COMPARAR EL SIGNIFICADO DEL IMPACTO DE LA VIOLENCIA ENTRE JOVENES EN RIESGO CON RELACIONA LA RESPONSABILIDAD DE LA FAMILIA, ESCUELA Y LA COMUNIDAD EN LA PREVENCION.

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Cuando la sociedad, la comunidad, la escuela y la familia unen sus servicios, programas y conocimiento para el bienestar de los niños y jóvenes, el ambiente se torna en armonía, los procesos fluyen con mayor facilidad y los resultados se pueden observar de manera eficiente. No obstante, en muchos de los casos se le culpa a la familia o a la escuela del problema de violencia o delincuencia de los jóvenes sin tomar en cuenta que todas las entidades tienen un grado de responsabilidad. Es común que esto suceda pero cada entidad debe aportar sus estrategias, servicios y posibilidades para ayudar al restablecimiento de esta población que será el futuro de la sociedad y parte importante del estado o nación. Los señalamientos en contra de la enseñanza de valores morales y religiosos han desvirtuado las normas y conducta social que son importantes para el desarrollo socioemocional de los jóvenes desde su infancia. El joven que ha estado criado y educado a través de los factores éticos, las normas y reglas establecidas por la familia, escuela y comunidad, se mantiene en un balance adecuado, se fija metas y se interesa por lograrlas. No obstante, el joven que se desarrolla en un hogar de violencia, conflictos familiares y falta de principios, valores morales se enfrenta a un ambiente inestable que provoca inseguridad, temor y desconfianza. La escuela que no supervisa, que es permisiva, que no le ofrece servicios multidisciplinarios se enfrenta a problemas de conductas. Es evidente que en esta situación la escuela y la familia no están integrados, los maestros no muestran interés por los estudiantes que confrontan problemas de aprendizaje, conflictos emocionales y conducta violenta. Los jóvenes demandan seguridad a través de la disciplina, control y orden. La estructura tiene un rol que entrelaza la conducto con la armonía entre la población estudiantil.

La falta de comunicación eficaz de la familia , escuela y comunidad con los jóvenes crea un enlace positivo que abrirá el canal de la integración de todos en beneficio de los jóvenes y niños. El uso de drogas agudiza el problema porque los jóvenes usuarios pierden control de si mismos y surge un trastorno emocional, físico y social que los lleva a la delincuencia y la criminalidad. La prevención en estos casos es con el fin de tratamientos para enfrentar la condición y resolver las causas que los condujeron a la drogadicción. El uso de sustancias controladas ocasiona múltiples situaciones que se agudizan y en muchas ocasiones terminan en centros de rehabilitación o confinados. La prevención puede evitar estas consecuencias si todos los responsables, como lo es la familia, la escuela y la comunidad trabajan juntos.

La Organización de Las Naciones Unidas ha provistos de una directrices para prevenir la violencia y delincuencia juvenil. Entre sus principios, dirige su importancia a que prevenir es evitar que los jóvenes sean castigados, pagando una sanción en una institución juvenil, deben ser atendidos por un grupo multidisciplinario que les proveerán protección y seguridad a los menores. A pesar que no son leyes que se deben cumplir , han sido utilizadas como guía para instruir a los profesionales a que destaquen el respeto y la dignidad en el trato a los jóvenes para motivar a mejorar la autoestima y el sano desarrollo de la personalidad. Garantiza que es los servicios brindados para modificar y los tratamientos para guiar a los menores es mas eficiente que la sanción de una falta a través de un castigo. Los objetivos que motiva a la organización es radicar las causas y los factores que provocan estos males en jóvenes y niños para brindar un programa efectivo que produzca resultados positivos. Las directrices de la organización instan al gobierno a buscar alternativas para mejorar la calidad del trato al joven, a su dignidad y suplir las necesidades que exigen el respeto y la atención que se merecen.

Conclusión:

Los jóvenes que fueron niños, crecieron y se preparan para ser los adultos que dirigirán el país, que educaran en las escuelas, que serán los padres y madres, que serán los médicos y enfermeros, en fin es el futuro. Los jóvenes que han sufrido consecuencias legales tienen la oportunidad de cambiar y realizar sus sueños. Las directrices de la organización, describe un programa de oportunidades para que los jóvenes tengan oportunidades de realizarse. La violencia y la delincuencia son simplemente las consecuencias de un cumulo de situaciones, problemática que dieron comienzo desde su infancia y distorsionaron su desarrollo. Por lo tanto se establecen los programas de servicios multidisciplinarios con el fin de rehabilitar, subsanar y restaurar las vidas de jóvenes y niños para que se conviertan en hombres y mujeres productivos para si mismos y para la sociedad.

Referencias:

Lecturas del modulo # 5,

Las experiencias de trabajo en el Departamento de La Familia.

Experiencias como maestra preescolar y tutorías.