CUALES SON LAS AFECCIONES DEL APARATO RESPIRATORIO
Enviado por Eric • 5 de Enero de 2019 • 1.709 Palabras (7 Páginas) • 303 Visitas
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El Hipo, trastorno inspiratorio, se observa a menudo entre niños expuestos a oscilaciones impredecibles entre generosidad marcada y severidad punitiva por parte de los progenitores incapaces de darle amor autentico. Los accesos se manifiestan tras el agravamiento de esa situación o consecuencia de inseguridad.
3. Síndrome Respiratorio Nervioso.
Este término abarca diversas formas de perturbación respiratoria. Ejemplo la respiración suspirante, la hiperventilación y el llamado corsé respiratorio.
Cuando el respirar se ve interrumpido con frecuencia por la inspiración honda y una duradera espiración audible, hablamos de respiración suspirante. Crhistian y Col ven esta forma como expresión de un abatimiento malhumorado de índole nerviosa. Tras esfuerzos infructuosos y decepciones.
En la hiperventilación el paciente toma más aire del que necesita, obedece a una excitación matizada de ansiedad. La hiperventilación sostenida delatara una neurosis ansiosa.
Por corsé respiratorio se entiende la incapacidad de respirar profundamente. A menudo se acompaña de una sintomatología cardiaca. Afecta más que nada a paciente de estructura obsesivo-compulsiva de personalidad. Este corsé respiratorio traduce inhibición de expresión.
4. La Tetania Normocalcemica.
Este trastorno esta caracterizado por ataques que recuerdan al tétano y para los cuales no hay sustrato orgánico o endocrinológico. La fenomenología es casi idéntica a la de los accesos de origen somático. Concurren siempre la sensación de no poder respirar a fondo –bloque respiratorio- y la Hiperventilación. Por esa razón se considera de vez en cuando a este cuadro como forma especialmente pronunciada y grave del síndrome de hiperventilatorio.
Las mujeres se ven mas afectadas alrededor de tres veces más que los varones. Con la edad la sintomatología va escaseando en ambos sexos.
Personalidad
De ordinario, los pacientes denotan peculiaridades caracteriales muy llamativas. Su actitud fundamental es depresiva ansiosa, con rasgos hipocondriacos y fóbicos. Es frecuente que escondan sus temores latentes tras comportamientos resueltamente de fachada. Se ciñe de manera extraordinaria a las normas y llaman la atención por su cortesía, acostumbran postergar sus propias exigencias.
El comportamiento expresivo de estos pacientes es inhibido en grado sumo. Denota especial incapacidad para vivir los instintos agresivos y darles salidas. Por lo general los enfermos se describen como persona que todo han de tragárselo o que soportan en demasía. Su propensión a aceptar, resignados, demandas irracionales y su no saber imponerse en la vida los experimenta a menudo los sujetos como opresión.
Los pacientes tienden a contraer relaciones de dependencia con parejas dominantes. Asi prolongan un modelo relacional ensayado durante la infancia. Bach cree que estos pacientes pertenencen ante todo a familias donde unos progenitores resueltamente sólicitos aunque frustrado en el terreno emocional, lo sometieron a una educación no adaptada a las convivencias infantiles, pero ceñida al máximo a las normas y enemiga de la individualidad. Una vinculación mas fuerte con el progenitor más débil, quien brinda las mejores perspectivas del nexo emocional. Cualquier impulso agresivo para con el progenitor dominante era reprimido por el niño, que lo veía como amenaza existencial. De ello se refiere la experiencia de que es más seguro convivir con una pareja a todas luces más fuerte, así haya que pagar esa seguridad postergando constantemente las exigencias propias. Aun cuando el comportamiento de la pareja sea hiriente o frustrante, se pospondrán las posibles protestas, ya que de todos modos revelarse carece de sentido. El diseño vital de estos enfermos demuestra que siempre contraen relaciones de dependencia así de debilitantes, habiendo experimentado a la vez impotente ansiedad siempre que amenazaba perdida de esas personas referenciales cargadas de ambivalencias.
En la situación conflictual que desencadena los accesos están contenidos los elementos de una real o imaginaria frustración o enfermedad por un lado y el temor a perder una relación de dependencia que confiere seguridad por el otro lado. No es raro que el acceso sobrevenga como secuela de situación que le habría exigido al paciente una actividad agresiva, autoafirmativa, dirigida hacia el exterior. Pero él no puede actuar así a causa de un sentimiento general de indefensión e impotencia, o bien por miedo a quedarse sin esa persona refencial, aunque anonadante, brindaba protección.
En esa paradoja de ergotropismo máximo, coincidiendo con plena inamovilidad e inacción, se refleja de manera inmediata el estado emocional del enfermo.. Agravada en términos críticos, se presenta aquí una transposición de agresión orientada a regresión no orientada. Actividad y pasividad, los procesos preparatorios correspondientes a huidas y ataque para realizar acciones homicidas y autodestrucciones, cuadran en esta crisis de manera que impresionan. No es sin embargo el total bloque de la acción lo que pone su cello al acceso. El furioso asalta afectivo, que, partiendo de una situación de tentación y abstinencia, quiebra- así como tentadora liberadora- el equilibrio réinate entre inhibición neurótica y autodesihibicion de si propio se convierte en acto autopunitivo desbordante. Ese furor llevado al paroxismo mientras se vive la impotencia, furor referido al contrario pero que al propio tiempo parece emparentarse con el miedo a la propia agresividad, se vuelve entonces contra el propio cuerpo.
Tratamiento
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