad nativa productora encuentre la compensación adecuada se produce un mal funcionamiento con resultados que han sido puestos bien de relieve en los diferentes estudios sobre estas situaciones especiales pero el equilibrio económico solo guarda una relación indirecta con el fenómenos de la balanza económica, en este sentido amplio y general. El problema de como los valores emanan de las fluctuaciones de la oferta y la demanda, en su carácter esencialmente matemático requiere el índice cuantitativo del valor contenido en los precios, tal como se manifiesta en el mercado para ser posible su análisis más todavía, y precisamente en una economía basada en los precios hay que partir de toda una serie de supuestos, antes de dar comienzo a dicho análisis Hicks, explicando cómo funciona el sistema del equilibrio general dice lo siguiente:

Las leyes que rigen el cambio del sistema de los precios, como las que gobiernan el cambio de la demanda individual tienen que derivarse de condiciones de estabilidad.

Examinamos primeramente las condiciones que han de darse para que sea estable un sistema de equilibrios dado; sentamos después el supuesto de la regularidad, según el cual serán estables también las posiciones que rodean a la posición del equilibrio; de aquí deducimos las reglas acerca del modo en que el sistema de precios reaccionara a los cambios operados en los gustos y en los recursos para que el equilibrio sea estable, es necesario que el menos movimiento que tienda a altearlo provoque las fuerzas encaminadas a restaurar el equilibrio ellos quiere decir que el alza de los precios por encima del nivel de equilibrio debe provocar las fuerzas que tiendan a producir una baja de precisos, lo que implica, bajo una competencia perfecta, que el alza de los precios haga que la oferta supere a la demanda. La condición de la estabilidad es que un alza de los precios haga que la oferta sea mayor que la demanda y que una baja de los precios haga crecer la demandemos por encima de la oferta

Carlos Marx con un intricado análisis económico basado casi totalmente en datos tomados de nuestra propia sociedad que versan sobre problemas ajenos sobre el complejo desarrollo del sistema económico especial que emerge de la invención y el desarrollo de la maquina lo mismo que Marshall el sistema que contemplamos en un aspecto tras otro se basa en nuestra propia economía los problemas plantados por el dinero limitado por definición al oro y la plata excluyendo con ello la aplicación del término a cualquiera de los numeroso tipos de signos que como veremos se emplean para expresar el valor en las sociedades ágrafas.

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Otros economistas particularmente Thorstein Veblen se fijan más que el grupo neoclásico o grupo marxista en los problemas económicos susceptibles de investigación a la luz de las sociedades no maquinitas y no pecuniarias al igual que Ayres aunque desde un punto de vista más crítico Gambs toma la doctrina de Veblen como un punto de partida pero en su obra echamos completamente de menos las referencias a los habitantes de las islas de la polinesia los andamanes a los todas y a las comunidades de los indios pueblos que en las primeras páginas del libro de veblen establecen las pautas de todos sus sistemas y sumistran datos que forman , fondo sobre el cual se proyectan implícitamente su argumentación en torno a ciertos aspectos de nuestra propia economía Gambs parece percatarse de la importancia fundamental mente disciplinaria de la ciencia económica y no cabe duda de que los argumentos tomados de la psicología de intentar aplicar a los problemas por el estudiados constituyen interesantes contribuciones. Pero entre las cuestiones que este autor tropieza con dificultades para resolver encontramos algunas que evidentemente resultarían mucho menos difíciles.

La palabra racional ha sido asociada durante tantos siglos a un concepto falso que podemos propiamente descartarla como carente de todo sentido útil. Mientras nos surjan nuevos conceptos para definir la conducta económica no avanzaremos gran cosa hablando de ellos como racionales so irracionales o como dotados una veces de la primera cualidad y otras veces de la segunda. Sin embrago la definición cultural de la racionalidad tal como ha sido desarrollada en el capítulo primero de esta obra indica que el problema de la conducta racional si se lo aborda desde un punto de vista relativo no tiene por qué arrastrarnos a esa actitud de desesperación que saca solamente una conclusión negativa acerca de un problema tan importante como este. No obstante Gambs toca al corazón mismo del problema de la economía institucional. Se, limita sin embargo a enunciar las dificultades con que tropieza el estudio