Boliches bajo inspección: entre clausuras y violencia
Enviado por John0099 • 23 de Noviembre de 2018 • 1.749 Palabras (7 Páginas) • 245 Visitas
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En capital federal apenas 125 locales son clase C, es decir, donde se permite el baile, y entre 1100 y 1200 habilitados como café bar o restaurantes, y son estos últimos que desvirtúan su rubro para funcionar como boliches. La Agencia de control en recorridos actúa en estos casos accediendo a entrar en el local y ver que está habilitado para ser bar pero funciona como boliche y acto seguido el local es clausurado. Cuando la Agencia realiza la clausura administrativa de un local, el dueño debe hacer un descargo 48 horas después ante la Dirección General de Administración de Infractores del ministerio de justicia porteño. Luego del descargo la dirección decide si mantener o no la medida. Mientras tanto, el local debe permanecer cerrado y, previa notificación de la AGC, es la policía federal la que debería constatar que la sanción se cumpla. Sin embargo, indican que la mayor parte de los locales viola la clausura y reabre sin permiso.
En 2016 la Agencia clausuro 503 bares y detectaron 487 violaciones de clausura; cuando suceden estas violaciones de clausura los inspectores de la agencia informan al ministerio y un fiscal ordena medidas que pueden ir desde el secuestro de los equipos de sonido, a multas que van desde $ 5 mil y $60 mil o tapiar el local para que no vuelva a violar la clausura. Este último recurso se usa desde hace tres años en los lugares que ya violaron repetidas veces. Pero esto ocurre porque la mayoría de las veces el fiscal ordena una multa a pagar y los empresarios dueños de los boliches prefieren abrir y jugársela. “El dinero que pierden por no abrir en un fin de semana o un feriado es mucho comparado al de la multa” comenta Laura Calógeno.[pic 1]
Ernesto Reyna es un coordinador de nocturnidad de la AGC es uno de los encargados de ir con las unidades recorriendo los distintos lugares por la noche que en general son 6 o 5 por noche y dice que: - “Tenemos que contratar gente que sabe de la vida en la calle y la noche, porque si no pateaste la noche, si no la inspeccionaste bien, hay ciertas cosas que se te van a escapar como los horarios; porque para verificar el exceso o no de la capacidad hay que ir después de las tres de la mañana, antes casi ningún comercio está lleno por eso empezamos a recorrer recién pasadas las dos de la mañana”
“La noche es muy compleja y peligrosa; es un tema serio al que no se le daba la entidad que requería, por eso paso cosas como lo de Cromañón y ese hecho demostró que la noche tiene una complejidad y hay que contar con una logística importante como para controlarla” afirma Reyna.
Para el gobierno de la ciudad es una complicación, pero desde hace unos meses, se puso en marcha el “Plan de Prevenir el desorden público en zonas conflictivas” y la policía federal tiene paradas todos los fines de semana en las zonas más conflictivas de las noches porteñas como en la Av. Córdoba, la Av. Nazca y la Av. Juan B justo, son las que tienen más controles con la nueva policía puesta por el gobierno de la ciudad. Pero para el secretario de seguridad urbana, Enrique Delgado, el problema no se soluciona con más policía y dice: -“por un lado hacemos operativos todos los fines de semana con la sub secretaria de control comunal y la AGC para verificar las habilitaciones de los locales y para ver si los patovicas están debidamente inscriptos; además también estamos haciendo un trabajo constante con los dueños de los boliches dispuestos a ayudar para evitar problemas en la salida para ayudar a convivir mejor con los vecinos de la zona y también cuando se arman peleas entre los grupos que no los saquen a la calle” – como casi siempre pasa –, “solo que los separen, porque es peor para los vecinos sino” explica Delgado.
El presidente de la cámara de Discotecas, Jorge Becco, dice: -“Sabemos que, en algunos casos, nuestra industria afecta a la vida tranquila que llevan los vecinos, por eso tratamos de minimizar las desventajas. No estamos de acuerdo con los ghettos, pero tenemos casos en barrios como Núñez, la Costanera y Constitución que funcionan muy bien ya que por esos lugares empezamos a organizar reuniones entre los vecinos y los gerentes de los boliches en cuestión para así llegar a un acuerdo y no tener más problemas von los vecinos. En los barrios como Palermo o Balvanera se nos hace más difícil por la cantidad de boliches y vecinos pero ya a fines de año o comienzos de 2018 habremos avanzado mucho con las reuniones por esos barrios”
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