Big short análisis económico.

...

En 2005, Michael Burry se da cuenta de la falacia del sistema de las hipotecas, dado a que la gente ya había empezado a tener problemas con los pagos de sus hipotecas por los altos precios, es por ellos que decidió tomar el dinero de su empresa e invertirlo en seguros o permutas de incumplimiento crediticio, es decir, decidió invertir su dinero para apostar en contra del sistema financiero que estaba cerca a desplomarse según sus observaciones; a esta idea se le sumaron unos cuantos personajes que al observar las cifras, vieron que la caída del sistema era inevitable, pues las estafas y mentiras económicas en las que se construyó el sistema financiero que sacaba provecho del sector inmobiliario, pronto se quedaría sin liquidez, con bajos precios de vivienda…etc.

A raíz de la globalización y el neoliberalismo, los efectos de la caída de las hipoteca Estadounidense no solo afectarían a dicho país, sino que además causarían una depresión mundial, pues las deudas fueron compradas por bancos y capitales alrededor del mundo; bancos prestamistas como Lehman Brothers y otros bancos que hacían los créditos hipotecarios, tuvieron que declarase en bancarrota después de quedarse sin buen flujo de capital y poseer cientos de títulos de casas de las personas que no pudieron pagar su hipoteca, en un mercado dónde estás perdían todo su valor. Además, a este problema se juntarían otras crisis que se venían gestando desde finales del siglo XX, como una crisis alimentaria, de materias primas, derrumbes en la banca bursátil, y otros problemas de carácter económico, que llevaron a la economía mundial a estar en una gran recesión. De hecho, en muchos países la mayoría de la población se quedó sin empleo, sin vivienda, sin alimentos y sin ninguna posesión o algún modo para sobrevivir; en realidad en el planeta entero se veían las consecuencias de un mercado manejado por malas decisiones que jugaban a favor de quienes buscaban lucrarse cada vez más y más, en medio de la incertidumbre.

En conclusión, al retomar lo anterior y reflexionar sobre la naturaleza del capitalismo financiero y todo el sistema económico que nos ha regido desde mediados del siglo XX, es sumamente importante resaltar la fragilidad de este nuevo esquema en dónde las transacciones y la vida económica no se basa en el movimiento de la economía real, de lo que se produce y se gana de su venta, como era anteriormente, sino que se incentiva un consumo exacerbado y para ello, se otorga préstamos, créditos y un sinfín de modalidades que funcionan con el dinero ‘virtual’ (que crea la ilusión de estar, pero realmente no existe), todo con el fin de darle un supuesto dinamismo a la economía mundial; a su vez, esto va acompañado de una liberación del mercado, el aumento de la emisión de papel moneda (en algunos casos), reducción a la inversión social y una competencia desigual, en dónde solo unos pocos pueden llegar a estar en el juego y ganar. En otras palabras, al hacer una reflexión acerca de lo que se puede observar de la situación económica actual del mundo, parece ser que el sistema en cierta medida fue organizado para el enriquecimiento de una nueva burguesía y las altas clases que siempre han tenido riqueza y poder, en vez de ser una apuesta por el bienestar de la sociedad en general y el crecimiento de las economías nacionales para hacer una sana competencia en un mercado global, en dónde es imposible negar que en su trasfondo hay una rotunda vulnerabilidad en la construcción del sistemas económico capitalista/ neoliberal.