Alcoholismo Factores de Riesgo en la familia.
Enviado por John0099 • 20 de Diciembre de 2017 • 1.850 Palabras (8 Páginas) • 528 Visitas
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Entre los indigentes y las personas sin hogar, se han reportado mayores índices de abuso de alcohol que entre la población general (58, 59), aunque existe una variación entre los países.
Los grupos de indígenas generalmente se encuentran entre los segmentos socialmente excluidos de la población y revelan mayores índices de consumo de alcohol problemático que la población general.
La pobreza y la exclusión social también se correlacionan intensamente con los resultados negativos del consumo de alcohol.
z Se estima que los países con menores ingresos soportan una carga de morbilidad desproporcionada que se le atribuye al alcohol (65, 66).
z La confluencia de diferentes factores, tales como el escaso acceso a la salud, la desnutrición y el estado de salud en general entre las poblaciones más pobres, probablemente desempeñe un rol significativo en la determinación de esta carga.
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Las interacciones y las influencias de los amigos son otro determinante importante de la conducta de consumo de alcohol, especialmente entre los jóvenes.
z Los hombres son más influenciados por sus amigos que las mujeres, aunque ello puede variar según la edad (87). z Las personas cuyos amigos beben en exceso suelen ser bebedores excesivos también, una relación que persiste en la adultez (88, 117).
z Existe evidencia que indica que las influencias de los amigos pueden ser más importantes en algunas culturas que en otras (89).
Las normas o prácticas sociales pertenecientes a las diferentes culturas determinan las percepciones y las conductas comunes sobre el consumo de alcohol.
Las culturas difieren en el grado en que aceptan el consumo de alcohol y toleran conductas particulares.
z Las típicas culturas “húmedas” (por ejemplo, la mediterránea) se caracterizan por una mayor tolerancia e integración del consumo de alcohol, especialmente en ocasiones sociales y con las comidas, y por patrones de consumo moderado y una estigmatización del consumo crónico en exceso y la embriaguez (103, 104).
z Por otro lado, las culturas “secas” (por ejemplo, los países de Europa Nórdica) son menos permisivas del consumo de alcohol regular, pero se caracterizan por episodios de consumo excesivo y tolerancia hacia la embriaguez (105).
z Los entornos y los lugares de consumo de alcohol varían entre las diferentes culturas y también afectan los patrones y las prácticas comunes de consumo de alcohol (106).
z En un estudio transcultural sobre los motivos de la abstinencia del alcohol, la “religión” y la “crianza” fueron los motivos más mencionados (107).
z Las normas culturales preponderantes se reflejan en las medidas normativas, tales como la edad adecuada para determinar la edad legal para la compra y el consumo de alcohol o el grado de restricción de la disponibilidad del alcohol.
Otras diferencias culturales, como normas y roles relativos al sexo, también influyen sobre la conducta de consumo de alcohol.
z En la mayoría de las culturas, los hombres beben más que las mujeres (105).
z Ciertos patrones de consumo, por ejemplo los episodios de consumo excesivo (consumo compulsivo extremo), suelen ser socialmente más aceptables para los hombres que para las mujeres (108).
z En forma similar, dichas normas culturales pueden implicar una estigmatización y un tratamiento diferente para los hombres y las mujeres que tienen problemas con el alcohol (109).
z Los roles relativos al sexo en una cultura pueden mediar los efectos de otros factores sobre la conducta de consumo, tales como educación, empleo e influencias familiares (110). z La importancia de las influencias sociales y culturales aumenta durante las últimas etapas de la adolescencia (118). Existe un d
SISTEMA CARDIOVASCULAR
Actualmente nadie duda del efecto deleté- reo del consumo excesivo de alcohol sobre el sistema cardiovascular, ya que su consumo excesivo da lugar a patologías graves como la miocardiopatía alcohólica (15), hipertensión arterial (16), arritmias (17) y accidente vasculares cerebrales (18).
Estudios experimentales realizados en miocitos cardíacos o en corazones aislados Estruch, R. 50 (denervados) han demostrado que el etanol ejerce un efecto inotrópico negativo que conlleva una reducción de la contractilidad cardiaca.
El etanol deprime la contractilidad al inhibir el proceso de excitación-contracción, y al interferir la captación y liberación de ca+2 por el sarcolema y el retículo sarcoplasmico.
Efectos sobre el ritmo cardíaco
El consumo de alcohol se ha asociado clá- sicamente a la inducción de arritmias cardíacas. El etanol tiene un efecto directo sobre el ritmo cardíaco e incluso ingestas relativamente modestas de alcohol dan lugar a una taquicardia rítmica. Por otro lado, los pacientes alcohólicos crónicos presentan frecuentemente enfermedades cardíacas (miocardiopatía), trastornos neuro-hormonales y alteraciones electrolíticas (Na+ , K+ , PO4 - y Mg2+), que explicaría en parte la elevada frecuencia de arritmias que presentan este tipo de pacientes (17).
La ingesta de cantidades moderadas de alcohol no suelen alterar el ritmo cardíaco en sujetos normales y sólo pocos estudios han observado efectos arritmogénicos de altas dosis de etanol en sujetos no alcohólicos con una función cardiaca normal. Sin embargo, los pacientes alcohólicos crónicos pueden presentar un gran número de arritmias, especialmente tras intoxicaciones agudas de etanol.
La aparición de arritmias en los sujetos alcohólicos crónicos depende de la concentración de etanol en plasma (alcoholemia) y de la presencia de miocardiopatía.
Todos estos hechos explican la elevada prevalencia de muerte súbita tras el consumo de alcohol en los pacientes alcohólicos crónicos.
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